Necesario sumar actores a un nuevo pacto social

Enviado por roberto.valenzo el Mié, 17/04/2019 - 08:52

En las economías más avanzadas existe una relación fluida entre el empresariado y los poderes públicos. Al sumar la visión de mercado (la búsqueda de la eficiencia, la generación de valor permanente, el know-howy la innovación del sector privado) a la capacidad del sector público (de aportar un marco legal, financiero y macroeconómico seguro y estable), queda de manifiesto que los esfuerzos conjuntos público-privados no sólo han demostrado sus buenos resultados, sino que son la única vía para abordar los principales retos que enfrenta México.

Entre los desafíos más apremiantes destacan la corrupción, la desigualdad, la injusticia y el cambio climático. Abordar estos retos debe formar parte de un nuevo pacto social para transformar la economía mexicana y transitar hacia una sociedad más justa y equitativa.

El Plan Nacional de Desarrollo (PND) promovido por el gobierno federal para este sexenio señala tres ejes generales: justicia y Estado de derecho; bienestar; y desarrollo económico. Y contiene tres ejes transversales: igualdad de género, no discriminación e inclusión; combate a la corrupción y mejora de la gestión pública; y territorio y desarrollo sostenible.

En el ámbito económico, se definió el objetivo de atraer mayor inversión extranjera (IED) a México (la cual, en el último trimestre de 2018, cayó 15% respecto del año anterior). Para llegar con éxito a la ambiciosa meta expresada por el gobierno, en lo tocante a atraer entre 35,000 y 40,000 millones de dólares (mdd) al año en IED, hemos de transmitir confianza a los inversionistas y continuar tejiendo relaciones comerciales mutuamente beneficiosas con los países que más invierten en México.

Se ha demostrado que un entorno competitivo y fuerte promueve la innovación, la productividad y un crecimiento inclusivo, factores clave para sobrevivir y avanzar como país en el siglo XXI. México puso en marcha importantes reformas estructurales que crean las condiciones idóneas para atraer inversión e incrementar la competitividad y la transparencia en sectores fundamentales. No obstante, las reformas han demostrado ser insuficientes e incompletas.

Hemos ido perdiendo competitividad respecto de otros países. En 2018, México cayó hasta el lugar 51 del Índice de Competitividad del Instituto para el Desarrollo Gerencial (IMD, por sus siglas en inglés), perdiendo un total de 19 posiciones en tan solo cinco años. De los indicadores que mide este ranking, donde mejor se advierte el deterioro de la posición de México, es en la eficiencia de gobierno, la cual tiene que ver con el empeoramiento en los esquemas institucionales y sociales. En particular, algunos de los elementos en detrimento han sido el crecimiento de la economía informal, la alta corrupción y sobornos, la falta de transparencia, las limitaciones del sistema jurídico y la impunidad, entre otros.

Estos malos resultados se agudizan con el descalabro en otros rankings que miden factores esenciales para la competitividad, como lo son la innovación y el talento. El Índice Global de Innovación de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual ubicó a México en una mediocre posición 58, mientras que el Índice Mundial de Talento 2018 del IMD, que mide el desarrollo de las competencias laborales altamente calificadas, sitúa a nuestro país en el lugar 61 de 63 economías en el ranking global, sólo por delante de Mongolia y Venezuela.

El país retrocedió en términos de atracción de talento local y extranjero y de preparación, que califica la calidad de las habilidades y competencias disponibles en cada nación, y se mantuvo en la antepenúltima posición en dicha investigación. Este rezago es compartido también por otros países de la región, que sufren igualmente de una baja inversión en educación, así como de fuga de cerebros.

Sin duda, éstos son retos que conciernen tanto al sector público como al sector privado, obligándolos, de manera urgente, a diseñar un nuevo modelo de desarrollo que fortalezca el Estado de derecho y, además, se coloque a la altura de la solidez de la economía mexicana. El gobierno acierta en situar la lucha contra la corrupción como la base de la transición de México hacia una economía más competitiva que genere igualdad de oportunidades y riqueza compartida para todos; sin embargo, el PND, la hoja de ruta económica para este sexenio, y en cuya discusión participaron los empresarios y los actores sociales, también debe sentar las bases de un nuevo modelo económico sustentado en la expansión del conocimiento y la innovación, comprendidos como factores determinantes del emprendimiento a escala nacional.

Los éxitos son más que evidentes en ciertas economías asiáticas que han transitado hacia este modelo, tales como China, Singapur, Hong Kong y Corea del Sur, países que hace 40 años tenían un menor grado de desarrollo que México, pero que ahora han logrado ubicarse como potencias económicas globales. Pero ¿cómo lo hicieron? Se enfocaron en promover la innovación, la inversión público-privada, la investigación aplicada y el emprendimiento, buscando atraer y formar un mejor talento. Principalmente, se logró divisar su éxito gracias a la aplicación de un enfoque de “cuádruple hélice”, es decir, la interacción estratégica de cuatro ejes: el sector público, la iniciativa privada, la academia y la sociedad civil.

Este modelo se conocía anteriormente como “triple hélice”, en el que faltaba uno de estos actores tan importantes para el desarrollo y la innovación: el factor humano. Los países que apuestan por el desarrollo de talento y que fomentan la innovación, el emprendimiento y la generación de valor compartido, serán las economías que experimentarán un mayor desarrollo en la próxima década.

En este sentido, lo que tienen en común los ecosistemas abiertos de investigación, innovación y emprendimiento que son referentes a escala global (como Silicon Valley o Israel, Singapur o Irlanda), es la estrecha colaboración entre universidades, emprendedores, corporaciones y el sector civil, lo que representa un polo de atracción para el mejor talento global y, por ende, para la inversión extranjera.

Así, uno de los principales factores de competitividad económica global radica en crear ciudades inteligentes y competitivas, en las que la tecnología esté integrada y conecte a emprendedores con mercados y cadenas de valor a escala global, desplegando riqueza cultural y una vibrante comunidad de mentes brillantes. La estrecha colaboración entre gobierno, industria, academia y el sector civil es fundamental para generar una perspectiva flexible, abierta y digital que impulse este ecosistema amigable y sostenible para la innovación y el omniemprendimiento.

La educación es un elemento clave e insustituible en los modelos que han generado crecimiento y prosperidad a tasas muy diferenciales. Las políticas públicas, al igual que los esfuerzos privados, deben volcarse en impulsar una educación de calidad, es decir, incrementar la inversión para universidades, investigación y desarrollo (I+D), ecosistemas de emprendimiento y centros de investigación para generar el mejor talento, que es la principal ventaja competitiva en las economías líderes.

El talento se debe formar bajo los esquemas de nuevas competencias que incitan a generar valor en la industria, además de dar solución a problemas complejos, tomando en cuenta aspectos esenciales como el pensamiento crítico, trabajo en equipo, liderazgo colaborativo, creatividad, inteligencia emocional, capacidades de negociación, toma de decisiones, orientación al servicio y flexibilidad cognitiva. Sólo de esta forma podremos pasar de una economía basada en la manu-factura a otra que se apoye en una industria creativa, emprendedora y preparada para los retos que puedan presentarse en la Cuarta Revolución Industrial.

Algunas universidades y escuelas de negocios llevan años promoviendo el desarrollo de competencias críticas en los estudiantes, con el fin de prepararlos para los nuevos entornos de trabajo dominados por la Inteligencia Artificial, el Big Data, el aprendizaje automatizado, la biotecnología, la nanotecnología y la genómica. No sólo se necesitan líderes emprendedores que sean innovadores para enfrentar de forma creativa los retos que depara el futuro también deben ejercer un liderazgo ético y consciente que tenga en cuenta el impacto social y busque generar valor compartido y la transformación de la sociedad.

Algunas iniciativas que realiza el gobierno federal van por buena dirección, como el programa de capacitación Jóvenes Construyendo el Futuro, en el que la Secretaría del Trabajo, la iniciativa privada, la academia y las organizaciones sociales colaboran para desarrollar las habilidades de la juventud mexicana y aprovechar, así, su gran talento.

La Agenda 2030, a través de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), pretende poner fin a la pobreza, la desigualdad y el hambre, alcanzar la igualdad de género y el acceso para todos a condiciones laborales decentes, facilitar el acceso a servicios de salud y a una educación de calidad, proteger el medioambiente y los recursos naturales, y garantizar que todas las personas disfruten de paz y prosperidad. A escala global y, sobre todo en México, reforzar el enfoque multi-stakeholderes la única forma de generar soluciones a los complejos retos planteados.

La Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible, un esfuerzo liderado por la UNAM y el Tecnológico de Monterrey para movilizar a la academia, el sector privado y la sociedad, en colaboración con el sector público, hacia el cumplimiento de los ODS en México, sigue un modelo concreto enfocado en la generación de soluciones innovadoras y sostenibles a largo plazo.

El trabajo en conjunto entre el gobierno, la iniciativa privada, la academia y la sociedad civil no implica que todos vayan a compartir los mismos puntos de vista, pero sí una agenda en común, con una nueva visión y un planteamiento disruptivo para transformarnos.

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Necesario sumar actores a un nuevo pacto social
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La inyección de competitividad a la economía mexicana no recae solamente en el gobierno y los empresarios. El camino hacia el progreso debe contemplar a la academia y la sociedad civil.
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El Fed y Banxico: ¿A dónde va la política monetaria?

Enviado por roberto.valenzo el Lun, 08/04/2019 - 11:12

Las más recientes decisiones de política monetaria por parte del Fed (20/03/19) y de Banxico (28/03/19), se tradujeron en expectativas muy distintas entre los participantes en los mercados financieros. Las dos instituciones dejaron sin cambio sus respectivas tasas de interés objetivo, una en 2.25-2.50% y la otra en 8.25%. Sin embargo, al parecer, los comunicados de prensa correspondientes fueron interpretados como indicadores de una divergencia en el curso de las políticas monetarias.

La paciencia del Fed


En el caso del Fed, el Comité encargado de la decisión reiteró lo sabido: el mercado de trabajo continúa robusto; la inflación general ha descendido un poco, aunque la subyacente se mantiene cerca de la meta del 2%; y, el crecimiento económico se ha desacelerado como consecuencia de un menor dinamismo del consumo y de la inversión.

Para el futuro previsible (es un decir), el Fed imaginó, a la letra, “una expansión sostenida de la actividad económica, un mercado de trabajo fuerte y una inflación cercana al objetivo simétrico del 2% que plantea el Comité”. A ello, el comunicado agregó que “a la luz de la evolución económica y financiera global y de las disminuidas presiones inflacionarias, el Comité será paciente al determinar qué ajustes futuros de la tasa de interés serán apropiados”. (La palabra clave fue paciente).

¿A qué se refirió el Comité sobre la situación de la economía mundial? Seguramente, al hecho de que el crecimiento económico de Europa y de China se ha debilitado; y, a que el futuro del Brexit no termina de definirse.

Así pues, ante la combinación de una expansión interna menos vigorosa, una inflación despresurizada y un entorno internacional incierto, el Fed optó por cambiar su horizonte de política monetaria. En lugar de mantener la dirección hacia la "normalización", planteó una perspectiva indefinida de estabilidad en la tasa de interés (la famosa paciencia). Los mercados de valores respondieron con entusiasmo; el dólar se debilitó. (Lo sucedido agradó sin duda al presidente Trump).

El cambio de opinión resaltó de nuevo dos características innegables sobre el actuar del Fed: 1.-se trata de una institución enormemente (quizá excesivamente) poderosa; y, 2.-igual que todos los humanos, sus técnicos no conocen el futuro.

Las dudas de Banxico  

En cuanto a Banxico, cabe recordar que la Junta de Gobierno aumentó la tasa de interés en un cuarto de punto porcentual hacia el final de diciembre del ano pasado, llevándola a 8.25%. Al principio de febrero de 2019 la mantuvo sin cambio. Lo mismo hizo el pasado mes de marzo,arzo, como dije. En este último caso, en su comunicado de prensa, la Junta se refirió in extenso a algunos de los mismos factores señalados por el Fed una semana antes: la pérdida de vigor de la expansión mundial; la reducción de la inflación; etc. Además, por supuesto, aludió a la "paciencia" mencionada.

Respecto a la economía de México, Banxico admitió sin eufemismos la realidad: `la actividad económica ,.. continuó mostrando un bajo crecimiento", y el riesgo sigue "sesgado a la baja". (¿Así, o más claro? Sobre la inflación, Banxico destacó lo obvio: su disminución ha sido causada por "menores incrementos en los precios de los energéticos y de los productos agropecuarios". Como quiera, y, a fin de cuentas, la institución concluye que "aún persiste un balance de riesgos al alza para la inflación... en un entorno de marcada incertidumbre".

¿Qué le preocupa al Banco, específicamente? Su lista es impecable y larga: una eventual depreciación del peso; las presiones salariales; el deterioro de las finanzas públicas; la reversión de ciertos precios importantes; la resistencia a la baja de las expectativas de inflación de mediano plazo; etc.

En total, muchos analistas han concluido que Banxico bajará su tasa de interés en junio próximo. Este juicio se finca en la anticipada reducción del crecimiento del PIB, y en la prolongación de la desinflación. No es una predicción irrazonable, pero, en mi escéptica visión, se me antoja prematura.

Por cierto, durante el pasado reciente, el crédito vigente de la banca comercial al sector privado ha seguido creciendo a tasas anuales del orden de 10%. Esto no es precisamente una situación muy restrictiva.

Publicado originalmente en Reforma.

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El Fed y Banxico: ¿A dónde va la política monetaria?
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Artículo publicado en la sección “Glosas marginales” del periódico Reforma
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La hora de tomar un camino

Enviado por egade el Lun, 02/07/2018 - 18:18

Tras la resaca electoral, México se planta ante un nuevo ciclo político determinante para decidir el rumbo del país en la siguiente década. Durante el último sexenio, México registró un importante retroceso en competitividad–el principal termómetro del crecimiento económico y el bienestar venidero— frente a otros países del mundo (perdió 19 lugares en el ranking IMD de Competitividad Global hasta el puesto 51º), mientras que en el Índice Global de Innovación de WIPO, pese a que subió tres lugares, se situó en una mediocre posición 58. Si tomamos el Índice de Percepción de Corrupción, México volvió a caer este año tras haber reculado 28 posiciones en 2017. Este grave retroceso en estos indicadores clave amenaza con enquistarse si no se toman medidas urgentes.

Con una economía aquejada de problemas y retos estructurales, pero con un potencial indudable, el desempeño de México depende tanto de continuar participando en el sistema global como de una gestión de la complejidad interna que accione los incentivos para la modernización del país. Los nuevos gobernantes deben propiciar la transición urgente hacia una economía del conocimiento basada en la innovación, el emprendimiento, la competitividad y el fomento del mercado abierto.

Como se demostró en los dos siglos precedentes en países como EEUU, la inversión en educación y conocimiento (I+D+i) es la mejor política de largo plazo que puede implementar un país, al traducirse en un aumento de las competencias de la fuerza laboral y la innovación, y, con ello, de la productividad. Cada nueva generación de mentes brillantes son los innovadores del futuro. La era de la maquila y el petróleo quedó atrás. Las ideas, el conocimiento y las nuevas competencias de la fuerza laboral son los principales instrumentos que tiene México para competir a nivel global.

El factor humano y la educación devienen más importantes, si cabe, en el contexto de la actual Cuarta Revolución Industrial. La automatización y la inteligencia artificial están ya arrasando con miles de empleos de baja cualificación. En los próximos años, los robots asumirán las tareas repetitivas y predecibles que realizan hoy miles de trabajadores, mientras que los humanos se ocuparán de tareas cognitivas superiores para los que requieren un nuevo conjunto de conocimientos y competencias: creatividad, innovación, pensamiento crítico, toma de decisiones en entornos complejos, empatía, inteligencia emocional, trabajo en equipos multidisciplinares, globales y remotos, etc. En la carrera por la competitividad global del talento, los mexicanos deben apostar por sofisticar y actualizar sus habilidades y capacidades, y enarbolar la bandera de algo tan mexicano como la creatividad.

Mientras los gobernantes intentan formular políticas para hacer frente a esta transformación estructural, el tsunami de cambios culturales que se avecina tendrá implicaciones en todas las industrias. Innovaciones como el el big data, el Internet de las Cosas, las fintech, el blockchain, la robótica o la ingeniería genética y genómica ya están difuminando las fronteras entre lo físico, lo digital y lo biológico, y redefiniendo la misma naturaleza de lo humano.

Ante este cambio de paradigma, ya no funcionan las fórmulas del pasado. Urge creatividad en todos los ámbitos, innovación en la educación y fomentar que las ideas se pongan en práctica: urge promover el omniemprendimiento como modelo para el crecimiento económico y la creación de empleo. Necesitamos mejores políticas y más recursos para incentivar a los miles de emprendedores mexicanos que están respondiendo a estos retos creando nuevas y mejores soluciones para nuestros problemas.

Este cometido no será exitoso si no va acompañado de un fortalecimiento de las instituciones (también en grave retroceso), de un ambiente de competitividad saludable, garantizando la independencia de las institucionesy el que actúen con transparencia y rendición de cuentas, y con un sistema de contrapesos que combata las lacras de la corrupción y la impunidad que tanto daño hacen a México.

Desde las instituciones y organizaciones debemos transmitir asimismo la visión de un liderazgo responsable para crear valor compartido y transformar los negocios y la sociedad hacia un modelo de prosperidad y de combate a la desigualdad. Fruto de los nuevos paradigmas económicos, la colaboración se va a profundizar en todos los ámbitos, aprovechemos la oportunidad para que sociedad civil, sector público y sector privado hagamos de esta voluntad de cambio y renovación una realidad que inspire y cambie, esta vez para bien y de verdad, la vida de los mexicanos.

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Ignacio de la Vega
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El nuevo ciclo político es determinante para decidir el rumbo de México en la siguiente década
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Gestión del talento en la era de Snapchat

Enviado por egade el Lun, 02/07/2018 - 17:51

Según Ernst & Young, para 2025, el 75% de la fuerza laboral en el mundo estará formado por millennials, es decir, personas nacidas después de 1982. Mucho se ha especulado acerca de las diferencias entre los millennials y las dos generaciones que les preceden: los baby boomers y la generación X. Se han vertido ríos de tinta sobre el choque de valores entre estas generaciones y las brechas generacionales al interior de las organizaciones. De hecho, hay investigaciones que demuestran que los millennials difieren de las generaciones anteriores en cuanto a sus valores del trabajo (Smola y Sutton, 2002).

En EGADE Business School, en colaboración con la Gustavson Business School de Canadá, contribuimos a esta líne de investigación examinando las tendencias laborales de la generación del milenio en diversos entornos culturales. Estos son algunos de nuestros hallazgos más relevantes:

¿Quiénes pueden considerarse millennials?

Primero debemos aclarar quiénes son los millennials, también llamados generación Y o generación Next, y qué rasgos comparten. En términos generales, una generación es un grupo de personas que nacen y viven aproximadamente en la misma época, "que experimentan los mismos eventos significativos dentro de un período de tiempo determinado" (Pilcher, 1994). ¿Qué eventos marcaron a la generación del milenio? La liberalización política y económica de la década de los 90, el avance tecnológico generalizado de principios del siglo XXI y la Gran Recesión, que sacudió los mercados mundiales cuando los millennials apenas iniciaban sus carreras. Cabe destacar que, si bien dentro de la misma generación hay diferencias significativas entre individuos, también comparten características comunes.

Presión social omnipresente

Ya en sus primeras decisiones profesionales, los jóvenes millennials se ven influidos por sus padres, hermanos o amigos cercanos, quienes además de inspirarlos, los ayudan a elegir su campo profesional y les ofrecen apoyo emocional (y, en muchos casos, financiero). Incluso cuando tienen dudas sobre su carrera, las expectativas sociales y la aprobación de sus compañeros y familia los empujan a seguir adelante. Si bien la presión social no es algo nuevo, la revolución digital del siglo XXI ha amplificado su efecto en esta generación.

Los millennials experimentan una presión considerable para conformarse debido a la constante comparación con sus pares en las redes sociales. Se ha descubierto que las redes sociales son un poderoso estimulante para los cerebros de adolescentes y adultos jóvenes (Giedd, 2012), así como para cambiar la naturaleza de las interacciones sociales y los comportamientos derivados (Somerville, 2013). Curiosamente, hallamos que el efecto de las redes sociales es más fuerte en el contexto de una economía en desarrollo como la de China. Esta comparación entre pares continúa durante su desarrollo profesional. El flujo constante de historias de éxito en las redes sociales ejerce una presión adicional sobre el millennial para buscar significado y/o reconocimiento en su carrera actual. Si la búsqueda de significado no fructifica, el millennial comienza a buscar alternativas para su carrera.

Los millennials en el lugar de trabajo

En la primera fase de nuestra investigación, entrevistamos a varios millennials originarios de Canadá, China y Polonia para conocer sus actitudes hacia el trabajo y los factores que influyen en sus decisiones sobre el mercado laboral. Sorprendentemente, esta generación no se siente atraída por el dinero u otros incentivos materiales y, contrariamente a lo que se cree, tampoco parecen seducirles prestaciones laborales como la flexibilidad de horarios o trabajar en una oficina con un diseño cool. Si no se trata de dinero ni de prestaciones, ¿de qué se trata?

Resulta que esta generación, tan acostumbrada a los mundos virtuales, busca principalmente relaciones personales positivas en el trabajo. La característica más buscada es una cultura organizacional positiva. Quieren que su trabajo tenga impacto y sea significativo, poder ver cómo contribuye al desempeño de su organización. Los millennials que entrevistamos también subrayaron la necesidad de recibir coaching y mentorías.

Parece que la brecha generacional dentro de las organizaciones es menor de lo que se pensaba, ya que los millennials valoran la experiencia de colegas mayores y quieren que la compartan. Curiosamente, también buscan oportunidades para compartir su experiencia, lo cual no sorprende al tratarse de una generación educada en la era de los comentarios omnipresentes. En resumen, los millennials quieren saber por qué hacen lo que hacen y cómo pueden mejorar.

Atraer y retener el talento en la nueva era

Si bien todos estos hallazgos son interesantes para los investigadores, una pregunta permanece sin respuesta: ¿cómo atraer (la parte fácil) y retener (la parte complicada) millennials en tu organización? Como siempre, hay buenas y malas noticias. La buena noticia es que no requiere una inversión financiera sustancial. Desafortunadamente, requiere un cambio de mentalidad que para muchas organizaciones es más difícil que gastar millones de dólares.

En primer lugar, las empresas deben comprender que, en un mundo global, la competencia por el talento también es global. Muchas empresas ya han aprovechado las ventajas del talento global. Sin embargo, rara vez prevén la migración global del talento local. Es decir, que compañías de otros lugares pueden acceder al talento local. En segundo lugar, las empresas deben ser proactivas y realistas en su búsqueda de talento, deben buscar candidatos de alto potencial antes de que decidan buscar un trabajo.

Finalmente, surge la cuestión de cómo retener a los millennials en tu organización. Durante las entrevistas, sobresalieron tres temas principales: el trabajo, la carrera y la gente. Hay menos probabilidades de que los millennials abandonen su organización si pueden ver el impacto directo de su trabajo y si éste es relevante para la sociedad. El trabajo también debe ser desafiante y dinámico, satisfaciendo así su necesidad de aprendizaje constante. El plan de carreradebe ser claro y estructurado, para que sepan cómo crecerán en la organización. Por último, la gente– como ya se mencionó, los millennials buscan orientación y tutoría, por lo tanto, las generaciones mayores deben estar listas y dispuestas a ofrecer ayuda. Si se cumplen estas condiciones simples pero desafiantes, tanto los millennials como organizaciones prosperarán.

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Mike Szymanski
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Qué hace que los millennials quieran trabajar en tu compañía
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Es imperativo revertir la pérdida de competitividad del último sexenio

Enviado por egade el Jue, 28/06/2018 - 16:39

Hace algunas semanas se difundió que entre 2017 y 2018 México perdió 3 posiciones en el ranking mundial de competitividad de IMD, al ocupar la posición 51 en un conjunto de 63 países. Sin embargo, la noticia no enfatizó que, de acuerdo con este indicador, nuestro país en realidad ha perdido 19 posiciones en competitividad en los últimos 5 años, cuando ocupaba el lugar 32.

La competitividad es un concepto amplio, que según Arturo Bris –director del IMD World Competitiveness Center– expresa “la manera en la que los países, regiones y empresas manejan sus competencias para conseguir crecimiento de largo plazo, generar empleos y aumentar el bienestar”. De acuerdo con el Foro Económico Mundial, “una economía competitiva es una economía productiva, y la productividad conduce al crecimiento que a su vez nos lleva a (mayores) niveles de ingreso y a un mayor bienestar.”

El índice de IMD considera más de 250 indicadores correlacionados con la competitividad ya que operan de una de estas 3 formas: como factores creadores de condiciones para la competitividad, como indicadores del nivel de competitividad, o como variables que reciben los efectos directos del nivel de competitividad alcanzado. De los 4 grandes factores, este es el ranking de los que más posiciones han perdido:

  • Mayor pérdida en eficiencia de gobierno (lugar 54º): Empeoramiento en los esquemas institucional y social, que son determinados por el grado de efectividad de la acción gubernamental. En particular, algunos de los elementos de deterioro en este rubro son: el crecimiento de la economía informal, alta corrupción y sobornos, falta de transparencia, riesgos a la seguridad personal y a los derechos de propiedad, limitaciones del sistema de justicia, alta tasa de homicidios, elevada desigualdad en el ingreso y en las oportunidades, evasión fiscal y dificultades para la creación de nuevas empresas.
  • Deterioro del desempeño económico (lugar 35º): Bajo dinamismo de la inversión pública y privada, de la producción nacional total y per capita, y del empleo formal; repunte de la inflación y del costo de los alimentos, y depreciación de la moneda nacional. Además, las limitaciones en el comercio internacional, como su alta concentración en los Estados Unidos y lo limitado de las exportaciones de servicios. Estos dos últimos aspectos suponen un riesgo particular ante las dificultades para la renovación de TLCAN.
  • Comportamiento errático de la eficiencia de las empresas (48º lugar): ha tenido un comportamiento errático pero con una tendencia al empeoramiento. Es interesante que el deterioro se observó en todos los subcomponentes de este factor tales como: productividad, eficiencia, competencias de gestión, situación financiera y actitudes y valores.
  • Menor detrimento del factor infraestructura (55º lugar): Se han perdido 6 posiciones desde 2013. Esto nos hace ver que nuestra dotación de infraestructura ha sido tradicionalmente limitada y que no ha aumentado al ritmo del resto del mundo. Destacan las pérdidas mayores en aspectos como infraestructura básica, salud y ambiente, y educación.
México en el índice global de competitividad IMD

Situación de México en el Reporte del Índice Global de Competitividad 2018 de IMD.

Por supuesto que existen fortalezas y comportamientos positivos en diversos elementos asociados con la productividad y la competitividad de México, que pueden servir como punto de apoyo para desarrollar una cruzada nacional para la recuperación de la competitividad y la productividad del país.

Pero es importante que el nuevo gobierno federal, que iniciará sus funciones a fines de año, desarrolle y atienda una agenda integral que ataque las trabas institucionales, sociales, económicas y políticas que han afectado la competitividad, la productividad, el crecimiento y el bienestar de México y sus habitantes. Este es un reto que resulta impostergable asumir con inteligencia, valentía y voluntad política.

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Jorge Mendoza
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La caída en competitividad en los últimos 5 años ha sido de 19 posiciones y en todos los rubros. El más crítico, eficiencia de gobierno.
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¿Qué tan sostenible es el Mundial?

Enviado por egade el Lun, 18/06/2018 - 09:15

La preocupación por el impacto ambiental de los grandes eventos deportivos inició desde los Juegos Olímpicos de Sídney 2000. Desde entonces, las competencias más relevantes y masivas a nivel global, al menos teóricamente, buscan compensar su propia huella de carbono. Conceptos como estadios verdes, manejo de desechos y reciclaje o impacto ambiental urbano, están cada vez más presentes.

La Fédération Internationale de Football Association (FIFA), por ejemplo, mostró su compromiso con la reducción del impacto ambiental de la Copa Mundial de Alemania 2006, incorporando planes y medidas específicas para decrecer la huella de carbono. Doce años después, para el Mundial de Rusia, ha publicado un reporte que evalúa el impacto positivo de la Copa en el país anfitrión en las esferas económica, social y medioambiental. No exento de sesgos, al ser la FIFA organizadora del evento, este tipo de reporte también se publicó para el Mundial de Brasil 2014. Sin embargo, lo acontecido en el país sudamericano dista mucho del escenario positivo marcado en el reporte.

La gran decepción de Brasil 2014

La Copa del Mundo de Brasil tenía expectativas muy altas. De hecho, se había esperado que fuera la Copa Verde. Sin embargo, no sólo fue criticada por las prácticas poco sostenibles para el medio ambiente, sino también por el impacto social negativo que tuvo en Brasil. Antes del Mundial se produjeron protestas locales, en las cuales los manifestantes aducían que mientras no se cubrían los  servicios básicos de la población, se iban a gastar millones de dólares en estadios que jamás se volverían a utilizar. La ciudadanía no percibió este evento como algo que genuinamente impactaría positivamente a su país, ni en el corto ni largo plazo.

Si bien la FIFA se enfocó en obtener certificaciones verdes para sus edificios y hubo iniciativas de reciclaje y conservación del agua, no se consideraron factores de movilidad en un país con un sistema de transporte público poco desarrollado, aumentando considerablemente el uso de transporte privado.

¿Será realmente sostenible el Mundial de Rusia?

Este año, el ex viceprimer ministro ruso Arkady Dvorkovich, presidente del Comité Organizador Local de la Copa Mundial de Rusia 2018, junto con Alexey Sorokin, director general del Comité Organizador, presentaron el reporte de evaluación del impacto social, económico y ambiental del torneo

Según este reporte, se evaluó el impacto positivo de largo plazo del Mundial respecto a la creación de empleos, desarrollo local, capital humano, y hasta crecimiento del PIB:

  • En la industria de la construcción, se habrían capacitado 79 mil rusos, en la industria de la hospitalidad, 38 mil habrían mejorado sus habilidades, y en la industria de comunicación y transporte, 18 mil rusos se habrían profesionalizado.
  • Al ser un evento deportivo, el reporte también acentúa el impacto sobre el desarrollo físico y deportivo de los rusos, así como la infraestructura con la que se quedarán: cuatro arenas, ocho estadios y 95 campos de entrenamiento.
  • Entre los cambios estructurales se encuentran proyectos de modernización de sistemas de alcantarillado, mejoras del manejo de desperdicio, rehabilitación de hospitales, adquisición de ambulancias, creación de nuevos sitios de atención de emergencias, reconstrucción de estaciones de tren, y el aumento de la capacidad de los principales aeropuertos.
  • En el ámbito cultural, el reporte menciona que habrá más de 360 eventos educativos y culturales por todo el país.

De acuerdo al reporte de FIFA, 77% de la ciudadanía rusa cree que la Copa del Mundo contribuye al prestigio del país.

La información del reporte parece mostrar que el impacto del Mundial será más positivo que negativo. Además, para este reporte, la FIFA y el Comité Organizador Local trabajaron con la Oficina de Derechos Humanos de la ONU para desarrollar la nueva estrategia de sostenibilidad del Mundial, adaptada para las especificidades del país anfitrión.

Sin embargo, la FIFA se ve beneficiada de una buena percepción del Mundial. Sobre todo, si recordamos las controversias respecto a la corrupción interna que se reportaron en años recientes, la percepción profundamente negativa de la Copa Mundial de Brasil y las críticas actuales al Mundial de Qatar 2022.

Los escándalos de Qatar 2022

Entre las críticas más sonadas a la Copa Mundial de Qatar se mencionan lacras como la esclavitud moderna y la corrupción, así como problemas infraestructurales.

  • Desde que se eligió Qatar como sede hubo varias alegaciones que aseguraban que el país fue seleccionado como anfitrión debido a procesos corruptos.
  • Está documentado por medios como , evidencias de que para poder construir lo ambiciosos estadios para el Mundial, muchos migrantes sufrieron abusos y tuvieron que trabajar en condiciones desérticas sin acceso al agua, les quitaron sus pasaportes para asegurarse que no pudieran regresar a sus países, los obligaban a vivir en campamentos descuidados, y había ocasiones en las que no les pagaban por su trabajo. Sólo en el comienzo del proyecto, en tres meses ya habían fallecido al menos 44 migrantes de Nepal en las construcciones.
  • Entre otras problemáticas sociales, en Qatar la homosexualidad es ilegal a diferencia de Rusia, donde la homosexualidad no es ilegal per se. Sin embargo, sí es mal vista, y mostrar gestos afectivos con alguien del mismo sexo podría resultar fatal.
  • Por último, Qatar prometió demasiadas cosas, como hoteles y hasta ciudades que no existían al momento de ser elegido anfitrión; y tecnología que no poseen y que ha sido probado que es imposible de desarrollar para el 2022. Por ejemplo, enfriadores en los estadios para poder combatir el clima desértico.

Queda por ver las consecuencias de la Copa Mundial de Rusia, y ver si están más alineadas a casos como el de Brasil o a lo esperado por su reporte de impacto económico, social y medioambiental. Así como ver qué medidas se tomarán para mejorar la ya muy negativa percepción de la Copa Mundial de Qatar.

Quizá en décadas anteriores la FIFA podía disimular muchos de sus procesos éticamente dudosos. Sin embargo, en un mundo donde la globalización ha ido de la mano con la comunicación democratizada, estará bajo una lupa vista por millones de personas, y no sólo los fans del futbol estarán siguiendo las noticias. Esto obliga a todos los eventos masivos a ser más responsables con la sociedad y el medioambiente.

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¿Qué tan sostenible es el Mundial?
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En décadas anteriores la FIFA podía disimular procesos éticamente dudosos, sin embargo, las Copas Mundiales están hoy bajo el escrutinio de millones de personas.
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Inclusión de personas sordas en las empresas

Enviado por egade el Mié, 13/06/2018 - 09:14

La discapacidad auditiva es una discapacidad invisible, pero hasta 2.4 millones de mexicanos viven con ella, según la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica. Las barreras de comunicación son altas, teniendo en cuenta que muy pocas personas oyentes conocen la lengua oficial de las personas con discapacidad auditiva en nuestro país y hay pocos intérpretes capacitados en la Lengua de Señas Mexicana (LSM).

Los últimos debates presidenciales televisados incluyeron en su retransmisión un recuadro con un intérprete en la esquina inferior derecha de la pantalla. Sin embargo, este recuadro resulta demasiado pequeño para los miembros de la comunidad sorda que ven el debate desde sus casas. Si bien se pueden poner subtítulos, o Closed Captions (cc), la mayoría de las personas sordas no saben leer. Asimismo, hay páginas de internet que ofrecen un cuadro más grande con intérpretes de LSM, pero no todas las personas sordas tienen acceso a internet.

Gerardo Monsivais, cofundador de Dilo en Señas, y persona sorda, reconoce que le preocupa este tema porque se trata de votos. “En el primer debate no se alcanzó a ver el intérprete, en este intérprete fue mejor, pero está pequeño el cuadro. Yo esperaba que en el segundo debate se ampliará, ya que al haber renunciado Margarita Zavala habías espacio para hacerlo más grande”.

Oscar Tadeo Tavitas, profesionista sordo y Licenciado en Diseño Industrial, egresado del Tecnológico de Monterrey, coincide con que los intérpretes en el debate presidencial son buenos en términos generales y comenta que “a veces los criticamos porque el formato de la televisión es también malo: recuadro muy pequeño y es difícil ver bien las señas.” Asimismo, comenta que la falta de intérpretes de lenguas de señas en instituciones Gobierno “es una falta de respeto a nuestra cultura y una violación a nuestros derechos humanos”:

Daniel Maya, presidente de la Asociación Nacional de Intérpretes y Traductores de Lengua de Señas (AIT), admite que “en el primer debate hubo intérpretes que tienen certificación y acreditación de la asociaciones nacionales de intérpretes. También tomaron cursos en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para poder entender el tema en materia electoral y están capacitados para poder interpretar el debate. No todos los intérpretes tienen el conocimiento en materia electoral para poder interpretar.”

El presidente de la AIT, comenta que los intérpretes en el primer debate fueron personas oyentes con las capacidades y habilidades para interpretar. Algo que pocas personas saben es que en el segundo debate hubo intérpretes sordos, que también tienen habilidades de interpretación y que fueron preparados por la AIT para poder ser intérpretes. Sin embargo, Maya comenta que no todos los sordos pueden ser intérpretes, puesto que se necesitan conocimientos y habilidades especiales, además de mucho entrenamiento.


Del hablante bilingüe al intérprete sordo


En México existen pocas asociaciones que tienen experiencia en la formación de intérpretes. La Asociación Nacional de Intérpretes y Traductores de Lengua de Señas en la República Mexicana está colaborando con la Unión Nacional de Sordos de México para la preparación de un programa de enseñanza de interpretación, así como una evaluación que quieren presentar el Conaids para que puedan hacer una capacitación y evaluación de intérpretes. Daniel opina que “no hay que inventar nada nuevo, ya se tienen estándares a nivel internacional sobre evaluaciones de intérpretes en lenguas orales y esas se pueden aplicar también a los intérpretes de lenguas de señas”.

El ser intérprete es una profesión, no un oficio. No toda la persona que sabe señas automáticamente es intérprete, tiene que recibir formación profesional. “El ser un hablante bilingüe no convierte a nadie en intérprete, es necesario recibir formación profesional para poder llamarse intérprete”, afirma Daniel.

Olinda Perla Treviño González, fundadora y ex presidenta de la asociación de sordos de Nuevo León, miembro del consejo consultivo de personas con discapacidad Monterrey y actual vicepresidente de la UNSM (Unión Nacional de Sordos de México, AC), fue la primera directora sorda en México. Perla considera “sumamente importante que existan interpretaciones en medios de comunicación masiva”.

Respecto a la interpretación de los debates presidenciales, Perla opina que “es excelente que se elijan personas competentes. Por primera vez en la historia contamos con la figura del intérprete sordo. Los intérpretes de lengua de señas mexicana (ILSM) Sordos han sido formados para esta actividad. Me siento orgullosa porque esta actividad empodera a las personas sordas y nos coloca como profesionales en eventos públicos, dándonos la oportunidad de que la mirada de la sociedad se centre en nuestras capacidades y nos reconozca como sujetos de derecho”.

Existen algunas asociaciones que se dedican a la formación de ILSM, así como “personas competentes que han realizado estudios sobre interpretación de manera autodidacta, compartiendo experiencias de trabajo, asistencia a congresos, simposios, seminarios, cursos permanentes, además del contacto permanente con la comunidad de sordos” afirma Treviño, y asegura que “el reconocimiento de un ILSM se obtiene con la aceptación de su trabajo por parte de los miembros de la comunidad de sordos de su localidad”.


La inclusión en las empresas



Respecto a las empresas, Daniel Maya propone que “al menos una parte del departamento de Recursos Humanos aprenda lo básico de la lengua de señas y tener videograbadas las instrucciones, reglamentos, manuales, y contratos en lengua de señas.”

Oscar cree importante “primero, sensibilizar a su personal de recursos humanos y luego al personal en general en relación con el trato de la comunidad sorda, y si es posible que exista una persona que se comunique en LSM.”

Para ser más inclusivas, Perla opina que las empresas deben cambiar su paradigma sobre la persona sorda, para “dejar de ver al sordo como una persona con una deficiencia y mirarlo como una persona diferente al oyente con una cultura y lengua propia. De esta manera da cabida a incorporar un Lenguaje más incluyente y crear contextos laborales con accesibilidad.” Treviño cree que es conveniente que las empresas cuenten con capacitación para crear contextos bilingües en donde se incluya la Lengua de Señas y se incorpore al ILSM.

En las instituciones financieras, por ejemplo, “es necesario que se capacite a los empleados sobre cómo atender a las personas sordas, ya que en ocasiones los trámites para obtener un préstamo o cancelación de alguna cuenta bancaria, se realiza vía telefónica, lo que dificulta que una persona sorda lo lleve a cabo de manera personal y por lo general no se acepta que una persona oyente lo realice a nombre de la persona sorda, ya que se requiere grabar la voz para iniciar y concluir el proceso. Algunos amigos han tenido que acudir con el Gerente del Banco como Testigo del proceso y dar apertura o cancelación al servicio” concluye Perla.

Constantemente damos por sentado nuestro acceso a la información. De hecho, muchas veces nos informamos sin querer, escuchando algo en la calle, en la radio camino al trabajo o leyendo en redes sociales por accidente. La realidad de millones de mexicanos es que no pueden comunicarse de forma oral y en su abrumadora mayoría no pueden leer ni escribir, porque nuestro sistema escolar no es lo suficientemente inclusivo, y desafortunadamente, nuestra sociedad tampoco lo es aún.

No obstante, sabemos que la colaboración en conjunto con los grupos que tienden a ser excluidos es clave. Nada sobre ellos sin ellos. Además, en términos generales, estamos viendo que las generaciones más jóvenes tienen una visión de justicia social e inclusión más amplia que la que habíamos visto antes. Y, aunque falte mucho por hacer, hay mucha gente trabajando por un país más inclusivo. Hay cosas que podemos hacer desde nuestra trinchera: hablar con nuestra empresa/organización para ver qué hacen para ser más inclusivos, tomar una clase Lengua de Señas Mexicana, firmar peticiones, apoyar proyectos de inclusión, platicar del tema de inclusión durante la comida y muchas cosas más. El cambio también está nuestras manos.

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Priscilla Madrid
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Es conveniente que las empresas cuenten con capacitación para crear contextos bilingües en donde se incluya la Lengua de Señas
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La economía del comportamiento como impulsor de la sostenibilidad

Enviado por roberto.valenzo el Mar, 01/05/2018 - 16:52

A diferencia del estudio convencional de la economía, la economía del comportamiento no asume que las personas son entes racionales que sólo toman decisiones estratégicas para maximizar recursos. Según el Instituto Mexicano de Economía del Comportamiento, este tipo de economía opera en la intersección entre el comportamiento humano, la toma de decisiones y los incentivos, para entender y mejorar el comportamiento humano. Esta es una rama de la economía que aún resulta desconocida y de la cual las empresas se pueden beneficiar para revolucionar el movimiento de la sostenibilidad.

Un ejemplo de esto es a través de lo que se puede llamar en español “prueba social” (social proof). Este concepto fue uno de los 6 principios que el Doctor Robert Cialdini publicó en su libro Influencia: la psicología de la persuasión. El Dr. Cialdini y sus estudiantes hicieron múltiples estudios para probar los principios del libro. En el caso de la prueba social, encontraron que ésta nace tanto de nuestras inseguridades como del deseo de hacer lo que es percibido como correcto. Por lo tanto, es un fenómeno en el que uno toma de referencia el comportamiento de otras personas para guiar su propio comportamiento.

En su artículo, Normas sociales y Conservación de Energía, en el Journal de Economía Pública, Hunt Allcott revisó el caso de la empresa Opower. Esta empresa les ofrece a sus usuarios un reporte de qué tanta energía están usando y la compara con la de sus vecinos. Los estudios de Allcott muestran que esta simple información ha logrado reducir el uso de energía de la gente más que cualquier otra campaña de buen uso de energía. Quienes reciben el reporte con la información extra han tomado medidas de corto plazo (cambiar el tipo de foco) y hasta de largo plazo (cambiar la insolación de la casa) para reducir su uso de energía.

Saber que están haciendo tus vecinos puede influenciar qué haces tú y este buen comportamiento se puede reafirmar más. Opower también incluye una carita feliz en el reporte si estás usando menos energía que el promedio de tus vecinos y esto persuade de forma gráfica a los usuarios a continuar haciendo las cosas bien. Este reporte comparativo hace reflexionar más a la gente y la hace más proactiva respecto a la sostenibilidad energética. Sólo tener la información de tu casa parece no tener mucho impacto si no tienes con qué comprarla. Agregar esta información no cuesta mucho y tiene un gran efecto.

Otro concepto de la economía del comportamiento que puede ayudar a la sostenibilidad es el de aversión a la pérdida. Esto quiere decir que “no perder” nos hace más felices que “ganar”. Para ilustrar esto de mejor manera podemos usar como ejemplo el uso de termos o recipientes reusables cuando pides café para llevar en las cafeterías. En algunos lugares, te dan descuento si llevas tu propio termo. Sin embargo, el profesional de la publicidad, Oliver Payne, descubrió que esto no cambia el comportamiento de forma eficiente porque a la gente no le importa tanto “ganar” un descuento por traer su propio termo.

La forma más eficiente de crear impacto sería introducir el precio con el descuento al café y cobrar extra a quienes quieres un vaso desechable. Es decir, en vez de cobrar inicialmente una taza de café por 30 pesos y venderlo en 20 pesos si traes tu propio termo, lo más útil sería anunciar el café a20 pesos y cobrar 30 pesos si no traes tu termo contigo. En general, ahorrar no es un incentivo muy fuerte, por lo cual la reacción de las personas es mucho más diferente si sientes que estás pagando de más, en comparación a sentir que estás ahorrando.

Estos son sólo dos ejemplos que prueban que cómo presentamos la información puede servir para crear un cambio sostenible, sin mucho esfuerzo financiero. La economía del comportamiento tiene mucho más términos e investigación que pueden servir a pequeñas y grandes empresas.

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La economía del comportamiento como impulsor de la sostenibilidad
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Las personas no son entes racionales que sólo toman decisiones estratégicas para maximizar recursos.
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