Los principales obstáculos para renovar el TLCAN

En lugar de ver una oportunidad de profundizar en la integración regional, la retórica inicial de Estados Unidos demuestra que las negociaciones pueden subir de tono, principalmente en relación a los aspectos más espinosos: las reglas de origen, los mecan

La primera ronda para la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ha arrancado con los ánimos caldeados. En lugar de ver una oportunidad de profundizar en la integración regional para hacer de América del Norte el bloque más competitivo del mundo, la retórica inicial del equipo estadounidense demuestra que las negociaciones pueden subir de tono, principalmente en relación a las reglas de origen, los mecanismos de resolución de controversias y los temas laborales, entre otros aspectos candentes que encenderán la discusión.

  • Reglas de origen: Son los requisitos de contenido regional que los productos deben cumplir para ser considerados libres de aranceles para los países que forman parte del acuerdo. Considere, por ejemplo, uno de los sectores más importantes en el comercio de la región, el automotriz. Un automóvil deberá contener por lo menos 62.5% de insumos de la región para gozar de este beneficio. Estados Unidos buscan incrementar ese porcentaje, para que el contenido de insumos elaborados en ese país sea mayor.
  • Mecanismo de solución de controversias: Se refiere a los procesos mediante los cuales los países pueden solucionar disputas comerciales en la región. Actualmente se resuelven de manera imparcial a través de un panel binacional, pero Estados Unidos desea incorporar cambios que le permitan tomar decisiones de forma unilateral.
  • Temas laborales: Serán otro punto de desencuentro. Mientras que Canadá tiene un sistema que incentiva la migración a través de reglas claras en busca de candidatos calificados en áreas específicas, a México le interesan acuerdos de migración temporal e incluso mayor apertura para permitir un flujo migratorio más flexible. En cambio, la postura de Estados Unidos es más cerrada, principalmente en relación a los migrantes mexicanos.

Es necesario modernizar o adecuar el acuerdo a las circunstancias actuales y futuras en los temas señalados. Canadá y México coinciden en que no deberán eliminarse los mecanismos de solución de controversias, y que cualquier cambio que se introduzca en las reglas de origen no deberá inclinar la balanza en favor de un único miembro. Se deberá trabajar, en cambio, para simplificar procesos y otorgar flexibilidad para que las reglas puedan atender las necesidades que se den en un futuro.

En los próximos meses será crítico que los equipos mexicano y canadiense trabajen conjuntamente para alcanzar objetivos comunes. Tanto México como Canadá buscan un acuerdo inclusivo y responsable que incluya temas medioambientales y de perspectiva de género, además de la homologación de estándares laborales.

Las posturas de México y Estados Unidos se acercan en lo referente a los sectores de telecomunicaciones y financiero, temas muy importantes en los que se podría lograr un acuerdo. Estos sectores, y los de comercio digital y energía, constituyen una oportunidad única de crecimiento e integración para la región.

Se sabe que los siguientes meses de negociación serán difíciles. México y Canadá llegan fortalecidos con objetivos similares, pero México deberá también buscar puntos de acuerdo con Estados Unidos y enfocarse en los temas analizados dentro de las mesas de negociación, más allá de la información de los medios y la probable retórica beligerante del presidente Trump.

 

*Por Sonia Monárrez Martínez.

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