El INEGI publicó los precios al consumidor de la primera quincena de agosto donde la inflación general se ubicó en 4.7% anual. A su interior, la inflación subyacente creció 6.2% anual. Cabe destacar que la inflación de las mercancías y de los servicios se encontraron en 7.1 y 5.2%, respectivamente. Por otro lado, la inflación no subyacente cayó 0.1% anual, el cual se explica por la inflación de los energéticos y las tarifas de gobierno -3.1% y de los productos agropecuarios 4.0%.
Así, vemos una inflación que sigue desacelerándose en el margen. Esto también se ha visto reflejado en las expectativas de inflación en el mediano plazo. No obstante lo anterior, es importante recalcar que la inflación subyacente se mantiene al doble de la meta de la autoridad monetaria.
El Banco de México (Banxico) publicó la minuta de la última reunión de la Junta de Gobierno, donde se decidió mantener la tasa de interés objetivo en 11.25%. La decisión fue unánime. La junta considera que el proceso de desinflación ha continuado ante la disipación de ciertas presiones. No obstante, ciertas presiones prevalecen por lo que la inflación ha permanecido alta.
En adición, la junta estima que el panorama de la inflación es complicado e incierto con riesgo al alza.
Asimismo, se menciona que las condiciones financieras globales han permanecido apretadas por parte de la mayoría de las autoridades monetarias. En adición, mencionan la aparente finalización del ciclo de alzas aunque con cierto escepticismo.
De igual manera, hacen hincapié en la necesidad de mantener la tasa de referencia en su nivel actual durante un periodo prolongado. Aunado a lo anterior, se percibe una Junta de Gobierno sensible a la inflación (hawkish) y a los movimientos de sus contrapartes.
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El autor es profesor de Economía y Finanzas de EGADE Business School.