Recordemos la visión y liderazgo empresarial de Lorenzo Servitje

El 3 de febrero se cumplirán seis años de su fallecimiento por lo que esta columna revisa parte de ese legado en su honor

Es fascinante analizar la visión y liderazgo empresarial de los líderes que construyeron las grandes multinacionales en América Latina. El caso del señor Lorenzo Servitje es singular porque dejó un legado de escritos y discursos disponibles al público para analizar su perspectiva de cómo dirigir las empresas y tratar a los empleados.

El 3 de febrero se cumplirán seis años de su fallecimiento por lo que esta columna revisa parte de ese legado en su honor. Lorenzo Servitje, fundador, director general y presidente del Grupo Bimbo, recibió innumerables muestras de admiración y respeto de múltiples sectores de la sociedad mexicana e internacional.

El Sr. Servitje nació en la Ciudad de México el 20 de noviembre de 1918. Trabajó en la pastelería de su padre donde aprendió sobre la industria antes de abrir su empresa, el Grupo Bimbo (1945), dedicada a la elaboración de pan de molde. Actualmente la empresa opera en 33 países con más de 137,000 empleados.

En uno de sus ensayos, el Sr. Servitje reflexionó sobre la responsabilidad social empresarial. Primero, se cuestionó que es lo ‘social’ de la responsabilidad empresarial.

Para él, lo social es el individuo y su relación con los demás y la obligación moral de buscar el bien común que conlleva esta relación. Para lograr esto, definió los propósitos de una empresa: uno, es el económico externo, en cuanto a productos y servicios para satisfacer las necesidades de la sociedad.

Dos, es el fin económico interno de generar valor para inversionistas y trabajadores a través de utilidades, salarios y prestaciones, que incluye la posibilidad de abrir oportunidades para invertir y generar empleos.

Tres, es la finalidad social externa de contribuir al desarrollo de la sociedad, al promover y proteger los valores sociales y humanos. Y, cuatro, la finalidad social interna de proporcionar los medios para el desarrollo integral de los miembros de la organización a través de los valores humanos básicos.

Finalmente, destaca que las empresas busquen simultáneamente el cumplimiento de todos estos fines sin perjuicio uno del otro.

Para el fundador del Grupo Bimbo, la vida empresarial exige ciertas actitudes, capacidades y exigencias en las que, a su juicio, el director de la empresa debe considerar prioritarias: en el servicio, las observaciones o demandas de los clientes, y hasta malentendidos o reclamos. Evitar daños o problemas, causados por las operaciones de la empresa, a la comunidad, así como aceptar los costos derivados por este motivo.

Lograr la máxima cooperación de quienes trabajan en la empresa a través de un liderazgo responsable y consciente, que propicie una remuneración justa, trato digno y oportunidades de crecimiento, personal y profesional.

Aunque también se debe ejercer la autoridad para corregir, amonestar o despedir a quienes no cumplan con su deber.

Además, mejorar constantemente los productos o servicios para responder a las necesidades o demandas cambiantes de los consumidores, y mejorar los sistemas operativos con innovación.

Por último, la exigencia de la vida empresarial requiere que el líder concilie la vida empresarial con la familiar, evitando llevar los problemas de la oficina a sus hogares, no trabajando en los hogares, ya que privan a su familia de tiempo y atención.

La dimensión política de la visión y liderazgo empresarial del Sr. Servitje se da por su paso en instituciones empresariales tales como el Consejo Nacional de la Publicidad (hoy Consejo de Comunicación: La Voz de las Empresas), la Cámara Nacional de Comercio de la Ciudad de México, y el Consejo Coordinador Empresarial, entre otras.

Como presidente o directivo de estas instituciones, el Sr. Servitje tuvo reuniones con presidentes y altos funcionarios del gobierno mexicano en la época de las crisis económicas recurrentes.

El Sr. Servitje participó constantemente con el tema de apoyo del empresariado a los programas de recuperación económica para enfrentar el desempleo, a través del autoempleo y la creación de pequeñas empresas.

En esa época, el Sr. Servitje realizó un llamado a los empresarios para la creación de una nueva cultura empresarial de no sólo tener la capacidad profesional para crear, organizar y administrar la empresa, sino también tener la sensibilidad humana y la capacidad política para conducir a los trabajadores y a la empresa al pleno desarrollo social.

Reconoció que en México se tiene una economía mixta, en la cual el Estado tiene un rol específico como responsable del bien común y los empresarios son responsables de la productividad industrial y formación técnica y motivación de los trabajadores.

Así, la participación y el activismo del Sr. Servitje en varias organizaciones sociales y políticas muestran un estilo de liderazgo social centrado en la persona y en la sociedad.

La autora es Profesora Emérita de Administración en EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey.

Artículo originalmente publicado en El Financiero.

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