El oro ha sido codiciado a lo largo de la historia de la humanidad tanto así que algunas personas dedicaron su vida a lograr la mítica conversión del plomo en oro. Se dice que, si se concentrara todo el oro del mundo en un solo lugar, ocuparía el equivalente al Madison Square Garden de New York.
En los acuerdos de Bretton Woods de 1944, aun cuando todavía estaba por terminar la segunda guerra mundial, 44 países pactaron que una onza de oro tendría un valor de US$ 35 y de ahí otras monedas se valuarían con respecto al dólar.
Esto traería beneficios como el control de la inflación, puesto que no se podría imprimir más cantidad de billete ya sea del que lo que permitiría la cantidad de oro de la que se disponía o bien, que se lograra obtener por medio de las exportaciones. Si se descubriera una -literalmente- mina de oro, entonces se podría imprimir más papel moneda y acelerar la economía.
Para 1971 se llega a los Acuerdos del Smithsonian por el que paso el precio del oro paso a US$ 38 pero para 1973 se abandonó el patrón oro y las monedas se pusieron a flotar. Entonces, ¿qué sostiene el precio de una moneda? Se le conoce como Fiat Money y es que la autoridad dice que vale lo que nos lleva a la paradoja del dinero: “la moneda es aceptada porque es aceptada”.
La gente “acepta” la moneda porque cree en la economía de dicho país. ¿Porqué se creería en ese gobierno? Por que los gobiernos pueden hacer algo que los particulares no podemos (o es ilegal) y es el cobro de impuestos. Mientras más próspera es una economía, mas se cree en su moneda porque el gobierno puede cobrar más impuestos.
Hay varios regímenes en las monedas. Primero está la dolarización: la cantidad de la moneda local está atada a la cantidad de dólares que se tienen o que se pueden conseguir. En el extremo se cede un aspecto que se llama, con toda razón, el señoreaje, por el que la moneda de un país se acepta que vale el valor nominal (el valor que está impreso en la moneda) que es mucho mayor que el valor intrínseco (el valor del metal del cual está hecha la moneda). También aplica al papel moneda.
Otro régimen es la unión monetaria como en Europa, que ha traído desequilibrios entre los países. Recordemos poco después de la crisis del 2008-2009. Otro más sería la paridad fija, uno más va depreciando lentamente y uno más que es la libre flotación y es el que tenemos en México. Por lo tanto, los países ya no tienen necesidad de contar con oro para sustentar el valor de su moneda. Se finca, podemos decir, en la resiliencia de la economía de un país.
Relativamente en forma reciente, se empezó a promover que el valor del peso mexicano se fijara con respecto a un propuesto patrón plata. Es mas de lo mismo.
El oro ha sido refugio en dos circunstancias: guerra e hiperinflación al actuar como reserva de valor, por lo que su precio ha subido recientemente por expectativas de inflación a nivel mundial que se pueden presentar si los bancos centrales no lograran desactivar el efecto de los apoyos en la pandemia. México no tendría ese problema puesto que no hubo apoyos, pero se cerraron un millón de empresas.
PS. En la conquista se inercambió oro por espejitos. Ojalá no se haya cambiado el futuro del país (nuestro oro) por espejitos modernos (promesas de campaña).
Publicado originalmente en El Financiero.