En una economía global con modelos de negocio emergentes, demandas de clientes cada vez más retadoras y un panorama empresarial volátil, incierto, complejo y ambiguo, la innovación es una condición sine qua non para la supervivencia de las empresas. Las organizaciones ya no pueden quedarse dentro de sus cuatro paredes y depender solamente de su conocimiento interno y mejores prácticas. La innovación abierta ayuda a las empresas a buscar conocimiento fuera y traducirlo a sus necesidades, desarrollando las capacidades organizacionales necesarias para destacar.
El entorno pospandémico ha propulsado el desarrollo tecnológico, ampliando la base de conocimiento de las empresas y abriéndolas al mundo de la innovación. El primer paso para iniciarse en la innovación abierta corporativa implica gestionar un equipo de innovación con el mindset y la apertura para crear a partir de la combinación de recursos internos y externos a la organización. Tres principios definen la expectativa esperada al momento de iniciar una colaboración, estos son algunos ejemplos que se gestaron durante la pandemia:
Durante los primeros meses de la pandemia sucedió algo sin precedentes en nuestro país. Más de 15 instituciones públicas, empresas y universidades mexicanas trabajaron en conjunto para desarrollar un ventilador automático de emergencia VSZ-20-2 para atender pacientes de Covid-19. El creador intelectual fue el ingeniero mexicano Ramsés Galaz, quien junto con su equipo encontró en el camino otros actores que buscaban el mismo objetivo: la iniciativa pública, FEMSA, Metalsa, Coppel y el Tec de Monterrey, entre otras instituciones. Lograron tenerlo en tiempo récord gracias a la apertura y colaboración de todos los actores involucrados.
Otro caso similar que aprovechó las economías de escala fue el de la empresa Volkswagen en la planta de Puebla. La empresa alemana realizó esfuerzos para replicar la producción de ventiladores de oxígeno que ya habían sido elaborados y aprobados en otros países al cambiar su línea de producción en una de las autopartes del modelo desarrollado por SEAT.
En este ámbito, destaca la alianza de Grupo Modelo y Aeroméxico. Grupo Modelo utilizó el alcohol obtenido en la elaboración de Corona Cero para producir más de 15,000 botellas de producto sanitizante que han estado disponibles para los clientes a bordo de Aeroméxico. Este ejemplo muestra cómo la innovación abierta permite que se aprovechen una serie de combinaciones de capacidades organizacionales que permitan a las empresas obtener mejores resultados y un posicionamiento de la marca a través de una responsabilidad social.
Los corporativos latinoamericanos comienzan a desarrollar áreas de venture capital que les permitan ser más ágiles al invertir en nuevos desarrollos o productos que están fuera de su core de negocio, pero les brindan ventaja competitiva. Durante la pandemia, nos percatamos de cambios en los hábitos de consumo de las personas. La expectativa de crecimiento anual en el uso de plataformas de e-commerce en México asciende 20% en 2021.
Un caso que ejemplifica lo anterior y demuestra el interés en invertir en startups es el caso de FEMSA Ventures, que durante la pandemia decidió invertir en la etapa seed de la startup Jüsto, cadena de supermercados de productos locales con entrega solo en línea y presencia en toda América Latina. Otro ejemplo fue su última inversión de este año que fue una Serie A para Muncher, startup especializada en cocinas oscuras (dark kitchen) que cocinan en contenedores y operan sus propias marcas de restaurantes con solo entrega, evitando la rutina de los restaurantes y brindando una nueva experiencia de consumo culinaria a domicilio.
El dinamismo presente en el mercado ha llevado a las empresas a dejar los modelos tradicionales de investigación y desarrollo. Lo que antes se consideraba un activo estratégico interno para las empresas, ahora se abre al mercado en la búsqueda de nuevas oportunidades y mejores soluciones.
Podemos esperar que la innovación abierta tome cada vez más relevancia dentro de las organizaciones. Incluso, que la participación de pequeñas y medianas empresas en los ecosistemas de innovación abierta sea cada vez mayor. Este tipo de modelo permitirá a las organizaciones responder de manera rápida a las oportunidades y amenazas que se presenten como, en este caso, fue la pandemia del coronavirus.
Los autores son líder operativo de emprendimiento corporativo en EGADE Business School Guadalajara (Neysa Santoscoy) y profesor de cátedra del Tecnológico de Monterrey (Gustavo Berretta).
Artículo publicado originalmente en Dinero en Imagen.