Los avatares de la política monetaria

Artículo publicado en la sección Glosas Marginales del periódico Reforma

El Fed como hawk (¿no confiable?)

Algunos economistas distinguidos (i.e., L. Summers) han comentado que la economía de Estados Unidos está "muy, muy caliente", en vista sobre todo del vigor del consumo y del mercado de trabajo. Ello se ha traducido en una inflación que, aunque a la baja, todavía es muy, muy elevada.

Como quiera, hace al menos una semana, los llamados Fed Watchers, esto es, aquellos que se especializan en seguir el curso de la política monetaria de Estados Unidos, "pronosticaron" en general que el banco central (el Fed) no movería su tasa objetivo el día 14 de junio. Sin embargo, no descartaron la ocurrencia de alzas antes del fin del 2023.

El día referido, el Fed decidió, en efecto, dejar sin cambio su tasa de interés en el intervalo 5.00-5.25% pero sugirió, como se esperaba, que podría incrementarla un par de veces en el futuro próximo. Más relevante, sin duda, resultó la declaración de J. Powell en la conferencia de prensa correspondiente, advirtiendo (creo) que probablemente la tasa no bajaría en los próximos dos años.

Así pues, los analistas llegaron a la conclusión de que la pausa decidida fue apenas un paréntesis, pero no el término de una postura monetaria debatiblemente "restrictiva". Según mi lectura casi literal del comunicado de prensa, la suspensión temporal del ascenso de la tasa permitirá al Fed evaluar el efecto del apretamiento ya acumulado; los rezagos con los que la política monetaria afecta a la economía; y, por supuesto, la relevancia de la información por venir.

Para el resto del 2023, el Fed tiene programadas cuatro reuniones y, dada la resistencia a la baja de lo que se conoce como "inflación subyacente", es razonable anticipar un alza en cualquiera de ellas, incluso tan temprano como el próximo mes de julio.

El comité encargado de la decisión (Federal Open Market Committee) se manifestó "comprometido fuertemente en regresar la inflación a su objetivo de 2%". Está claro, en total, que el Fed quiso enviar a los mercados financieros, y al público en general, un mensaje firme, con la idea de evitar el deterioro de las expectativas de inflación. Sobre este punto, el problema es que el récord del Fed ha creado un ambiente de baja credibilidad entre los observadores.

Se ha dicho repetidamente que el Fed "está metido en problemas", y es cierto. Vale agregar que son problemas creados, en buena medida, por sus propios errores recurrentes.

Con dicho marco de referencia, es dable suponer que el costo del crédito seguirá siendo relativamente alto durante un periodo prolongado -quizá de dos años-.

En cuanto a la política monetaria de México, no me parece aventurado postular que Banxico no encontrará pronto espacio para bajar su tasa de interés objetivo, situada en 11.25%. El marco externo limitará esa posibilidad. A ello se agregará la lentitud del descenso de la inflación subyacente. Esto último debería ser la consideración más importante en la toma de decisiones de la Junta de Gobierno. (Perdón por el tono pontifical).

El afamado superpeso

Entre octubre 2022 y mayo 2023, el dólar se depreció 5.2%, según la medición de un índice de su valor en relación con las monedas de un grupo de economías en desarrollo. Dicho indicador lo elabora el Fed. En el mismo lapso, el peso se apreció 12.0% en términos nominales. En consecuencia, se puede afirmar que una parte de la fortaleza del peso es de origen externo. Lo más probable es que el índice aludido prolongue en junio la tendencia señalada, en vista de la pausa monetaria descrita en los párrafos anteriores.

Notas político-económicas (muy) inquietantes

1.-La alcaldesa de Tijuana decidió refugiarse en un cuartel militar ante las amenazas recibidas de parte del crimen organizado. El suceso es prueba evidente de la inseguridad desbordada y, en consecuencia, de la indefensión de la ciudadanía.

2.- Según una nota de prensa del día 14, frente a las protestas de un grupo de agricultores en relación con los precios del maíz y del trigo, el gobernador de Sinaloa los "llamó a tomar empresas". Otra manifestación más de la fragilidad del Estado de Derecho.

Y todavía muchos se preguntan por qué México no es una sociedad en paz con una economía próspera.


El autor es profesor de Economía de EGADE Business School.

Artículo publicado originalmente en Reforma.

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