¿Qué tan sostenible es el Mundial?

Enviado por egade el Lun, 18/06/2018 - 09:15

La preocupación por el impacto ambiental de los grandes eventos deportivos inició desde los Juegos Olímpicos de Sídney 2000. Desde entonces, las competencias más relevantes y masivas a nivel global, al menos teóricamente, buscan compensar su propia huella de carbono. Conceptos como estadios verdes, manejo de desechos y reciclaje o impacto ambiental urbano, están cada vez más presentes.

La Fédération Internationale de Football Association (FIFA), por ejemplo, mostró su compromiso con la reducción del impacto ambiental de la Copa Mundial de Alemania 2006, incorporando planes y medidas específicas para decrecer la huella de carbono. Doce años después, para el Mundial de Rusia, ha publicado un reporte que evalúa el impacto positivo de la Copa en el país anfitrión en las esferas económica, social y medioambiental. No exento de sesgos, al ser la FIFA organizadora del evento, este tipo de reporte también se publicó para el Mundial de Brasil 2014. Sin embargo, lo acontecido en el país sudamericano dista mucho del escenario positivo marcado en el reporte.

La gran decepción de Brasil 2014

La Copa del Mundo de Brasil tenía expectativas muy altas. De hecho, se había esperado que fuera la Copa Verde. Sin embargo, no sólo fue criticada por las prácticas poco sostenibles para el medio ambiente, sino también por el impacto social negativo que tuvo en Brasil. Antes del Mundial se produjeron protestas locales, en las cuales los manifestantes aducían que mientras no se cubrían los  servicios básicos de la población, se iban a gastar millones de dólares en estadios que jamás se volverían a utilizar. La ciudadanía no percibió este evento como algo que genuinamente impactaría positivamente a su país, ni en el corto ni largo plazo.

Si bien la FIFA se enfocó en obtener certificaciones verdes para sus edificios y hubo iniciativas de reciclaje y conservación del agua, no se consideraron factores de movilidad en un país con un sistema de transporte público poco desarrollado, aumentando considerablemente el uso de transporte privado.

¿Será realmente sostenible el Mundial de Rusia?

Este año, el ex viceprimer ministro ruso Arkady Dvorkovich, presidente del Comité Organizador Local de la Copa Mundial de Rusia 2018, junto con Alexey Sorokin, director general del Comité Organizador, presentaron el reporte de evaluación del impacto social, económico y ambiental del torneo

Según este reporte, se evaluó el impacto positivo de largo plazo del Mundial respecto a la creación de empleos, desarrollo local, capital humano, y hasta crecimiento del PIB:

  • En la industria de la construcción, se habrían capacitado 79 mil rusos, en la industria de la hospitalidad, 38 mil habrían mejorado sus habilidades, y en la industria de comunicación y transporte, 18 mil rusos se habrían profesionalizado.
  • Al ser un evento deportivo, el reporte también acentúa el impacto sobre el desarrollo físico y deportivo de los rusos, así como la infraestructura con la que se quedarán: cuatro arenas, ocho estadios y 95 campos de entrenamiento.
  • Entre los cambios estructurales se encuentran proyectos de modernización de sistemas de alcantarillado, mejoras del manejo de desperdicio, rehabilitación de hospitales, adquisición de ambulancias, creación de nuevos sitios de atención de emergencias, reconstrucción de estaciones de tren, y el aumento de la capacidad de los principales aeropuertos.
  • En el ámbito cultural, el reporte menciona que habrá más de 360 eventos educativos y culturales por todo el país.

De acuerdo al reporte de FIFA, 77% de la ciudadanía rusa cree que la Copa del Mundo contribuye al prestigio del país.

La información del reporte parece mostrar que el impacto del Mundial será más positivo que negativo. Además, para este reporte, la FIFA y el Comité Organizador Local trabajaron con la Oficina de Derechos Humanos de la ONU para desarrollar la nueva estrategia de sostenibilidad del Mundial, adaptada para las especificidades del país anfitrión.

Sin embargo, la FIFA se ve beneficiada de una buena percepción del Mundial. Sobre todo, si recordamos las controversias respecto a la corrupción interna que se reportaron en años recientes, la percepción profundamente negativa de la Copa Mundial de Brasil y las críticas actuales al Mundial de Qatar 2022.

Los escándalos de Qatar 2022

Entre las críticas más sonadas a la Copa Mundial de Qatar se mencionan lacras como la esclavitud moderna y la corrupción, así como problemas infraestructurales.

  • Desde que se eligió Qatar como sede hubo varias alegaciones que aseguraban que el país fue seleccionado como anfitrión debido a procesos corruptos.
  • Está documentado por medios como , evidencias de que para poder construir lo ambiciosos estadios para el Mundial, muchos migrantes sufrieron abusos y tuvieron que trabajar en condiciones desérticas sin acceso al agua, les quitaron sus pasaportes para asegurarse que no pudieran regresar a sus países, los obligaban a vivir en campamentos descuidados, y había ocasiones en las que no les pagaban por su trabajo. Sólo en el comienzo del proyecto, en tres meses ya habían fallecido al menos 44 migrantes de Nepal en las construcciones.
  • Entre otras problemáticas sociales, en Qatar la homosexualidad es ilegal a diferencia de Rusia, donde la homosexualidad no es ilegal per se. Sin embargo, sí es mal vista, y mostrar gestos afectivos con alguien del mismo sexo podría resultar fatal.
  • Por último, Qatar prometió demasiadas cosas, como hoteles y hasta ciudades que no existían al momento de ser elegido anfitrión; y tecnología que no poseen y que ha sido probado que es imposible de desarrollar para el 2022. Por ejemplo, enfriadores en los estadios para poder combatir el clima desértico.

Queda por ver las consecuencias de la Copa Mundial de Rusia, y ver si están más alineadas a casos como el de Brasil o a lo esperado por su reporte de impacto económico, social y medioambiental. Así como ver qué medidas se tomarán para mejorar la ya muy negativa percepción de la Copa Mundial de Qatar.

Quizá en décadas anteriores la FIFA podía disimular muchos de sus procesos éticamente dudosos. Sin embargo, en un mundo donde la globalización ha ido de la mano con la comunicación democratizada, estará bajo una lupa vista por millones de personas, y no sólo los fans del futbol estarán siguiendo las noticias. Esto obliga a todos los eventos masivos a ser más responsables con la sociedad y el medioambiente.

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¿Qué tan sostenible es el Mundial?
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En décadas anteriores la FIFA podía disimular procesos éticamente dudosos, sin embargo, las Copas Mundiales están hoy bajo el escrutinio de millones de personas.
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Inclusión de personas sordas en las empresas

Enviado por egade el Mié, 13/06/2018 - 09:14

La discapacidad auditiva es una discapacidad invisible, pero hasta 2.4 millones de mexicanos viven con ella, según la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica. Las barreras de comunicación son altas, teniendo en cuenta que muy pocas personas oyentes conocen la lengua oficial de las personas con discapacidad auditiva en nuestro país y hay pocos intérpretes capacitados en la Lengua de Señas Mexicana (LSM).

Los últimos debates presidenciales televisados incluyeron en su retransmisión un recuadro con un intérprete en la esquina inferior derecha de la pantalla. Sin embargo, este recuadro resulta demasiado pequeño para los miembros de la comunidad sorda que ven el debate desde sus casas. Si bien se pueden poner subtítulos, o Closed Captions (cc), la mayoría de las personas sordas no saben leer. Asimismo, hay páginas de internet que ofrecen un cuadro más grande con intérpretes de LSM, pero no todas las personas sordas tienen acceso a internet.

Gerardo Monsivais, cofundador de Dilo en Señas, y persona sorda, reconoce que le preocupa este tema porque se trata de votos. “En el primer debate no se alcanzó a ver el intérprete, en este intérprete fue mejor, pero está pequeño el cuadro. Yo esperaba que en el segundo debate se ampliará, ya que al haber renunciado Margarita Zavala habías espacio para hacerlo más grande”.

Oscar Tadeo Tavitas, profesionista sordo y Licenciado en Diseño Industrial, egresado del Tecnológico de Monterrey, coincide con que los intérpretes en el debate presidencial son buenos en términos generales y comenta que “a veces los criticamos porque el formato de la televisión es también malo: recuadro muy pequeño y es difícil ver bien las señas.” Asimismo, comenta que la falta de intérpretes de lenguas de señas en instituciones Gobierno “es una falta de respeto a nuestra cultura y una violación a nuestros derechos humanos”:

Daniel Maya, presidente de la Asociación Nacional de Intérpretes y Traductores de Lengua de Señas (AIT), admite que “en el primer debate hubo intérpretes que tienen certificación y acreditación de la asociaciones nacionales de intérpretes. También tomaron cursos en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para poder entender el tema en materia electoral y están capacitados para poder interpretar el debate. No todos los intérpretes tienen el conocimiento en materia electoral para poder interpretar.”

El presidente de la AIT, comenta que los intérpretes en el primer debate fueron personas oyentes con las capacidades y habilidades para interpretar. Algo que pocas personas saben es que en el segundo debate hubo intérpretes sordos, que también tienen habilidades de interpretación y que fueron preparados por la AIT para poder ser intérpretes. Sin embargo, Maya comenta que no todos los sordos pueden ser intérpretes, puesto que se necesitan conocimientos y habilidades especiales, además de mucho entrenamiento.


Del hablante bilingüe al intérprete sordo


En México existen pocas asociaciones que tienen experiencia en la formación de intérpretes. La Asociación Nacional de Intérpretes y Traductores de Lengua de Señas en la República Mexicana está colaborando con la Unión Nacional de Sordos de México para la preparación de un programa de enseñanza de interpretación, así como una evaluación que quieren presentar el Conaids para que puedan hacer una capacitación y evaluación de intérpretes. Daniel opina que “no hay que inventar nada nuevo, ya se tienen estándares a nivel internacional sobre evaluaciones de intérpretes en lenguas orales y esas se pueden aplicar también a los intérpretes de lenguas de señas”.

El ser intérprete es una profesión, no un oficio. No toda la persona que sabe señas automáticamente es intérprete, tiene que recibir formación profesional. “El ser un hablante bilingüe no convierte a nadie en intérprete, es necesario recibir formación profesional para poder llamarse intérprete”, afirma Daniel.

Olinda Perla Treviño González, fundadora y ex presidenta de la asociación de sordos de Nuevo León, miembro del consejo consultivo de personas con discapacidad Monterrey y actual vicepresidente de la UNSM (Unión Nacional de Sordos de México, AC), fue la primera directora sorda en México. Perla considera “sumamente importante que existan interpretaciones en medios de comunicación masiva”.

Respecto a la interpretación de los debates presidenciales, Perla opina que “es excelente que se elijan personas competentes. Por primera vez en la historia contamos con la figura del intérprete sordo. Los intérpretes de lengua de señas mexicana (ILSM) Sordos han sido formados para esta actividad. Me siento orgullosa porque esta actividad empodera a las personas sordas y nos coloca como profesionales en eventos públicos, dándonos la oportunidad de que la mirada de la sociedad se centre en nuestras capacidades y nos reconozca como sujetos de derecho”.

Existen algunas asociaciones que se dedican a la formación de ILSM, así como “personas competentes que han realizado estudios sobre interpretación de manera autodidacta, compartiendo experiencias de trabajo, asistencia a congresos, simposios, seminarios, cursos permanentes, además del contacto permanente con la comunidad de sordos” afirma Treviño, y asegura que “el reconocimiento de un ILSM se obtiene con la aceptación de su trabajo por parte de los miembros de la comunidad de sordos de su localidad”.


La inclusión en las empresas



Respecto a las empresas, Daniel Maya propone que “al menos una parte del departamento de Recursos Humanos aprenda lo básico de la lengua de señas y tener videograbadas las instrucciones, reglamentos, manuales, y contratos en lengua de señas.”

Oscar cree importante “primero, sensibilizar a su personal de recursos humanos y luego al personal en general en relación con el trato de la comunidad sorda, y si es posible que exista una persona que se comunique en LSM.”

Para ser más inclusivas, Perla opina que las empresas deben cambiar su paradigma sobre la persona sorda, para “dejar de ver al sordo como una persona con una deficiencia y mirarlo como una persona diferente al oyente con una cultura y lengua propia. De esta manera da cabida a incorporar un Lenguaje más incluyente y crear contextos laborales con accesibilidad.” Treviño cree que es conveniente que las empresas cuenten con capacitación para crear contextos bilingües en donde se incluya la Lengua de Señas y se incorpore al ILSM.

En las instituciones financieras, por ejemplo, “es necesario que se capacite a los empleados sobre cómo atender a las personas sordas, ya que en ocasiones los trámites para obtener un préstamo o cancelación de alguna cuenta bancaria, se realiza vía telefónica, lo que dificulta que una persona sorda lo lleve a cabo de manera personal y por lo general no se acepta que una persona oyente lo realice a nombre de la persona sorda, ya que se requiere grabar la voz para iniciar y concluir el proceso. Algunos amigos han tenido que acudir con el Gerente del Banco como Testigo del proceso y dar apertura o cancelación al servicio” concluye Perla.

Constantemente damos por sentado nuestro acceso a la información. De hecho, muchas veces nos informamos sin querer, escuchando algo en la calle, en la radio camino al trabajo o leyendo en redes sociales por accidente. La realidad de millones de mexicanos es que no pueden comunicarse de forma oral y en su abrumadora mayoría no pueden leer ni escribir, porque nuestro sistema escolar no es lo suficientemente inclusivo, y desafortunadamente, nuestra sociedad tampoco lo es aún.

No obstante, sabemos que la colaboración en conjunto con los grupos que tienden a ser excluidos es clave. Nada sobre ellos sin ellos. Además, en términos generales, estamos viendo que las generaciones más jóvenes tienen una visión de justicia social e inclusión más amplia que la que habíamos visto antes. Y, aunque falte mucho por hacer, hay mucha gente trabajando por un país más inclusivo. Hay cosas que podemos hacer desde nuestra trinchera: hablar con nuestra empresa/organización para ver qué hacen para ser más inclusivos, tomar una clase Lengua de Señas Mexicana, firmar peticiones, apoyar proyectos de inclusión, platicar del tema de inclusión durante la comida y muchas cosas más. El cambio también está nuestras manos.

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Priscilla Madrid
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Es conveniente que las empresas cuenten con capacitación para crear contextos bilingües en donde se incluya la Lengua de Señas
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La economía del comportamiento como impulsor de la sostenibilidad

Enviado por roberto.valenzo el Mar, 01/05/2018 - 16:52

A diferencia del estudio convencional de la economía, la economía del comportamiento no asume que las personas son entes racionales que sólo toman decisiones estratégicas para maximizar recursos. Según el Instituto Mexicano de Economía del Comportamiento, este tipo de economía opera en la intersección entre el comportamiento humano, la toma de decisiones y los incentivos, para entender y mejorar el comportamiento humano. Esta es una rama de la economía que aún resulta desconocida y de la cual las empresas se pueden beneficiar para revolucionar el movimiento de la sostenibilidad.

Un ejemplo de esto es a través de lo que se puede llamar en español “prueba social” (social proof). Este concepto fue uno de los 6 principios que el Doctor Robert Cialdini publicó en su libro Influencia: la psicología de la persuasión. El Dr. Cialdini y sus estudiantes hicieron múltiples estudios para probar los principios del libro. En el caso de la prueba social, encontraron que ésta nace tanto de nuestras inseguridades como del deseo de hacer lo que es percibido como correcto. Por lo tanto, es un fenómeno en el que uno toma de referencia el comportamiento de otras personas para guiar su propio comportamiento.

En su artículo, Normas sociales y Conservación de Energía, en el Journal de Economía Pública, Hunt Allcott revisó el caso de la empresa Opower. Esta empresa les ofrece a sus usuarios un reporte de qué tanta energía están usando y la compara con la de sus vecinos. Los estudios de Allcott muestran que esta simple información ha logrado reducir el uso de energía de la gente más que cualquier otra campaña de buen uso de energía. Quienes reciben el reporte con la información extra han tomado medidas de corto plazo (cambiar el tipo de foco) y hasta de largo plazo (cambiar la insolación de la casa) para reducir su uso de energía.

Saber que están haciendo tus vecinos puede influenciar qué haces tú y este buen comportamiento se puede reafirmar más. Opower también incluye una carita feliz en el reporte si estás usando menos energía que el promedio de tus vecinos y esto persuade de forma gráfica a los usuarios a continuar haciendo las cosas bien. Este reporte comparativo hace reflexionar más a la gente y la hace más proactiva respecto a la sostenibilidad energética. Sólo tener la información de tu casa parece no tener mucho impacto si no tienes con qué comprarla. Agregar esta información no cuesta mucho y tiene un gran efecto.

Otro concepto de la economía del comportamiento que puede ayudar a la sostenibilidad es el de aversión a la pérdida. Esto quiere decir que “no perder” nos hace más felices que “ganar”. Para ilustrar esto de mejor manera podemos usar como ejemplo el uso de termos o recipientes reusables cuando pides café para llevar en las cafeterías. En algunos lugares, te dan descuento si llevas tu propio termo. Sin embargo, el profesional de la publicidad, Oliver Payne, descubrió que esto no cambia el comportamiento de forma eficiente porque a la gente no le importa tanto “ganar” un descuento por traer su propio termo.

La forma más eficiente de crear impacto sería introducir el precio con el descuento al café y cobrar extra a quienes quieres un vaso desechable. Es decir, en vez de cobrar inicialmente una taza de café por 30 pesos y venderlo en 20 pesos si traes tu propio termo, lo más útil sería anunciar el café a20 pesos y cobrar 30 pesos si no traes tu termo contigo. En general, ahorrar no es un incentivo muy fuerte, por lo cual la reacción de las personas es mucho más diferente si sientes que estás pagando de más, en comparación a sentir que estás ahorrando.

Estos son sólo dos ejemplos que prueban que cómo presentamos la información puede servir para crear un cambio sostenible, sin mucho esfuerzo financiero. La economía del comportamiento tiene mucho más términos e investigación que pueden servir a pequeñas y grandes empresas.

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La economía del comportamiento como impulsor de la sostenibilidad
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Las personas no son entes racionales que sólo toman decisiones estratégicas para maximizar recursos.
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Para medir el impacto social, voltea a tu entorno inmediato

Enviado por egade el Jue, 01/03/2018 - 19:10

Los inversionistas cada vez más están recurriendo al uso del monitoreo de inversión socialmente responsable con el fin de decidir en cuáles empresas invertir, esto en base a los impactos sociales que generan las empresas. De acuerdo con el informe “US Sustainable, Responsible and Impact Investing Trends 2016”, hubo un incremento del 33% desde el 2014 en este tipo de inversiones. Este auge ha generado una variedad de sistemas y metodologías de rating, pero esta variedad ha puesto en cuestión la confiabilidad, comparabilidad y utilidad de los sistemas actuales tanto para los inversionistas, directivos e incluso investigadores.

Aunado a lo anterior, la medición del impacto social de las empresas ha representado un reto tanto para las mismas empresas como para otros stakeholders (grupos de interés) tales como accionistas, gobiernos, comunidad, etcétera. A pesar de algunos avances en materia del desempeño social empresarial, como por ejemplo los ratings de Kinder, Lydenberg y Domini (KLD), se necesitan nuevas formas de cuantificar el impacto que las empresas generan en su entorno, es decir, el impacto hacia las personas y el medioambiente.
 

Alternativas para medir el impacto social

Hasta la fecha, las empresas han medido sus impactos de varias maneras. Por ejemplo, una manera ha sido tomar en cuenta la percepción de las personas de escasos recursos que fueron beneficiadas por algún emprendimiento social (producto o servicio). Otra manera, es medir el impacto de un programa social en base a los resultados obtenidos por un grupo de individuos que recibieron el apoyo de dicho programa, en comparación con otro grupo de individuos que no recibieron dicho apoyo. Esta última opción considera métricas creadas por la misma empresa que desarrolló y ejecutó el programa social.

Sin embrago, es necesario encontrar alternativas que permitan cuantificar el impacto social de una empresa sin requerir información proporcionada por las mismas empresas ni la opinión de las personas. Lo anterior se refiere a que las personas pueden estar condicionadas a brindar información que favorezcan a las empresas. Además, los reportes que elaboran las empresas pueden ajustarse con el fin de cumplir con las expectativas o requerimientos de terceros. Una alternativa es emplear una perspectiva geográfica con datos públicos a través del tiempo.
 

Por qué usar una perspectiva geográfica

Como parte de mi investigación doctoral, aplico una perspectiva geográfica empleando datos espaciales. Lo anterior es posible por medio del apoyo del Consorcio Puentes que me brinda una estancia académica en Rice University, con la finalidad de recolectar y analizar los datos espaciales.

Para determinar el impacto que puede generar en su entorno una planta-fábrica, ya sea positivo o negativo, se requiere disponer de datos públicos como indicadores respecto a componentes de impacto social tales como salud, crimen, precios de bienes raíces, etcétera. Dicha información debe estar georeferenciada, o bien, disponible a un nivel geográfico de análisis como puede ser colonia, zona de código postal o área geoestadística básica (AGEB). También es importante que esté disponible a través del tiempo, con el fin de identificar si el impacto ha sido positivo o negativo.

Aunque se pueden realizar análisis de manera individual respecto a componentes de impacto social como los que acabo de mencionar, la creación de un índice por planta-fábrica permite obtener una cuantificación más amplia acerca del impacto que está generando en sus zonas aledañas. En otras palabras, con un índice global se puede comparar el tipo (positivo o negativo) y magnitud del impacto que una planta-fábrica ha producido durante un determinado periodo de tiempo.
 

Los beneficios no terminan aquí

La creación de este índice no solamente es una alternativa a los ratings estándar del desempeño social empresarial, sino que también beneficia la inversión socialmente responsable, ya que contribuye a una toma de decisiones de inversión más informada, considerando el mejoramiento o deterioro de las áreas geográficas donde operan las plantas.

Desde un punto de vista de política pública, además de identificar las áreas geográficas que requieren aminorar problemas sociales, los gobiernos locales pueden ejercer presión para que determinadas plantas-fábricas reduzcan sus impactos negativos.

Por último, los directivos podrán apropiarse de este tipo de índice de impacto social con el fin de mejorarlo atendiendo a las demandas de stakeholders. El mejoramiento del índice permitirá a los directivos captar la atención y el apoyo de los inversionistas, fortalecer las relaciones con gobiernos locales y elevar la aceptación por parte de la población circundante al incidir en su bienestar

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Para medir el impacto social, voltea a tu entorno inmediato
Abstract
La medición de impactos, crítica para la toma de decisiones de inversión responsable, debe dejar atrás las métricas basadas en la opinión o métricas creadas por la propia empresa, quien no puede ser juez y parte. En mi investigación propongo una perspectiva geográfica enfocada en donde la actividad de la empresa tiene más afectaciones: en su entorno inmediato.
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Carne de laboratorio para combatir el cambio climático

Enviado por roberto.valenzo el Jue, 15/02/2018 - 11:37

La ganadería es una de las principales causantes del cambio climático, junto con la deforestación, la contaminación el consumo de agua, la pérdida de hábitats y la extinción de especies, de acuerdo con la FAO. Es responsable del 14.5% de las emisiones de gases de efecto invernadero (7.1 gigatoneladas CO2-eq por año). Es decir, la digestión de las vacas y otros animales como cerdos, búfalos, pollos, pequeños rumiantes y otras aves de corral, en forma de ventosidades y excrementos, junto con el uso de la tierra que requiere su crianza y alimentación, libera más gases que todo el sector mundial de transportes (incluyendo todos los coches, aviones, trenes y barcos juntos).

La forma en la que nos alimentamos está causando graves problemas a nuestro planeta, por lo que cada vez más consumidores están reevaluando lo que implica ingerir proteína de origen animal. Estos consumidores toman en consideración diversos aspectos como: la salud y las enfermedades derivadas de un consumo elevado de productos de origen animal, el sufrimiento innecesario de miles de millones de animales, o bien la ingente cantidad de recursos naturales para alimentar a una pequeña parte de la población mundial, mientras que el número de personas subnutridas y malnutridas crónicas en el mundo aumenta.

Tendencias en el sector alimentario

Es cierto que necesitamos de proteínas y que, por cultura, gusto o desconocimiento, preferimos las de origen animal. No todas las personas optan por una alimentación más balanceada o por una dieta vegetariana o vegana. Sin embargo, las nuevas tendencias alimentarias presentan oportunidades de negocio o de desarrollo de nuevos productos, al tiempo que enfrentan las problemáticas de la alimentación a base de proteína animal. En este sentido el informe “Mintel Global Food & Drink Trends 2018” ha identificado dos tendencias clave en el sector de la alimentación y bebidas:

  • Productos seguros, éticos, naturales y sostenibles medioambientalmente, que no acarreen maltrato social o animal en ninguno de los eslabones de su cadena de producción.
  • Sustitución de granjas y fábricas, a través de la impresión 3D o del cultivo de células madre, para la producción en laboratorios de alimentos cárnicos y productos lácteos.

Estimaciones globales de las emisiones por especie

La hamburguesa que estamos esperando

La carne de laboratorio presenta ventajas respecto a la carne tradicional en cuanto a: trato animal, condiciones sanitarias, protección medioambiental y económicas. Este tipo de productos atraerá sobre todo el interés de los consumidores preocupados por la sostenibilidad y consciente del bienestar animal, pero que quieren comerse una hamburguesa de carne, eso si, sin que el sabor, apariencia y textura se vean comprometidos.

Esta alternativa de proteína animal todavía no se encuentra disponible para el consumidor debido a que aún no es un negocio escalable usando la tecnología actual, pero ya hay empresas interesadas en el desarrollo de esta tendencia. Mosa Meat, por ejemplo, es una startup holandesa que sigue en esta línea de investigación y prevé lanzar su hamburguesa de laboratorio dentro de 3-4 años. Además, existen propuestas de compañías exitosas que elaboran ya sustitutos de la carne basados en proteínas vegetales como Impossible Foods, Beyond Meat y The Vegetarian Butcher.

La alimentación necesita innovación disruptiva. Atender a las tendencias alimentarias representa una oportunidad de ofrecer productos más sostenibles, presentar alternativas innovadoras para que nos alimentemos de comida deliciosa y saludable que sea buena para todos los seres humanos, los animales y nuestro planeta. Podemos ser parte de la solución del cambio climático con una innovación disruptiva que tanto hace falta en la alimentación.

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Carne de laboratorio para combatir el cambio climático
Abstract
La carne que comemos es responsable del 14.5% de las emisiones de gases de efecto invernadero. ¿Sabías que como empresario, emprendedor o estudiante de negocios podrías ayudar a su reducción atendiendo las nuevas tendencias alimentarias?
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Reportar la sostenibilidad, un camino hacia la transparencia

Enviado por egade el Jue, 01/02/2018 - 16:27

Miles de compañías en el mundo deberán aumentar la información que ofrecen a sus grupos de interés (stakeholders) en virtud de nuevas legislaciones frente a su desempeño en materia de sostenibilidad, como por ejemplo la Directiva Europea sobre Divulgación de Información no Financiera y Diversidad, que ya es de aplicación obligatoria para el ejercicio de 2017.

En América Latina, 81% de las 100 mayores compañías ya reportan sus impactos sociales y medioambientales, un incremento desde 2015, año en que lo hacía un 74%, según el estudio global de KPMG en la materia. Este avance, que en muchos países ha sido liderado por los inversionistas en los mercados de valores, busca que las empresas comuniquen de manera transparente su actuación. Pero ¿cómo abordar el rompecabezas de la sostenibilidad en nuestra empresa? ¿Cómo podemos medirla y finalmente, comunicarla a los stakeholders?

La sostenibilidadhoy en día se entiende como la capacidad de una empresa para crear valor para sus stakeholders, gestionando proactivamente sus riesgos y oportunidades estratégicas en las dimensiones ambiental, social y económica. Esta definición trasciende el concepto más tradicional de responsabilidad social, al incluir un espectro más amplio de temas ambientales (como uso de agua, energía, emisiones), temas económicos (como innovación, gobierno corporativo, política anticorrupción) y temas sociales (como seguridad y salud ocupacional, desarrollo de personal, derechos humanos), dependiendo del tipo de negocio.

Muchas compañías llevan años desarrollando iniciativas en varios de estos temas, pero, ¿cómo podemos asegurar que dichas acciones están contribuyendo a generar un negocio verdaderamente sostenible? La respuesta, como en cualquier sistema de gestión, tiene que ver con la medición y el establecimiento de metas.

¿Para qué sirven los estándares de reporte?

Si bien el sector empresarial no ha sido pionero en la adopción de la sostenibilidad, en los últimos años se ha ido adhiriendo a los esfuerzos que, desde Naciones Unidas, y junto con otros actores como gobiernos, ONG y sociedad civil, han cristalizado en los Objetivos del Milenio (2000) y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (2015). Estas iniciativas establecen metas claras para conseguir un desarrollo sostenible. La ONU también creó el Pacto Global (2000) para comprometer a las compañías en la búsqueda de negocios sostenibles y responsables.

Cuando las compañías se adhieren a iniciativas como el Pacto Global, se encuentran con que uno de los principales requisitos es el reporte de sus actividades. Esto nace precisamente de la necesidad de que las empresas sean más transparentes con sus stakeholders, es decir, que sean abiertasen la divulgación clara de información, reglas, planes, procesos y acciones, y que además sus directivos tengan el deber de actuarde manera visible, predecible y comprensible para promover la participación y la rendición de cuentas y permitir a tercerospercibir fácilmente las acciones que se están llevando a cabo.

Hay múltiples estándares de medición y guías para reportar la información de sostenibilidad, sin embargo, una de las más usadas y actualizadas es la Global Reporting Initiative(GRI). La GRI propone un marco común que ayuda a las compañías a elaborar sus informes de sostenibilidad con un manejo integral de sus impactos. Bajo este tipo de estándares las empresas pueden comunicar su gestión, proponer metas y dar seguimiento a las mismas. Sirven para garantizar la comparabilidad, calidad y pertinencia de la información.

El decálogo del buen reporte

Si usted o su empresa están a punto de iniciar o incluso ya han llevado a cabo un proceso de reporte, las siguientes recomendaciones le ayudarán en este camino hacia la sostenibilidad:

  1. El reporte es una consecuencia de la estrategia: Puede sonar obvio, pero la realidad nos demuestra que normalmente el interés por la sostenibilidad en las empresas comienza por el reporte. Por ello conviene dar un paso atrás, analizar la estrategia actual de la compañía y mirarla a la luz de la sostenibilidad, es decir, realizar un correcto mapeo de riesgos y oportunidades del modelo de negocio a lo largo de su cadena de valor en materia social, ambiental y económica.
  2. Incluir a la alta dirección: El proceso de reporte, y en general la estrategia de sostenibilidad, funciona mejor cuando hay una convicción visible desde la cabeza de la organización. No quiere decir que el CEO esté todo el tiempo pendiente del reporte, pero sí debe ser uno de esos últimos filtros que valida con su equipo directivo la información dispuesta para los stakeholders, ya que además será información pública.
  3. Priorizar lo que se va a comunicar: Durante el proceso llamado Análisis de Materialidad, se antepone aquello que se alinea con las expectativas de los grupos de interés, las tendencias del sector y la misma estrategia de la compañía. Normalmente este proceso lo realiza una tercera parte para evitar sesgos.
  4. Limitarse a temas relevantes para la compañía: Existen muchos tipos de estándares, indicadores e índices para medir la sostenibilidad corporativa. Sin embargo, menos es más. Pregúntese: ¿qué estándares son los más críticos para mi negocio?, ¿me generan valor?, ¿cuáles gestiono o estoy en capacidad de poder hacerlo? Se recomienda iniciar con poco, pero bien hecho, cerciorándose que realmente esté contribuyendo a mejorar la gestión de la compañía.
  5. Reportar es un proceso de mejora constante: Al principio, las compañías suelen sentirse abrumadas por la cantidad de información que se exige, pero como cualquier proceso se basa en el aprendizaje y la mejora continua. Si todavía no se cuenta con la información completa, esto solo quiere decir que hay que ajustar el proceso de recolección de la misma.
  6. Cultura de Sostenibilidad: Adoptar el conjunto de hábitos, actitudes y comportamientos de la sostenibilidad en el quehacer diario de la organización. Cuando las personas entienden este concepto, su utilidad y la forma como contribuyen al desempeño de la compañía, generalmente los procesos de reporteo se llevan a cabo con mayor facilidad. Invierta en formación y comunique de manera simple la estrategia de sostenibilidad de su organización.
  7. Balance entre lo positivo y lo negativo: El reporteo es un ejercicio netamente de transparencia, una rendición de cuentas de la organización a sus grupos de interés. Por tal motivo, muestre de forma clara y equilibrada tanto los aspectos positivos como los negativos en la cadena de valor. Evite mostrar solo lo bueno porque estaría evadiendo el propósito principal de este proceso. Los grupos de interés no se enfocan en lo que la compañía hizo o está haciendo mal, por el contrario, quieren saber cómo lo solucionó o planea manejarlo a futuro.
  8. Alinear el desempeño individual con el corporativo: Muchas compañías están alineando sus objetivos estratégicos de sostenibilidad con el sistema de remuneración variable de los empleados. Esto definitivamente es un facilitador en el proceso de gestión y reporte de la sostenibilidad de la compañía. Aquí es clave el trabajo conjunto con las áreas de recursos humanos.
  9. Objetivos de Desarrollo Sostenible: Una vez identificados los principales impactos y temas materiales de la empresa, se definirá la integración de los indicadores y metas con respecto a su contribución a los ODS. Esto finalmente contribuye a que la compañía fortalezca la relación con sus grupos de interés y aporte al desarrollo sostenible de la región en donde opera.
  10. Enfoque a toda la cadena de valor: Aunque se trate de un proceso de mejoramiento continuo, se tiene que tener en cuenta toda la cadena de valor del modelo de negocio. Esto quiere decir que no basta con gestionar lo que pasa internamente en la organización, hay que ir más allá y gestionar los riesgos asociados a clientes, proveedores, contratistas, comunidades y otros grupos de interés que se pueden ver afectados por la actividad productiva de la empresa.

La sostenibilidad corporativa responde a un mundo económico nuevo. De esta manera, el reporteo avanza rápidamente y se transforma en una verdadera herramienta de gestión y de transparencia con los stakeholders, en especial con los inversionistas. Iniciativas como el Dow Jones Sustainability Indexes (DJSI), Task Force on Climate-related Financial Disclosures (TCFD), CDP o Sustainability Accounting Standards Board (SASB) son ejemplos claros de cómo los inversionistas están cada vez más interesados en los temas de sostenibilidad y en la traducción de los mismos al lenguaje financiero. El reto entonces para las compañías es dar un paso atrás, analizar su Modelo de Negocio, sus riesgos y oportunidades en materia social, ambiental y económica y así mismo, comunicar de manera proactiva y transparente su gestión en estos temas.

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Reportar la sostenibilidad, un camino hacia la transparencia
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Enfrentarse al primer reporte de sostenibilidad puede ser un rompecabezas para cualquier compañía. Este decálogo del buen reporte puede guiar a los directivos involucrados en un proceso que ya es preceptivo en muchos países.
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Acuerdo de París de la COP 21: ¿Cuánto ha avanzado México?

Enviado por egade el Mar, 05/12/2017 - 15:49

Tras dos años de la reunión de la COP21 en París, analicemos en qué momento se encuentra México respecto a los compromisos climáticos adoptados en dicha cumbre. El objetivo el Acuerdo de París es contener el aumento de la temperatura "muy por debajo de los 2ºC" respecto a la era preindustrial. Los expertos estiman que es necesario reducir las emisiones entre 40% y 70% entre 2010 y 2050 para permanecer por debajo de los 2°C. La fecha límite es la COP24, que a finales de 2018 tendrá lugar en Polonia.

Encontramos que, entre las acciones clave que México ha puesto en marcha, la Ley General de Cambio Climático (LGCC) de 2012 es la pieza central, ya que fija metas ambiciosas de reducción de emisiones e incluye la elaboración de instrumentos de planeación que aseguran la comunicación y coordinación entre las distintas instancias gubernamentales.

La LGCC establece metas aspiracionales para México en materia de mitigación; como la reducción del 30% de emisiones en 2020, 50% de reducción de emisiones en 2050 en relación a las emitidas en el año 2000, y el incremen­to del porcentaje de generación eléctrica provenien­te de fuentes de energía limpias a 35% en 2024. Si bien estas metas constituyen un verdadero desafío para México, al mismo tiempo nos sitúan a la vanguardia de los países que están realizando esfuerzos por alcanzar resultados que beneficien a la sociedad y al planeta.

Respecto a la innovación en la comunidad empresarial de México, producto del acuerdo, se ha promovido en el sector industrial el aumento de eficiencia y la adopción de mejores prácticas, sobre todo en pequeñas industrias, como por ejemplo:

  • Formular normas, estándares y un sistema de incentivos para regular el consumo energético futuro, incluidos mercados de servicios energéticos.
  • Adoptar mejores prácticas y comportamientos, tanto a lo largo de las cadenas productivas como por los consumidores finales.
  • Certificar los productos generados a partir de tecnologías eficientes.

El impacto macroeconómico de la mitigación al 2030 se espera que incremente la inversión 23% y genere un crecimiento en el PIB de 5%, con una tendencia en la reducción a la tasa de desempleo en 4% (INE, 2011).

Esto permitirá reducir las emisiones fugitivas con la adopción de mejores prácticas internacionales, factibles a partir de la nueva estructura de gobernanza del sector. Es necesario identificar metodologías adecuadas para aprovechar el gas de campos geográficamente aislados, particularmente en yacimientos de gas no convencional y en aguas profundas. También, asegurar las prácticas operativas propias de la in­dustria a través de una mayor competencia y trans­parencia por la entrada de nuevos productores in­ternacionales, así como incrementar la oferta de gas natural destinado a desplazar combustibles con una mayor intensidad de carbono (coque, combustóleo y diésel) en sec­tores como la industria y la generación eléctrica.

Gracias a la reconversión de refinerías aumentará el aprovechamiento de las fracciones más pesa­das e intensivas en carbono, incrementando la producción de hidrocarburos ligeros. Asimismo, una plataforma de investigación, inno­vación, desarrollo y adecuación de tecnologías cli­máticas es crítica en el sector, por ejemplo, para el desarrollo de sistemas de captura y almacenaje de carbono. Aún es muy pronto para ver resultados concretos en la industria en general, pero hay evidencias, por ejemplo en la industria automotriz, de que la adopción de energías renovables en la producción es algo a lo que debemos acostumbrarnos[1].

[1] Primer Informe Bienal de Actualización ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (2015, Sermarnat).

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Acuerdo de París de la COP 21: ¿Cuánto ha avanzado México?
Abstract
Los acuerdos climáticos, ratificados hace dos años en París, han logrado promover la innovación en el sector industrial mexicano, aumentando la eficiencia y la adopción de mejores prácticas, sobre todo en pequeñas industrias. Pero, ¿qué tan lejos estamos de las metas de reducción de emisiones?
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Abordar la inmigración ilegal con una estrategia compartida

Enviado por egade el Sáb, 08/07/2017 - 12:26

El 9 de noviembre fue un día insólito en Los Ángeles (California). La incredulidad se dibujaba en las caras de los habitantes de este estado mayormente demócrata ante la inverosímil victoria de Donald Trump, y la congoja, en los ojos de miles de inmigrantes indocumentados. Un par de meses atrás había empezado en esta ciudad mi proyecto de recolección de datos con inmigrantes sin papeles y ahora mi investigación tomaba un giro inesperado.

De acuerdo con Pew Research Center, en California residen más de un millón de inmigrantes indocumentados -la segunda cifra más alta después del estado de Nueva York- y más de 71% de ellos son de origen mexicano. Muchos de ellos habitan en ciudades santuario como Los Ángeles, en las que las autoridades locales no cooperan con las federales en materia de migración (no se permite que los agentes de migración arresten a alguien sin una orden expedida por un juez). Así, se protege a los ciudadanos que se encuentran en esas ciudades en situación irregular.

¿Pero iban a estar a salvo del señalamiento (y los tuitazos) de Trump? El propósito de mi investigación era conocer las circunstancias laborales de los trabajadores indocumentados, así como comprender los deseos y aspiraciones que los llevaron a Estados Unidos, y así alcanzar una visión crítica sobre este fenómeno que afecta a un importante segmento de la población. Es un hecho que las empresas se ven beneficiadas por el constante flujo de inmigrantes. De hecho, los inmigrantes indocumentados han sido caracterizados como trabajadores con gran ética de trabajo, debido a que están dispuestos a trabajar largas jornadas por salarios bajos y, en la mayoría de las ocasiones, llevan a cabo los trabajos que muchos estadounidenses no quieren hacer. Con demasiada frecuencia, muchas empresas se aprovechan de la falta de derechos de los inmigrantes para incluso amenazarlos con llamar al Departamento de Migración (ICE, por sus siglas en inglés) si se quejan.

Trabajadores ilegales en el punto de mira

Una de las principales armas de Donald Trump para llegar a la presidencia fue la retórica utilizada respecto a los inmigrantes indocumentados. Durante su campaña presidencial, el 31 de agosto de 2016, en un discurso en Phoenix, dijo:

“Mientras hay muchos inmigrantes ilegales en nuestro país que son buenas personas…esto no cambia el hecho de que la mayoría de los inmigrantes ilegales tienen menores habilidades y menos educación, que compiten directamente con trabajadores estadounidenses vulnerables, y que estos trabajadores ilegales obtienen mucho más del sistema de lo que posiblemente podrían pagar.”

Estas afirmaciones, además de otras en las que el presidente Trump caracterizó específicamente a inmigrantes mexicanos como “violadores y criminales” generaron gran descontento entre la población migrante del sur de California, segmento que generalmente realiza los trabajos más demandantes, monótonos y peor pagados de Estados Unidos.

Justamente estos inmigrantes reconocen que con el discurso promovido por Donald Trump es “como si les hubieran dado permiso” de incrementar los malos tratos y las condiciones precarias en las que ya vivían. El robo de salario es algo sumamente común en esta población, al igual que los maltratos verbales e incluso físicos. Sin embargo, el miedo les impide acudir a las autoridades. El temor a ser deportados y a que sus familias sean separadas se ha vuelto un tema común entre los inmigrantes indocumentados de la región. A la pregunta sobre si creían que les robaban los trabajos a los estadounidenses respondieron que no, ya que ellos son los que llevan a cabo los trabajos más demandantes, trabajos que los estadounidenses no harían por ese mismo salario.

Estos inmigrantes, que siguen llevando a cabo una gran variedad de empleos (trabajo doméstico, limpieza, construcción y jardinería, etc.) ahora deben soportar un clima de persecución que promueve la retórica del presidente Trump. Personas que anteriormente podían salir y llevar a cabo sus trabajos día con día, ahora deben revisar por la ventana antes de salir y caminan con miedo por las calles que ellos mismos han ayudado a construir.

El miedo a perder lo poco o mucho que han logrado en Estados Unidos es tal que puede degenerar en situaciones trágicas. El pasado 22 de febrero, Guadalupe Olivas Valencia, migrante mexicano, decidió quitarse la vida unos minutos tras ser deportado. Este hecho atrajo atención mediática de todo el mundo, ya que fue una prueba fehaciente de las consecuencias que pueden existir para aquellos que pierden lo que han logrado tras años de sacrificio.

¿Es la migración responsabilidad de las empresas?

Queda mucho por hacer con respecto a los inmigrantes que lo han dejado todo buscando mejores oportunidades en el país vecino. Puesto que una reforma migratoria es una posibilidad muy remota bajo la actual administración estadounidense, resulta sumamente relevante que tanto las empresas como el gobierno mexicano brinden oportunidades a quienes buscan empleo para que no emigren, así como a las personas que son deportadas o que deciden regresar voluntariamente al país.

Hasta ahora, el gobierno mexicano ha tomado las siguientes medidas:

  • Iniciativa en materia de educación, de forma que los jóvenes deportados no tengan problemas para inscribirse en instituciones mexicanas.
  • Programa “Somos Mexicanos”, el cual busca facilitar la reinserción social y económica para aquellos que han sido repatriados.
  • Activación de una línea telefónica para aclarar dudas de migrantes que se encuentren en Estados Unidos.
  • Atención gratuita de abogados en los consulados mexicanos.
  • Apoyo psicológico para aquellos mexicanos que estén pasando por alguna crisis.

Sin embargo, es crítico que tanto el gobierno como la iniciativa privada desarrollen iniciativas para proteger a todos los connacionales repatriados. Se debe considerar que no se necesita infraestructura solamente en cuanto empleos sino también viviendas, escuelas y cuidado de la salud. Para lograr una reinserción social adecuada, es necesario que empresas y gobiernos colaboren a la par.

El reto para las empresas en Estados Unidos no es menor, ya que tienen la obligación de revisar el estatus de las personas que contratan mediante el sistema e-verify. Sin embargo, son justamente las grandes empresas las que podrían ejercer presión sobre el gobierno para la posible expedición de permisos de trabajo. Con lo anterior, se reduciría de manera importante la vulnerabilidad de los trabajadores y no tendrían que verse en la necesidad de llegar al extremo de trabajar con papeles falsos.

Uno de los entrevistados resume la complicada situación en la que se encuentran: “Aquí no me quieren y allá ya me olvidaron”. Pero son esos migrantes, que luchan día con día buscando una vida mejor, quienes merecen saber que no los hemos olvidado.

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Abordar la inmigración ilegal con una estrategia compartida
Abstract
Los migrantes indocumentados son uno de los sectores más proclives a sufrir explotación y abuso.
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