Esta semana el Banco de Méxicoprobablemente recortará una vez más la tasa de interés objetivo. El consenso de mercado estima que será de 25 puntos base. Esto en un entorno donde la Reserva Federal anunció recientemente que dejará el rango de la tasa de interés federal de entre 0 y 0.25 por ciento, su nivel histórico más bajo, por un periodo de alrededor de tres años.
La Reserva Federal considera que la inflación se encuentra en niveles manejables para continuar estimulando a la demanda agregada sin presiones inflacionarias en el mediano plazo. Esta decisión se tomó en el contexto de la posibilidad de un segundo rebrote del Covid en el mundo. De hecho, las bolsas de valores internacionales cayeron esta semana ante temores de un menor dinamismo de la recuperación económica global.
A raíz de esta decisión muchos bancos centrales en el mundo están pensando relajar su política monetaria aún más. El Banco de Inglaterra señaló recientemente que podría incluso modificar su tasa de interés a negativa similar a sus pares europeos. En la mayoría de los países latinoamericanos se está contemplando continuar recortando la tasa de interés, sin embargo, en el caso de México esta decisión no es tan sencilla.
Si bien se espera que Banxico reduzca la tasa de interés en 25 puntos base esta semana no queda claro si la autoridad monetaria podrá continuar con su política monetaria acomodaticia hacia futuro. La inflación más reciente se ubicó en 4.05 por ciento en agosto, superando el rango superior de variabilidad de Banco de México. Con esta cifra, la inflación ligó cuatro meses consecutivos de alzas. Al interior, destaca que la inflación subyacente registró un crecimiento de 3.97 por ciento donde la inflación de las mercancías fue muy alta (5.36 por ciento). La aceleración de los precios de los alimentos y bebidas son los responsables.
En un entorno donde la economía cayó fuertemente se esperaría una trayectoria descendente de la inflación, cosa que no está ocurriendo en México. Lo anterior es resultado probablemente de un choque de oferta mayor al de demanda en el país.
Así, México actualmente experimenta una fuerte desaceleración de la demanda agregada con presiones inflacionarias. Esto está preocupando a los miembros de la junta de gobierno del Banco de México quienes podrían terminar con el ciclo acomodaticio de política monetaria. Es probable que a partir de esta semana, Banxico ya mantenga la tasa de interés sin cambios, lo que limitará los efectos de política monetaria sobre la actividad económica en el futuro.
Publicado originalmente en El Financiero.