Si bien es por todos sabido que bajo las condiciones actuales las distintas economías ya alcanzaron su nivel de deterioro más agudo, aún impera en el ambiente de negocios el desconocimiento del tiempo que durará y la forma que tendrá la recuperación económica. México no es ajeno a esto, y el reto que tenemos es comenzar la recuperación en niveles negativos de alrededor del 12%, con el objetivo de alcanzar en primera instancia el crecimiento que se venía observando en el 2018.
En México, el tiempo, la forma de recuperación y qué tan sostenible sea en el mediano lago plazo, se puede visualizar si identificamos las expectativas de los sectores público y privado, así como también analizando cuales serían los pilares en los que se sostendrá el crecimiento.
Respecto a las expectativas de recuperación, los expertos coinciden en que será lenta, llevando alrededor de 3 o 4 años alcanzar el nivel que se tenía en 2019, y, a partir de ahí, se deberán generar políticas económicas que detonen el crecimiento. Esto se presentaría sólo en caso de que se registren crecimientos de 3.5-4.5 % en 2021, y de niveles de alrededor del 2.5% entre 2022 y 2024.
Ahora bien, ¿cuáles serán los pilares que detonarán el crecimiento a partir del 2021? Los factores que vertebrarán la reactivación serán las exportaciones y el consumo privado, mientras que el gasto público y los niveles de inversión contribuirán en menor medida a la recuperación.
La reactivación de las exportaciones, que representan para México el 25% del PIB, estará apuntalada particularmente por la industria de autopartes y automotriz, un sector que vende el 70% de su producción al exterior, mientras que el consumo privado dependerá de qué tan estratégicas son las empresas para continuar ofreciendo sus productos bajo los esquemas de la nueva normalidad, y qué tan enfocadas están en generar confianza para que los consumidores adquieran productos duraderos, hacia los cuales hay una mayor cautela en épocas complicadas como la actual.
Por último, es importante tener la visión de que los escenarios anteriores tendrán lugar siempre y cuando se mantengan varias premisas. Primero, que se tenga una mayor certeza de cuándo se podrá disponer de una vacuna contra el coronavirus en el mercado; segundo, que la reactivación económica no genere una nueva oleada de contagios; tercero, que se presente de forma similar una reactivación en las economías desarrolladas y, particularmente, en Estados Unidos, destino del 80% de las exportaciones de México. Finalmente, que el sector financiero mantenga su solidez y que la situación financiera de las familias no continúe mermando su nivel de ingreso.
Artículo publicado originalmente en Dinero en Imagen.