Las remesas, los migrantes y las cifras

Artículo publicado en la sección “Glosas marginales” del periódico Reforma.

El Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA), publicó hace poco un estupendo análisis sobre el flujo reciente de las llamadas "remesas familiares" a México. El artículo, firmado por Jesús Cervantes y Cindy Sánchez, contiene información detallada de diversos aspectos de dicho rubro, proveniente de fuentes oficiales, sobre todo de Banxico y del U.S. Census Bureau. (A mi juicio, ya lo he dicho en alguna otra ocasión, Jesús Cervantes es el investigador que más conoce sobre el tema). 

Para apreciar la relevancia del asunto, quizá sea útil echar una ojeada a la historia de los últimos casi 20 años. En 1999, por ejemplo, el monto de remesas fue un poco menos de 6,000 millones de dólares. El año pasado, superaron los 30,000 millones. Esto es, se multiplicaron por un factor de cinco a lo largo del periodo. Su crecimiento no ha sido uniforme. La Gráfica 1 ilustra lo sucedido. Lo primero que destaca en ella es el ascenso extraordinario observado durante los primeros anos del decenio pasado. Luego, es notable la caída asociada con la Gran Recesión de 2008 2009, una de cuyas manifestaciones fue el desplome del empleo. (Las deportaciones masivas realizadasealizadas por la administración Oba ma contribuyeron al proceso). Finalmente, destaca el que las remesas iniciaron su recuperación allá por el año 2011. El repunte se ha sostenido hasta el presente. 

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La nota de CEMLA atribuye el ascenso registrado en el pasado reciente, con razón, a la reducción de la tasa de desempleo. En lo más agudo de la Gran Recesión, la desocupación alcanzó el 10% para el total de los trabajadores en Estados Unidos; la tasa correspondiente para los inmigrantes mexicanos fue 14%. Desde entonces, la expansión gradual pero sostenida de la economía se ha traducido en una reducción de ambas cifras. Curiosamente, en junio de este año, mientras que la tasa de desempleo total fue 4%, la referente a los inmigrantes fue sólo 3.6%. 

De 1999 a 2017, la cotización del dólar en pesos se duplicó. En consecuencia, el monto de las remesas, expresadas en pesos, se multiplicó por un factor de 10, llegando a un poco más de 573,000 millones. Desafortunadamente, los pesos en cuestión han perdido poder adquisitivo con el paso del tiempo, 'gracias" a la inflación. Lógicamente, la nota de CEMLA corrigió las cifras nominales por este factor, para examinar su significado real. (En términos técnicos, deflactó los números originales utilizando para el caso el Indice Nacional de Precios al Consumidor). Aun con tal ajuste, el crecimiento de las remesas ha sido espectacular --si se me perdona la expresión-. La Gráfica 2 presenta la trayectoria de las transferencias en pesos constantes (a precios de 1999). Así expresadas, las cifras reflejan mucho mejor su significado en cuanto al poder de compra de lo que reciben las familias en México. 

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Para terminar, conviene resaltar varias cifras de las contenidas en el informe de CEMLA: 1) el número de trabajadores inmigrantes mexicanos en Estados Unidos ronda los 7.5 millones de personas; 2) casi el 35% de ellas son mujeres; y, 3) la remuneración media de ambos grupos es cerca de 37,400 dólares anuales. Quiero creer que la consideración objetiva de tales datos puede servir para modificar algunas opiniones inclinadas al victimismo. Pero, la verdad, lo dudo. 

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