Un escenario en Y griega

Artículo publicado en la sección Riesgo y Valor del periódico Reforma

En pláticas recientes con amigos y clientes ha surgido la pregunta por el escenario que jugará para México en los próximos seis años. La pregunta es quimérica, pero si aspiramos a responder, sería en estos términos: Frente a nosotros se presenta un camino -el del populismo socialista, como el de Lula y Roussef de Brasil, o Perón de
Argentina, Corbyn de Inglaterra, o Morales y Correa de Bolivia y Ecuador- que contiene la agenda ya conocida de mayores déficit y deuda, pobre asignación de la inversión pública, represión financiera en lo impositivo y lo inflacionario y menoscabo de los contrapesos al poder ejecutivo. No obstante lo anterior, ese escenario tiene muy pronto para los mexicanos, una bifurcación en "Y griega" abriéndose en dos sendas que pudiesen ser diametrales.

En una de ellas, tendríamos una presidente que es "continuatoria" y cerrada, en un esquema centralizado con débiles contrapesos que además se desgajan más y más y mostrando una férrea persecución de las propuestas hechas por AMLO, mismas que parecen dirigidas a fortalecer las transferencias sociales y la popularidad del movimiento. Aún con esto, parece poco probable que en este escenario, CS se relegue a sí misma a ser solamente una "figurilla autómata" de su antecesor, lo cual, incluso en esta senda, brinda cierto matiz de independencia, cuando menos en el tema energético en el que tiene tanto trasfondo e inclinación.

La otra, es un camino conciliatorio y técnico, que lleva a mayor apertura a escuchar opiniones de expertos en materia de política económica e infraestructura para la atracción de la inversión extranjera (que tanto necesitará para financiar sus reformas sociales). En él, brinda discursos de calma a los mercados (que vivirán tensos los seis años) y atiende a la iniciativa privada para mantener la independencia de Banxico, el flujo del crédito y la estabilidad de precios y moneda; busca fortalecer las relaciones con los EE. UU. y expresamente aspira a la responsabilidad fiscal. Este es el camino que deseamos en la clase media e industrial; las primeras señales que ha dado (su primer discurso, los primeros esbozos de su gabinete, sus declaraciones en cuanto al diálogo para llevar a cabo las reformas) brindan evidencia de esto, empero, siendo completamente realistas, sería también inviable alimentar la esperanza de que CS se desmarque completamente de AMLO.

En el año 315 a.C., se publicó en Grecia La República, el tratado de Platón, y en uno de sus volúmenes reza lo siguiente: "The price paid by good men for indifference to public affairs is to be ruled by evil men". La cita se explica sola, y se defiende sola también, viniendo de una cabeza como la de Platón, cuyos principios en política y democracia sientan las bases de todo ello en toda nación hasta hoy, pero de todas formas puede comentarse que, desde hace al menos esos 24 siglos, se sabe que el péndulo va del poder de las élites a las masas y de regreso otra vez a las élites, cada y tantos años (como ahora Milei de Argentina tira del péndulo después de décadas de izquierda). No debe ser sorpresa para nadie entonces, por esas razones, que Morena esté (y seguramente estará un tiempo) en el poder hoy y que se dedique, en realidad o al menos en percepción (Niestche decía que la mayor parte del socialismo era artificio), todo el esfuerzo a los asuntos de los "public affairs" (léase, las "masas") por la hostil indiferencia que las élites mexicanas han reflejado en sus actos (según la lectura del partido en el poder, y seguramente y en toda justicia, según una llana y cruda realidad con evidencia en los números). Esperemos que ambos -élites y masas- aprendamos esta lección, pues ese "price paid" será grave para México (hasta un 10% de menor PIB real per cápita después de 15 años, por la pérdida que un gobierno populista inflige en su población, según un estudio de M. Funke et Al., 2023) y requerirá que ambos grupos lleguemos al diseño de un juego con reglas claras, que funcione para ambos, que sea racional y no asentado en arranques de furia o frenesí y que resuelva en orden de prioridades, los puntos de urgencia e importancia para una vida económica, política y social llevadera a largo plazo.


El autor es profesor de Economía y Finanzas de EGADE Business School.

Artículo publicado originalmente en Reforma.

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