Llamada de atención

El número de personas que necesitan empleo es de 34.32 millones a mayo de este año

Si no nos cimbran este par de estudios, entonces no sabría decir de qué estamos hechos. Comencemos por una presentación del Dr. Jonathan Heath: “Cambios estructurales en el mercado laboral”.
 

En lo que va del sexenio, el indicador coincidente para la economía nos regresa por allá de 1997. P’atrás los fielders … veintitrés años. Si bien la tasa de desempleo abierto se acercaba al cinco por ciento y se ha reducido un poco a 4.2 por ciento para mayo de este año, la tasa de subempleo prácticamente llegó al 30 por ciento de la población ocupada.

Contrastando con Estados Unidos, la tasa de desempleo llegó a un 15 por ciento (máximo histórico desde 1948), aunque ya regresó a aproximadamente 11 por ciento, todavía por encima del pico de la crisis del 2008-2009 y cercano al “all-time-high” de 1983.

Las micro, tanto en manufactura, comercio y servicios privados no financieros, corresponden a más del 90 por ciento de las unidades. Por personal ocupado, en manufactura, se llevan las palmas las grandes empresas, pero las micro inclusive ganan en el comercio y en el total. Hay que apoyar a las micro.

Otro dato impactante: entre febrero y mayo de este año, se redujeron más de un millón de puestos afiliados al IMSS. A quienes más afecto fue el rango de entre uno y dos salarios mínimos.

El último dato de la presentación es estremecedor: el número de personas que necesitan empleo es de 34.32 millones a mayo de este año. Personalice esto: toco madera, pero ¿Qué haría Ud. si perdiera su fuente de trabajo?

El segundo estudio, reportado en ese medio, es el de la estimación del costo de eliminar la pobreza extrema por ingreso en México, en tiempos del Covid por Héctor Nájera y Curtis Huffman.

A mayo de este año, el número de personas en condición de pobreza extrema por ingreso (ajustado por el INPC), es de 38 millones. “… el costo de la pandemia … significaría un aumento…de entre seis y 10 millones de personas en condición de pobreza (laboral) extrema”.

Dolor auto infligido: Desde la cancelación del NAIM, -con reportes de corrupción ahora y no antes-, hasta la indolencia que ha costado vidas en el manejo de la crisis del Covid. Por algún extraño razonamiento se piensa en el “costo político” por el que los adversarios harían leña del árbol caído por recomendar el uso del cubrebocas, por ejemplo. El león cree que todos son de su condición.

No podía haber banco central rico y pueblo pobre. Sí puede haber partidos políticos groseramente ricos, con un aparato electoral costosísimo pero que el pueblo siga pobre.

¿Reducción del grotesco número de diputados, senadores y suplentes? Ja, ja y más ja. Con la tragedia encima, son de tal bajeza que únicamente alcanzan a proponer reformas anti-memes o para robarse la propiedad privada. Es de esperarse, no saben lo que es ganarse la vida con un trabajo honesto. Ronald Reagan tenía razón: “el gobierno no es la solución a nuestro problema, el gobierno es el problema”. En el pecado va la penitencia: pasarán a la historia como el gobierno que más ha incrementado la pobreza.

Pero no todo está de un lado: ¿Porqué no nos hemos solidarizado con estas personas? ¿Sólo en los temblores? Ni así. Gracias a la división artificial entre los mexicanos, ¿vamos a preguntar si se es chairo o fifí para ver si se le rescata o no? Otra gran cita de otro gran presidente americano, John F. Kennedy: “No preguntes que puede hacer tu país por ti, pregunta que puedes hacer tú por tu país”. Manos a la obra: a crear empleo.

Publicado originalmente en El Financiero.

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