¿Qué hacer para crecer más?

La clave para detonar el crecimiento potencial de cualquier economía es la inversión.

El 2018 termina como un año con un crecimiento mediocre tanto para la economía nacional como para la estatal. Varios factores tanto externos como domésticos afectaron a la actividad económica. Por el lado externo, fueron tres los factores que provocaron un menor dinamismo económico nacional.

Primero, la incertidumbre asociada con la firma del nuevo Tratado de Libre Comercio entre México, Canadá y los Estados Unidos. Durante gran parte del año, dicha incertidumbre retrasó las decisiones de inversión en el país.

Segundo, por la continuación del ciclo de alza de tasas de la Reserva Federal de Estados Unidos que provocó la desvalorización de las monedas emergentes y presionó a los mercados de capitales de dichos países.

Tercero, por la continuación de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que está provocando una desaceleración económica global y encareciendo ciertos productos internacionales. De estos riesgos persisten tres de los cuatro. 

Por el lado doméstico, se observó un gasto en inversión de capital en infraestructura muy pobre en el país, sobre todo en el estado de Nuevo León. Además, el Banco de México continuó incrementando la tasa de interés objetivo, encareciendo el crédito y desincentivando a la inversión privada.

Por último, se presentaron episodios de incertidumbre asociados con las políticas del nuevo gobierno. Principalmente, la cancelación del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México (NAICM) y otras políticas que han causado nerviosismo en los inversionistas, sobre todo extranjeros. Creo que estos riesgos están lejos de disiparse. Así, justo después de las acciones del nuevo gobierno, se redujeron las estimaciones de crecimiento para el país y se elevaron los pronósticos para la inflación.

¿Qué debemos hacer para crecer? La clave para detonar el crecimiento potencial de cualquier economía es la inversión. La inversión es el único componente de la demanda agregada (PIB real) que aumenta la capacidad productiva de la economía. De acuerdo a la economía clásica, se requieren de tres factores para crecer: trabajadores, capital (tanto físico como humano) y tecnología. México presume una gran cantidad de personas económicamente activas (trabajadores) pero carece de capital humano (sólo el 22 por ciento de la población tiene licenciatura o más) y tiene solo un gasto en tecnología de 0.4 por ciento del PIB (Corea del Sur es del 2 por ciento).

Desafortunadamente, el presupuesto de 2019 recorta recursos para la Ciencia y Tecnología y asigna muy poco para la educación. La mayor parte de los incrementos del gasto será para las empresas productivas del estado: Pemex y CFE. En este contexto, será importante incentivar a la inversión privada como motor de crecimiento, sobre todo en inversión en tecnología. El sector privado puede compensar de cierta manera la falta de incentivos del gobierno federal de detonar el crecimiento potencial de largo plazo.

Publicado originalmente en El Financiero.

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