La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) publicó los datos más recientes de finanzas públicas, es decir, al mes de mayo. Al interior, el gasto total ha registrado un aumento de 2.5 por ciento anual. El gasto programable, el que se puede controlar, ha registrado una contracción de 1.6 por ciento. A su interior, el gasto en capital ha presentado una disminución de 15.3 por ciento anual si bien la inversión física directa ha mostrado un buen dinamismo (+11.5 por ciento real anual).
Por otro lado, el gasto no programable ha crecido 14.1 por ciento destacando el sólido aumento del costo financiero en 49.4 por ciento anual. Esto debido al incremento acumulado de la tasa de interés de mercado que actualmente se ubica en 11.25 por ciento. Así, el monto del costo financiero asciende, en los primeros cinco meses del año, a 355 mil millones de pesos (mmdp). Este monto es superior al destinado a la inversión física directa de 335 mmdp.
Las participaciones a entidades federativas han mostrado un decrecimiento de 4.9 por ciento y ascienden a 516 mmdp. Si analizamos la clasificación funcional del gasto público se observa un aumento en 4.4 por ciento en el gasto en desarrollo social. Al interior, el gasto en salud ha disminuído en 10.8 por ciento real anual. En contraste, el gasto en educación ha mostrado un aumento de 8 por ciento. Asimismo, el rubro de protección social, relacionado con las transferencias sociales, se ha elevado en 6.7 por ciento ascendiendo 706 mmdp. Este monto es superior al gasto en educación y salud en conjunto.
En asuntos de desarrollo económico se ha registrado una caída de 21.7 por ciento real anual destacando las disminuciones de los rubros de asuntos, económicos, comercial y laborales (-33.9 por ciento), combistible y energía (-25.4 por ciento), transporte (-19.2 por ciento) y turismo -12.5 por ciento). En contraste el sector agropecuario (18 por ciento), de la minería (61.9), comunicaciones (3.2) y ciencia y tecnología (0.7 por ciento real anual), han mostrado un aumento en el mismo periodo de tiempo.
Así, se observa con claridad el destino del gasto público en lo que va del año. Se dirije más hacia las transferencias sociales, por encima del gasto en educación y salud, y en el pago de deuda (por las elevadas tasas de interés). Por el lado positivo, se observa una recuperación en la inversión física directa, si bien con un monto menor al pago del costo financiero.
El autor es profesor de Economía y Finanzas de EGADE Business School.
Publicado originalmente en El Financiero.