Los principales organismos internacionales han reducido la tasa de crecimiento económico esperado para México y en general para América Latina. La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) redujo el estimado de crecimiento para México este año de 2.2 a 1.9 por ciento anual y para 2025 de 1.9 a 1.4 por ciento anual. La CEPAL ha seguido la tendencia de diversos organismos internacionales y bancos globales que han disminuido la tasa de crecimiento esperado para México. En general argumentan una ralentización de la economía de EE.UU. y su impacto adverso sobre el sector externo del país además de una elevada inflación que está reduciendo el ingreso disponible de las familias.
El segundo semestre de 2024 ya se observa una desaceleración de la economía nacional. El sector manufacturero ya no es tan dinámico como durante el primer semestre del año, evidenciado por la caída en la generación de empleos manufactureros. Por otro lado, el sector industrial perdió su ritmo de crecimiento. Las elevadas tasas de interés están mermando a la inversión productiva y al consumo privado. El motor de crecimiento de este año, la inversión pública en infraestructura perdió su ritmo de crecimiento después del resultado electoral. Para 2025, se percibe una pérdida de dinamismo aún más pronunciada.
La Inversión Extranjera Directa (IED) parece no estar creciendo como se predijo como resultado del nearshoring. Más del 90 por ciento de la IED es reinversión de empresas ya existentes y no de nuevas empresas. Por otro lado, la ausencia de mayor inversión en el sector energético para elevar la capacidad instalada de la generación de electricidad y del sector hídrico, están limitando la entrada de más empresas a invertir en el país. Esto aunado a una falta de mano de obra calificada importante en el país y de una posible victoria de Donald Trump en EE.UU. que está empujando una agenda más proteccionista. Mayores aranceles perjudicarían aún más al sector externo nacional.
Por último, la aprobación de la reforma judicial sería la gota que derrame el vaso. Con la pérdida de un sistema judicial autónomo y objetivo, muchas empresas pensarán dos veces instalarse en México. Los litigios estarían politizados y en contra los intereses de las empresas extranjeras. Es decir, México está haciendo todo lo posible para no aprovechar el contexto histórico que tiene en la actualidad, nearshoring por la guerra comercial entre EE.UU. y China, un tratado de libre comercio (TMEC) y la cercanía geográfica con EE.UU..
El autor es profesor de Economía y Finanzas de EGADE Business School.
Artículo publicado originalmente en El Financiero.