El Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó esta semana su reporte sobre la economía mundial incluyendo pronósticos de crecimiento. El mundo se está recuperando de diversos choques disruptivos importantes como la pandemia, la Guerra entre Rusia y Ucrania, y eventos climáticos extremos. Estos episodios perjudicaron las cadenas de suministro globales resultando en presiones inflacionarias que persistieron por un periodo prolongado de tiempo.
En general, la inflación mundial ha seguido una tendencia a la baja como consecuencia de una política monetaria restrictiva, es decir, elevadas tasas de interés. Algunas economías desarrolladas, como la de EE. UU., sigue sorprendiendo al alza en un entorno de desaceleración económica global.
El FMI estima que el crecimiento económico global será estable en 2025 en alrededor de 3.2 por ciento anual. Al interior, el reporte del FMI recorta la tasa de crecimiento de países emergentes con problemas geopolíticos como en el Medio Oriente, Asia central y de África Subsahara.
En contraste, eleva las perspectivas de crecimiento de los países del sureste de Asia apoyados por el dinamismo del sector de semiconductores e inteligencia artificial. Asimismo, se espera que la región latinoamericana crezca a un ritmo de 2.5 por ciento de una tasa de crecimiento de 2.1 por ciento anual este año.
Para los países desarrollados, se espera, en su mayoría una recuperación económica liderada por Europa. En EE. UU., se espera una expansión de 2.2 por ciento el próximo año.
Para México, el FMI estima un crecimiento económico de 1.3 por ciento en 2025 después de una expansión de 1.5 este año. Las presiones fiscales existentes están detrás de este pronóstico. Este año se duplicó el déficit fiscal lo que está generando presiones en las finanzas públicas.
Habría que añadir los posibles impactos adversos en el sector externo nacional de una implementación de aranceles de EE. UU. como los ha propuesto Donald Trump. En contraste, la mayoría de los países latinoamericanos observarán una expansión en su ritmo de crecimiento. Se espera que catorce países latinoamericanos crezcan más que México.
Así, el 2025 será un año de bajo crecimiento para México contrastando con EUA y el resto de la región latinoamericana. Aun con el nearshoring, veremos tasas de crecimiento económicas muy pobres. A los problemas fiscales existentes habría que incluir la baja inversión en generación de energía (electricidad), de agua y la falta de capital humano calificado. Si añadimos la incertidumbre por la reforma judicial y una postura comercial más proteccionista de EE. UU., podríamos ver tasas de crecimiento económico todavía menores.
El autor es profesor de Economía y Finanzas de EGADE Business School.
Artículo publicado originalmente en El Financiero.