Los proyectos de inversión son aquellos que tienen una duración mayor a un año, o lo que es lo mismo, de largo plazo. Un enfoque para analizarlos nace en la misma definición de activo indicada por la Norma de Información Financiera A-5 Elementos básicos de los estados financieros: “Un activo es un recurso controlado por una entidad, identificado, cuantificado en términos monetarios, del que se esperan fundadamente beneficios económicos futuros, derivado de operaciones ocurridas en el pasado, que han afectado económicamente a dicha entidad”.
El énfasis esta en “se esperan fundadamente beneficios económicos futuros”. Entonces se invierte en el presente -el momento cero que en un siguiente período ya se vuelve pasado- para poder “controlar” un recurso y … esperar que se materialicen los beneficios en un futuro, cosa que nadie asegura que vaya a suceder y por lo tanto se corre el riesgo de perder la inversión realizada.
Hay varias técnicas para poder decidir si conviene o no. Una de ellas es el denominado valor presente neto. El mismo nombre nos va guiando en lo que hace: esos beneficios futuros se “traen” -se hacen equivalentes- a un monto de dinero el día de hoy. El valor del dinero en el tiempo nos obliga a buscar esa equivalencia. Entonces, el valor presente no es otra cosa que decir que hoy 100 pesos son equivalentes -financieramente- a recibir 10 pesos en un año, 15 al segundo año y así sucesivamente por la duración del proyecto. Se vuelve “neto” cuando al monto traído al presente se le resta la inversión. Si el resultado es positivo (es mayor el monto del beneficio esperado a lo invertido) entonces conviene invertir en dicho proyecto. De otra forma en principio no, aunque hay otras técnicas para ver si hubiera otras posibilidades, son las opciones reales.
Sin embargo, de nada sirven los supuestos más precisos y las últimas y más avanzadas técnicas, si falta un elemento crucial para generar la confianza en invertir en algún proyecto: se llama estado de derecho. ¿Invertir para que sin haber demostrado que hubiera corrupción después de tres años, no solo se cancele cuando ya lleva una tercera parte de avance, sino que se nos endeude por generaciones? ¿para que invertir si cuando se está a punto de inaugurar una planta que reunió todos los requisitos se cancele a mano alzada? Desafortunadamente hay muchos ejemplos más. Resulta kafkiano pensar que la economía va a crecer, generando empleo formal que paga impuestos y consume cuando se pisotea al estado de derecho.
PS. Exportaciones rusas. Si bien Marx establece los fundamentos del comunismo, los bolcheviques lo implementaron en Rusia. Esto, junto con el concepto del tonto útil -aquel que les sigue el juego- han sido sus tradicionales productos de exportación que han querido imponer a occidente a través de invasiones, revueltas estudiantiles, “ejércitos de liberación” (como con 23 integrantes, de ahí la referencia), ataques cibernéticos, normalizadores y demás. Han tenido ínfulas de expansionismo y si no les importa sacrificar a su mismo pueblo hasta orillarlos al canibalismo, mucho menos a los demás.
¿Porqué invade y asesina a militares e inocentes civiles ucranianos un dictador como Putin? Porque puede, ya que no tiene contrapesos. Internamente, cuando capitulan los abyectos poderes que en vez de cumplir su deber constitucional se postran frente al lobo dictador que pretende pasar por oveja benefactora del pueblo (mucho ojo). En lo externo, porque por infantiles y poco realistas políticas ambientalistas lo mantienen al comprarle gas -ahora manchado de sangre inocente-. Hay que evitar todo lo que tenga que ver con la abusiva Rusia.
El autor es profesor de Finanzas de EGADE Business School.
Publicado originalmente en El Financiero.