Tapering

Reducción gradual

Esa es la palabra de hoy. En realidad, es la del miércoles pasado cuando el FED en su comunicado indica que empezará a reducir la compra de bonos de largo plazo: tal cual la traducción de tapering: reducción gradual.

En diciembre 2020, “el Comité de Mercado Abierto indicó que continuaría con sus adquisiciones de bonos gubernamentales en al menos US$ 80 mil millones y bonos hipotecarios (MBS: Mortgage Backed Securities) en al menos US$ 40 mil millones por mes”. El cambio de señal es “si se continúa progresando” hacia los objetivos de máximo empleo e inflación meta del 2%, “pronto podría justificarse una moderación en el ritmo de compras de dichos activos.” No es vender lo adquirido sino de moderar, hasta llegar a cero, las compras nuevas.

La quiebra de Lehman Brothers el 15 de septiembre de 2008, generó la necesidad de respuestas no convencionales de política monetaria por parte de los bancos centrales.

En un paper del Bank of International Settlements, dirigido por Carstens, nos dice que “los bancos centrales se enfrentaron al límite cero de las tasas de interés. El Banco de Inglaterra estuvo a la vanguardia, iniciando su programa de compra de activos a gran escala en marzo de 2009, seguido por el FED, y luego el Banco de Japón en 2010.”

Mientras que algunos países experimentaron con tasas negativas para hacer frente a la crisis, estos tres países se fueron por la ruta de, vía operaciones de mercado abierto, comprar bonos de largo plazo incrementando sus balances y emitiendo circulante para que los intermediarios financieros tuvieran liquidez y a su vez pudieran otorgar créditos. Esto es el Quantitative Easing cuyas principales metas serían: inyectar liquidez a los mercados, reducir las tasas de largo plazo para fomentar la inversión y apoyar a los mercados hipotecarios. Los bonos adquiridos son de mediano a largo plazo y la duración de su portafolio actualmente es de poco más de 7 años.

El año pasado, la tasa de FED Funds efectiva paso de 1.58% al rango de 0 a 0.25% en abril del 2020 y a la vez adquirió bonos gubernamentales de largo plazo y los MBS.

El tapering no es nuevo. Por allá del 2013, el FED lo comenzó a implementar ya que se estaba saliendo de la crisis, pero los mercados respondieron con el “Taper Tantrum” o el berrinche del Tapering ya que querían que la política acomodaticia se mantuviera indeterminadamente, fomentando la economía, pero sin pensar en el riesgo de sobrecalentamiento.

La numeralia es impresionante por decir lo menos: en un análisis de la correduría Charles Schwab, estiman que el tamaño del balance del FED se mantenga en US$ 8.5 trillones (notación americana), algo así como más de 4 veces el valor de la economía mexicana.

A la reducción de la velocidad de compra de los bonos mencionados, se unirá el tradicional mecanismo de la tasa de FED Funds. ¿En cuánto? En su Resumen de Proyecciones Económicas trimestrales del FED se incluye el “Dot-plot” (Diagrama de puntos”), en donde se grafican los puntos de vista de cada integrante del comité para el rango objetivo de la tasa proyectada. Los mercados generalmente se centran en el “punto” o proyección mediana.

La proyección es que la tasa de fondos de la Fed se mantenga en el rango actual de 0% - 0.25% hasta 2021. Nueve de los 18 miembros proyectan que las tasas aumenten en 2022 para estar en niveles de 0.5% y la mayoría de los miembros proyectan al menos tres incrementos de tasa del 0.25% para fines de 2023 para llegar a 1.25%.

El autor es profesor de Finanzas de EGADE Business School.

Publicado originalmente en El Financiero.

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