La economía se desacelera

El IGAE se contrajo 0.9 por ciento con respecto a mayo y al interior todos sus componentes cayeron. En contraste, el dato anual mostró un crecimiento de 13.4 por ciento viciado por la abrupta caída del mismo periodo de 2020

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó esta semana la cifra de la actividad económica mensual, IGAE, para el mes de junio donde se observó una caída importante en su comparativo mensual. El IGAE se contrajo 0.9 por ciento con respecto a mayo y al interior todos sus componentes cayeron. En contraste, el dato anual mostró un crecimiento de 13.4 por ciento viciado por la abrupta caída del mismo periodo de 2020.

Así, la economía comienza a desacelerarse después de un comienzo de año muy vigoroso de la mano del buen dinamismo de la economía estadounidense. Esta última, sin embargo, está mostrando cierta moderación en su ritmo de crecimiento por dos factores: primero, por el impacto adverso de la variante delta del COVID-19 y segundo, por los choques de oferta de algunos insumos manufactureros globales que están perjudicando a los procesos industriales en ese país.

Estos dos factores comienzan a repercutir a la economía mexicana. Los procesos manufactureros en el país, sobre todo automotrices, han comenzado a moderar su ritmo de crecimiento. El motivo principal es la falta de insumos esenciales como los microchips por falta de producción en países asiáticos ante el salto de contagios. Además, la desaceleración en el consumo estadounidense implica menores exportaciones nacionales hacia el vecino país.

A estos efectos adversos hay que añadir que las políticas económicas domésticas no fomentan la expansión de la actividad económica. Si observamos el indicador de inversión fija bruta, un termómetro de la inversión en la expansión productiva de las empresas en el país, se observa claramente una tendencia a la baja. Esta tendencia provocará menores tasas de crecimiento potencial en el futuro mermando aún más la tasa de crecimiento económico del país.

Además, la falta de apoyos fiscales hacia las pymes durante la pandemia provocó el cierre de casi 1 millón de Pymes. Sin incentivos para emprender será muy difícil recuperar pronto a estas empresas que desaparecieron. Como resultado de lo anterior se ha observado una migración de empleos hacia la informalidad que históricamente tienen remuneraciones más bajas y menores niveles de productividad para la actividad económica.

Así, esperemos ahora un menor crecimiento económico al estimado anteriormente. Yo espero que la economía crezca ahora 5.5 por ciento (de 6.5 por ciento), pero con riesgos a la baja. Según el INEGI la economía continúa en niveles inferiores a su nivel pre-pandemia es parece que así estará hasta principios de 2023. La economía de EE. UU. ya recuperó su nivel pre- pandemia en el segundo trimestre del año. Sin un cambio de giro en la política económica tendremos, además, tasas de crecimiento promedio inferiores al 2 por ciento anual lo que resultará insuficiente para emplear a todos los mexicanos que buscan trabajos cada año.

El autor es profesor de Economía y Finanzas de EGADE Business School.

Publicado originalmente en El Financiero.

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