¿Hacia dónde vamos…?

En esta época es común que las organizaciones, incluso las personas, realicen ejercicios, reuniones y reflexiones sobre el futuro inmediato

¿Cuál fue la experiencia o el aprendizaje que se tuvo del 12 de marzo de 2020 al 5 de mayo de 2023, fechas de inicio y fin de la pandemia? Esta pregunta aplica tanto en el aspecto personal como en el empresarial, incluso utilizamos palabras que ahora son comunes en nuestro vocabulario como resiliencia, adaptación y agilidad, las cuales se derivaron de esa contingencia de salud.

Es aquí donde se habla de un proceso de transición y cambio, de la evolución en las diversas actividades y funciones que se realizan, con la finalidad de reinventar creativamente las formas en que se llevan a cabo actualmente y seguir hacia adelante de la mejor manera posible.

En esta época del año es común que las organizaciones, incluso las personas, realicen ejercicios, reuniones y reflexiones sobre el futuro inmediato, de mediano y de largo plazo, con la finalidad de alinear los esfuerzos cotidianos y enfocarse hacia el logro de diversas metas. Se trata de responder la pregunta: ¿Hacia dónde vamos?

Buscando obtener información de tendencias, temas de actualidad y/o situaciones disruptivas para comprender lo que podría pasar en el entorno que vivimos, me encontré con algunos temas de interés que se mencionan a continuación

El futuro del trabajo y del talento engloba tres aspectos clave que se tienen que considerar al interior de las organizaciones: 1) El nivel de automatización que se tiene, es decir, que tipo de actividades pueden utilizar algún tipo de tecnología para favorecer la manera en que se realiza; 2) La manera en que se va categorizando el talento de las personas, pudiendo identificar quién lo va a realizar y cómo lo va a lograr; 3) La distancia física, en este punto se puede incluir la flexibilidad que se relaciona con el lugar y el espacio donde se realizan las actividades laborales que, aunque ya sabemos que el trabajo híbrido llegó para quedarse, ahora se están ajustando los tiempos y las condiciones para fortalecer esta modalidad de trabajo.

Sin embargo, encontramos esas tendencias de recursos humanos que se han estado repitiendo en los últimos años, aunque en un orden diferente, es decir, de acuerdo a las prioridades requeridas, pues se están enfocando en el bienestar de los empleados, en la ciberseguridad, en el uso de las herramientas tecnológicas y plataformas digitales, en lograr la mezcla multigeneracional, en la experiencia del empleado, en los modelos de trabajo híbridos, en el desarrollo de habilidades en las personas, en la movilidad interna, en los temas de diversidad e inclusión, sin dejar fuera el tema de la analítica de talento.

Ahora bien, hay algunos aspectos que se deben considerar en los planes estratégicos, pues hay posiciones que están cambiando las tareas por realizar y ahora se enfocan en las habilidades que deben tener las personas; en lo que respecta al ecosistema laboral, especialmente en el diseño de los lugares de trabajo, se deben tener en cuenta la conectividad y los espacios de colaboración multidisciplinar; enfocarse también en la creación de valor principalmente, por impacto humano con la tecnología y el manejo de datos en la toma de decisiones, así como en la cercanía con los colaboradores, tanto para atender sus necesidades personales como en el cumplimiento de sus metas. Otro punto para considerar son las diversas estrategias, desde la perspectiva de la sustentabilidad, que favorezcan una cultura que trascienda más como una ventaja diferenciadora muy propia del sector industrial al que pertenece la empresa.

A partir de una conversación con un grupo de estudiantes próximos a graduarse, puedo destacar que dentro de sus preocupaciones por el futuro laboral y los retos profesionales que enfrentarán se encuentran: los temas propios del desarrollo profesional, el paquete de compensaciones que tendrán y la forma del lograr el éxito en su carrera laboral. Se destaca una preocupación por la influencia que pudiera tener la inteligencia artificial en muchas posiciones, así como los cambios inesperados que afectan la calidad de vida en las personas y la cultura de trabajo en las empresas, además que los líderes empresariales prioricen la maximización de utilidades a cambio de la salud de las personas, así como la estabilidad política, económica y social en el país.

Les comparto unas preguntas más, ¿Qué va a pasar en los próximos años con respecto al talento que se requiere en las nuevas industrias que seguramente estarán surgiendo?, ¿Qué expectativas tienen los buscadores de empleo?, ¿Cuál será el comportamiento de los nuevos colaboradores y consumidores ante el surgimiento de nuevas marcas o por la falta de lealtad a las mismas?, ¿Cómo serán los entornos de trabajo en ambientes complejos y de cambio constante?, ¿Hasta dónde se llegará con los procesos innovadores y disruptivos?, en fin, trataremos de encontrar la respuesta a estas preguntas en los proyectos que estaremos realizando en el año en curso y contestar la pregunta con que titulé esta columna.
 

El autor es profesor de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey y Líder del Grupo de Área Temática en Diseño y Cultura Organizacional.

Artículo publicado en El Financiero.

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