En días pasados estaba leyendo acerca de las diversas modalidades de trabajo que han perdurado en la época post-Covid-19, y son el trabajo híbrido y el trabajo desde casa.
Encontré, además de otras cosas, una nota en este mismo medio que señalaba que los trabajadores en home office o trabajo desde casa son 18% menos productivos en comparación con los que están en las oficinas.
Aunque los datos del estudio son de trabajadores recién contratados en ambientes laborales de India, no deja de ser debatible por sus implicaciones en las empresas actualmente.
De hecho, el pasado mes de mayo, en el grupo de investigación al cual pertenezco en el Tecnológico de Monterrey, publicamos un reporte sobre las modalidades laborales en el regreso a las oficinas.
En este estudio del 2022, donde aplicamos 1527 encuestas a personas que trabajan en empresas localizadas en el territorio Mexicano, que tuvieran más de 5 años de experiencia, hicimos la siguiente pregunta: ¿Cómo considera el impacto del trabajo a distancia en la productividad de las y los colaboradores de su empresa?, Los resultados fueron que el 23% considera que tuvo un impacto negativo, el 41% considera que fue un impacto moderado y el 36% percibe un impacto positivo; esto significa que la percepción es que incrementó la productividad de las personas, en el trabajo.
Aunque se tienen ambientes, entornos, participantes y culturas diferentes, el tema de la productividad es un aspecto que tiene muchas aristas para analizar y medir, sin embargo, la percepción en estos dos estudios muestra porcentajes interesantes (18% y 23%) en relación con el impacto negativo del trabajo a distancia, que son de llamar la atención para quienes están interesados en el comportamiento humano y la cultura organizacional.
Continuando con las reflexiones sobre las modalidades de trabajo, a ese mismo grupo de colaboradores mexicanos se les preguntó: Si en este momento pudieras seleccionar una modalidad para realizar tus actividades laborales, ¿Cuál elegirías?, encontrando que el 21.5% le gusta estar en su centro de trabajo, el 20.5% prefiere el trabajo a distancia y el 58.0% restante señala la opción de tener un formato híbrido, destacando que el artículo señalado al inicio menciona que el trabajo híbrido es el modelo dominante en Estados Unidos.
Es importante señalar que se ha seguido investigando el tema sobre las nuevas modalidades de trabajo. En otro estudio que hemos realizado, cuya muestra está compuesta por 1016 personas que trabajan en México, se encontró que 11% prefiere su centro de trabajo, al 31% le gustaría tener un trabajo a distancia y el 58% prefiere un esquema híbrido, resultados similares a los que obtuvimos en nuestro estudio anterior.
Cabe destacar la convergencia en el porcentaje de colaboradores que prefiere un esquema híbrido de trabajo.
Según expertos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT por sus siglas en Inglés), la gran discusión ahora es tratar de identificar el punto intermedio para lograr el esquema ideal de trabajo, pues las expectativas actuales de muchas personas, entre las que destacan las mujeres y principalmente los jóvenes que inician su carrera laboral, se centran en encontrar un trabajo hibrido en el que puedan tener experiencias laborales que favorezcan su desarrollo profesional y al mismo tiempo lograr un balance con su vida personal.
Con todo esto, se generan algunas interrogantes a responder por parte de quienes trabajan en estos temas. Algunas de ellas son: ¿De qué manera se deben generar estrategias para favorecer el bienestar de los colaboradores en estas modalidades de trabajo?, ¿Qué se tiene que hacer para mantener el compromiso y la lealtad hacia la empresa y la marca empleadora?, ¿Cómo gestionar de la mejor manera la interacción de los grupos de trabajo que trabajan sincrónica o asincrónicamente? y ¿Qué y cómo hacer para que los líderes con colaborares a su cargo puedan definir claramente y apoyar el cumplimiento de sus metas de desempeño?, entre otras más.
Es por ello que tanto empresarios, directivos y académicos, deben hacer propuestas innovadoras, propias de la época postpandemia, basadas en la adaptación, la resiliencia, el cambio constante y el uso de las herramientas tecnológicas. Sin embargo, es muy importante mencionar que, para lograr estos puntos en los que se pueda observar un beneficio para ambas partes, es decir, que favorezca a la empresa y que favorezca a los colaboradores, es conveniente identificar cuáles son las expectativas que se tienen sobre esa estrategia y cuál es el porcentaje ideal del tiempo en el que se van a realizar las actividades dentro y fuera del lugar de trabajo. Parte de la respuesta tendrá que ver con la naturaleza de la función de cada persona y las actividades esenciales de la organización.
El autor es Profesor de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey y Líder del Grupo de Área Temática en Diseño y Cultura Organizacional.
Artículo publicado originalmente en El Financiero.