El sector financiero chino está en problemas debido al colapso de su sector inmobiliario, el cual, hasta hace no mucho, fue el pilar de la estabilidad y crecimiento de ese país. El sector inmobiliario que representa casi un tercio del Producto Interno Bruto (PIB) chino observa con nerviosismo el colapso de las principales financieras que otorgan créditos hipotecarios. Esta crisis no solo pone en peligro al sistema financiero y económico chino sino el mundial.
Son diversos los factores que están contribuyendo al colapso del sector inmobiliario chino. Primero, por una economía que está en plena desaceleración lo que está perjudicando las compras de bienes inmuebles. Asimismo, las bolsas de valores chinas no tienen el dinamismo positivo de otras bolsas en países emergentes o en EE. UU. y Europa. Segundo, por la falta de confianza en el sector donde los grandes participantes están entrando en default. Muchos de los proyectos inmobiliarios no se han completado por falta de recursos financieros.
El último factor es una población que disminuye cada año lo que está reduciendo la demanda por propiedades. Con menores precios de activos inmobiliarios y una caída de las ventas, se está consumando una crisis inmobiliaria sin precedentes. El gobierno chino ha implementado medidas para proteger a la economía y al sector inmobiliario. Para los primeros compradores se han flexibilizado el enganche, reducido las tasas de interés hipotecarias y se han flexibilizado los criterios para ser aprobado. Además, se han recortado las tasas de interés existentes para los poseedores de propiedades.
Los apoyos gubernamentales se acercan a los 469 billones de yuanes y se consideran insuficientes por el mercado. En el corto plazo se ha estabilizado un poco el sector, pero la visión de largo plazo persiste negativa. El colapso de Evergrande, en su momento la empresa inmobiliaria más grande del mundo inició la crisis que vive China en la actualidad. El problema fue su alto nivel de apalancamiento donde la desvalorización de sus activos fue insuficiente para pagar sus obligaciones de deuda. En 2021, Evergrande entró en bancarrota debiendo alrededor de 300 mil millones de dólares. Similarmente, la empresa Country Garden entró en bancarrota con una deuda de 205 mil millones de dólares.
Los problemas para China son complejos y de continuar perjudicarán al sector externo (exportador) y al sector de los commodities. La solución de los problemas en China requiere de cooperación internacional y reformas estratégicas domésticas.
El autor es director general de Soluciones Financieras GAMMA y profesor de Economía y Finanzas de EGADE Business School.
Artículo publicado originalmente en El Financiero.