Decálogo EGADE expone que las empresas e instituciones deben implementar mecanismos para un futuro más justo y sustentable, y detonar un crecimiento económico incluyente para todos los mexicanos.
Por COMUNICACIÓN INSTITUCIONAL | EGADE BUSINESS SCHOOL
Dos de los principales aprendizajes que ha dejado la pandemia de COVID-19 son la necesidad de construir sociedades y organizaciones resilientes e invertir en desarrollo, educación y generación de oportunidades para todos, y así lograr mayor inclusión y equidad.
Así lo expone el Decálogo para la Refundación Económica-Empresarial de México, recientemente publicado por EGADE Business del Tecnológico de Monterrey.
“Si bien el futuro no se puede controlar, las empresas y los gobiernos deben invertir en las capacidades de resiliencia necesarias para anticipar y mitigar las consecuencias de los eventos previsibles, pero inesperados”, advierte el documento.
Dos de las diez claves del decálogo de EGADE Business School postulan estas necesidades:
Construir sociedades y organizaciones resilientes
- El shock provocado por la pandemia ha dejado expuesta la vulnerabilidad de la mayoría de las empresas e instituciones: de sus cadenas de suministro, sus políticas laborales, sus recursos financieros y de la capacidad de los directivos y equipos de liderar en contextos inciertos.
- Es urgente implementar mecanismos de pensamiento futuro para monitorear las tendencias emergentes y establecer los lineamientos para un futuro más justo y sustentable para todos los mexicanos. Esto implica construir sistemas físicos, sociales e institucionales resilientes y adaptativos para enfrentar los efectos a corto plazo de los eventos catastróficos, incluyendo sistemas de salud y protección social robustos y sostenibles. La pandemia de COVID-19 ha puesto en relieve la fragilidad del binomio formado por los sistemas sanitario y económico.
No dejar a nadie atrás: invertir en desarrollo, educación y generación de oportunidades
- Como en crisis anteriores, las poblaciones más vulnerables están sufriendo de forma más aguda los efectos sanitarios y económicos de esta crisis. La solidaridad puede ser un escudo contra la discriminación, la exclusión y la desigualdad social, pero el mejor antídoto es detonar un crecimiento económico incluyente. En el corto plazo, urge proteger el empleo y las fuentes de ingreso, aliviando la crisis de liquidez sobre todo en las micro, pequeñas y medianas empresas, que constituyen el sustento de la mayoría de la ciudadanía.
- La reactivación de la economía debe ir de la mano de la creación de oportunidades para las poblaciones vulnerables a través de la inversión público-privada y la educación y formación. Las organizaciones también se pueden beneficiar de apostar por la diversidad del talento y la gestión de equipos incluyentes y multiculturales, abriéndose a la riqueza social y cultural, el gran acervo de México y América Latina.
El documento completo del Decálogo para la Refundación Económica-Empresarial de México de EGADE Business School pueden descargarse aquí.