Estos programas de Conacyt, basados en la metodología I-Corps de la National Science Foundation (EEUU), impulsan la creación de startups de base tecnológica en México mediante varias alianzas interinstitucionales.
En los Nodos Binacionales de Innovación (NoBi), equipos de investigadores, alumnos y mentores prueban sus innovaciones científicas y tecnológicas en mundo real de los negocios a través de la metodología I-Corps, que incluye entrevistas con sus clientes potenciales. El objetivo es que los proyectos de investigación se puedan convertir en empresas, pero también que los investigadores cambien su cultura de trabajo, salgan de su laboratorio y validen sus hipótesis en el mercado antes de proseguir con sus investigaciones.
Pero ¿se han conseguido estos objetivos a la fecha? En sus tres años de existencia – se realizó una prueba piloto en 2015 y actualmente desarrolla la segunda edición—, los Nodos han logrado sobre todo cambiar la mentalidad de los investigadores, como comentaron los expertos presentes en el evento “Perspectiva de los Nodos Binacionales de Innovación: México y Estados Unidos”, celebrado el 12 de octubre en EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey, quien lidera el Nodo Binacional de Innovación en Salud junto con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) y el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) Luis Guillermo Ibarra Ibarra.
En el evento participaron Todd Morrill, faculty director for the Bay Area node (Berkeley, UCSF, Stanford) de la National Science Foundation y de Innovation Corpos (I-Corps), José Ernesto Amorós, director nacional de Programas Doctorales y colíder del GIEES en Emprendimiento y Liderazgo de EGADE Business School, Rubén Serros, profesor de Emprendimiento e Innovación de EGADE Business School y presidente de Innovación Posible, y Dr. Fernando Moya, director del Departamento de Emprendimiento e Innovación Tecnológica de EGADE Business School y líder del Nodo Binacional de Innovación en Salud.
La experiencia de I-Corps en Estados Unidos
“En Estados Unidos el programa lleva 5 años en marcha y se ha capacitado a 1,400 equipos. Del total, 50% de los proyectos se convirtieron en empresas y 25% recibieron un financiamiento importante. El financiamiento que reciben estos equipos es tres veces mayor que para otras empresas similares”, indicó Todd Morrill. De estas cifras se infiere que el programa no solo ayuda a entender conceptos de comercialización, sino también desarrollo de producto y levantamiento de fondos”.
Asimismo, Morrill recordó que en emprendimiento la mayoría de las empresas no funcionan porque así es la naturaleza del negocio, pero que lo que hace muy bien I-Corps es “ayudar a entender cuándo no se tiene un buen modelo de negocio y no vale la pena iniciar una empresa”.
En referencia a los retos del emprendimiento, el profesor apuntó a las zonas de confort: “El mayor riesgo en las universidades es que los académicos se queden en la universidad porque no trabajan tan duro como si lo hicieran en una startup. Algo que hace muy bien I-Corps es ayudarles a entender qué riesgos vale la pena correr”.
Resultados de los NoBi en México
El profesor José Ernesto Amorós, quien está llevando a cabo una investigación para medir el impacto de los Nodos Binacionales de Innovación, señaló que al adaptar el programa para la comunidad cientítica mexicana, se dieron cuenta que muchos investigadores no conocen las implicaciones de comercializar sus tecnologías o productos científicos.
“Cuando los investigadores cursan el Nodo empiezan a entender desde la perspectiva empresarial qué relevancia tienen el mercado y los segmentos de consumidores para sus tecnologías, productos y servicios, y pueden crear nuevas empresas más conectadas con el mercado y los clientes”, explicó Amorós.
“Es muy relevante que continuemos protegiendo nuestra comunidad científica, que continúen haciendo buena ciencia, pero si no conectamos sus proyectos con la comunidad a través de esta transformación con modelos de negocios realizables y, probablemente, rentables, creo que estamos desconectando ambos mundos. Y yo creo que los NoBis son el comienzo de esta conexión, pero necesitamos dar seguimiento a estos proyectos y dotar de más recursos al programa”, añadió el director nacional de Programas Doctorales.
Hasta el momento, en México no se ha logrado crear ninguna empresa con el método I-Corps porque todavía no se ha publicado el reglamento para transferir las innovaciones desde las instituciones a las empresas particulares. No obstante, en opinión de Rubén Serros, el resultado más positivo de los NoBi, ha sido hasta el momento “el cambio de mentalidad de los científicos e investigadores que participaron en el programa”.
“Uno de los problemas que ha tenido el programa en México es que fue directamente copiado del programa I-Corps en EEUU, en lugar de tropicalizarlo, no fue transformado para encajar en el ecosistema mexicano”, añadió Serros, quien es optimista que las lecciones están aprendidas para continuar impulsando la creación de startups en México en los próximos años.