3 consejos del CEO de Heineken México a graduados de EGADE
Dolf van den Brink, presidente y CEO de Heineken México, fue invitado como orador huésped a la Ceremonia de Graduación Junio 2018 de EGADE Business School Monterrey, donde compartió tres consejos a los graduandos.
El directivo de origen holandés destacó las enseñanzas recibidas de su padre, así como sus aprendizajes siendo Commercial Director de Bralima, la compañía subsidiaria de Heineken en la República Democrática del Congo, posición que ocupó antes de ser presidente y CEO de Heineken USA, y asumir su rol actual en México.
“Quiero compartirles tres consejos que yo he aprendido de forma difícil y que les pueden ayudar en este momento tan importante de sus vidas”, dijo a los graduandos Van den Brink.
Consejo #1: “Vayan a los lugares difíciles”
“(Aceptar la posición en el Congo) ha sido la decisión más difícil de mi vida hasta este momento, pero también resultó ser una de las mejores. A una edad muy joven, a inicio de mis treintas, tomé responsabilidades y oportunidades que nunca se me hubieran presentado en mercados de mayor desarrollo. Era un reto como ningún otro. Vivir y trabajar en una cultura totalmente diferente en verdad mueve todos tus paradigmas y mentalidad. Si hoy estoy aquí es por todo lo que aprendí en el Congo, ese lugar difícil.
“Ustedes están por tomar grandes decisiones sobre su carrera, y pueden vivir algo similar cuando alguien les ofrezca ir a un lugar difícil o tomar una posición que puede ser no atractiva a primera vista. ¿Qué van a hacer? ¿Rechazar y elegir el camino fácil? ¿O van a tomar la oportunidad de enfrentarse a muchos retos y tal vez algo de dolor, pero también oportunidades de aprendizaje únicos?
“Mi consejo sería que no busquen el trabajo perfecto, vayan por ese rol que les de la mayor oportunidad de aprender. Confíen en la vida y las oportunidades que les da”, dijo.
Consejo #2: “si quieren recibir, primero hay que dar”
Van den Brink refirió que este consejo se lo ofreció su mentor al llegar a la subsidiaria africana.
“Cuando te invitan a liderar un grupo de personas, muchos se enfocan en el desempeño, estrategia, visión. O peor, hay gente que cree que se trata de mandar y dar órdenes. En realidad, ser líder se trata sobre todo de ver por tu gente. Ayudarlos y apoyarlos. Y cuando haces eso con todo tu corazón, ellos te lo regresan con creces. Yo aprendí esto en el Congo.
“Durante mis primeros meses me enfoqué en el negocio y el mal desempeño que teníamos. La compañía perdía participación y dinero, y ya llevaba un tiempo así. Por más que trataba de cambiar las cosas, nada mejoraba. Pero cuando vi las necesidades de esta gente, los obstáculos que tenían, fue allí cuando comenzó a cambiar el negocio.
“Por ejemplo, cuando llegué era tanta la falta de dinero, que casi toda la fuerza de ventas no tenía vehículos para visitar a los clientes. Se gastaban su propio dinero en transporte, y les tomaba mucho tiempo moverse. Sin saber cómo le iba a hacer me comprometí con ellos, les dije que no descansaría hasta que cada uno tuviera un carro pequeño o al menos una moto. Me tomó más de un año y medio pero logré cumplir mi promesa. El equipo respondió de una forma fantástica. Por supuesto, se trataba de algo más que un carro, se trataba de confianza. Al final nuestra operación se convirtió en una con gran crecimiento en la compañía a nivel mundial.
“Cada uno de ustedes cuenta con una educación de calidad, muchos van a liderar equipos en algún punto de sus vidas, así que tomen en cuenta el consejo que me dio mi mentor, si quieren recibir, primero hay que dar. Cuiden a su gente, cuiden su bienestar, apoyenlos y ayúdenlos a crecer. Así vendrán grandes resultados”, expresó.
Consejo #3: “hagan un poco mejor este mundo”
Van den Brink compartió que hace algunos años su padre enfermó y en tres meses murió a causa de un tumor cerebral. Fue el periodo más triste de su vida, pero a la vez durante ese tiempo llegó a tener una relación muy especial con él y hablaron de cosas importantes que nunca habían discutido.
“Le pregunté: ‘papá, ¿cuál era tu propósito en la vida?’ Y pensé que se iba a burlar porque no era su tipo de tema. En cambio me miró muy serio, y me dijo: ‘vine a hacer este mundo un poco mejor’
“Me tocó muchas veces ver como él se valía de su posición privilegiada para hacer la diferencia. Y no sólo con cosas grandes, sino también con gestos pequeños, con significado. A su funeral asistieron más de mil personas, la mayoría estudiantes jóvenes y colegas a los que había ayudado en momentos difíciles, gente de obras de caridad en las que participaba. Aunque se iba de este mundo me enseñó una lección muy importante en los últimos momentos que pasamos juntos.
“Sé que esa pregunta sobre el propósito es grande e intimidante. ¿Debería de preocuparles al estar tan jóvenes, ahora que están apenas empezando su carrera? Cuando yo empecé a trabajar es cierto que me enfocaba en tener un buen desempeño y ser exitoso, y estoy seguro que esto es lo que ustedes tienen en mente, pero si no se cuidan a ustedes mismos, se quedarán estancados en esta etapa de sus vidas por siempre.
“Esto es lo que me enseñó mi padre, me obligó a preguntarme cuál es el bien mayor al que estoy sirviendo, hasta dónde estoy sirviendo más allá de mí mismo. Todos nacemos con un potencial sin límites. Pero servirse sólo a uno mismo, logrando solamente el éxito, no los dejará alcanzar el máximo potencial de quién pueden ser.
“Pongan en práctica todo lo que han aprendido aquí en EGADE. Éste es un lugar increíble que les ha dado mucho. Vayan y salgan al mundo, vayan a esos lugares difíciles que les dejarán muchos aprendizajes. Recuerden que si quieren recibir, primero tienen que dar. Y no olviden que en medio de todo el éxito deben encontrar la manera de hacer un poco mejor este mundo”, concluyó Van den Brink.