Tasas de interés negativas

Tasas de interés negativas

Con información de Bloomberg en su Weekend Reading (altamente recomendable) se especula que el Banco Central de Japón incrementará su tasa de referencia por primera vez desde el 2007, siendo el último país en tener una tasa de interés negativa.

Pero ¿qué implicaciones tenían las tasas de interés negativas? De acuerdo con el CFA, la lógica antes de la crisis financiera del 2007-2009 es que no era posible aplicar políticas monetarias con tasas de interés negativas. Se consideraba que las personas optarían por mantener “abajo del colchón” sus billetes y monedas si la alternativa era recibir una tasa de interés negativa (inclusive en depósitos bancarios a la vista).

Esto traería como consecuencia drenar las reservas del sistema bancario, lo que haría que los balances de los bancos se redujeran, disminuyendo el crédito y presiondo al alza las tasas de interés, que a su vez frustraría el intento del banco central de mantener tasas negativas. Incluso habría una presión adicional reduciéndose el crecimiento económico. Además, la escala y velocidad transaccional de las economías actuales no pueden ser soportadas utilizando el efectivo físico como método principal de intercambio.

Buscando el crecimiento económico, los bancos centrales intentaron lo que antes era impensable: tasas de interés negativas. Los bancos centrales de Dinamarca, Suecia, Japón, Suiza y la zona del euro estuvieron entre los que adoptaron tasas de interés oficiales negativas.

Con tasas de interés negativas se estimula a las empresas y a los consumidores a disminuir sus depósitos para buscar mayores rendimientos en otros activos; se incentiva a los consumidores a ahorrar menos o pedir prestado contra ingresos futuros; se anima a las empresas a invertir en proyectos rentables y se alienta a los bancos a utilizar sus reservas para respaldar préstamos más grandes.

Pero, tanto las empresas como los individuos deben creérsela que serán recompensados adecuadamente por asumir riesgos. En un entorno de tipos de interés negativos, se tienen mayores niveles de incertidumbre en cuanto a si se será compensado adecuadamente por los riesgos asumidos y, por lo tanto, la economía no actúa como se deseaba.

Entre los efectos de las tasas de interés negativas está el que las series de datos históricos no sean fiables y “es posible que se hayan producido cambios estructurales fundamentales en los mercados y la economía ...Los modelos cuantitativos, especialmente modelos estadísticos, tienden a descomponerse en situaciones que difieren de aquellas en las que fueron estimados/calibrados.

El incorporar tasas de interés negativas en las expectativas de los mercados de capitales en horizontes cortos es mucho más difícil que proyectar los niveles a largo plazo.

El desafío surge del hecho de que los precios de los activos dependen no solo de las expectativas de los inversionistas con respecto a los niveles de “equilibrio” a largo plazo, sino también del camino que se tome para llegar a ellos”.

La política monetaria es como navegar en velero. En un formula 1, apenas le mueve el piloto al volante y reacciona el carro. Muchas veces, en un velero, se va zigzagueando: se pasa un efecto y hay que corregir en sentido contrario.

Ps 1. ¿Qué hizo México para merecer narco-gobiernos y factureros como gobernantes? Haberles creído a vendehúmos quesque eran diferentes y honestos y que representaban un cambio. No solo hay que votar, sino también saber votar.

Ps 2. Impunidad. En los países y estados bananeros y naranjeros se exponen, se confiesan, se escuchan y se ven grabadas hartas transas, pero no pasa nada. Ese es el meollo: la falta de castigo a quienes afectan a la sociedad.


El autor es profesor de Finanzas de EGADE Business School.

Artículo publicado originalmente en El Financiero.

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