Todos buscamos un mejor portafolio, uno que brinde mejores retornos y también riesgo moderado a nuestro resultado. Un retorno decente es 8% anual en dólares (doblar tu patrimonio cada 9 años), pero pocas emisoras mexicanas han ofrecido eso en los últimos 20 años (las que sí son GMexico, Peñoles, Elektra, AMX, WalMart, Arca, Femsa, Bimbo, y unas pocas más), hasta antes del COVID. El peso fuerte -se ha apreciado un 12% desde sus máximos del año pasado- puede brindar una ganancia extra para quien invierte desde afuera, más no para el mexicano.
¿Qué estrategia de inversión entonces puede ser la más inteligente en un mundo como el nuestro?, uno en el que hay dos México frente a nosotros: uno con la llegada más grande de inversión extranjera que hayamos visto hasta ahora, y otro con un ataque a la democracia como no había ocurrido desde tiempos previos a las guerras mundiales; un mundo además en el que -a las puertas de una nueva recesión en los EE. UU.- todas las tasas parecen incrementarse al doble: las de inflación, las de interés, las de desempleo, las de los bonos, las hipotecas, entre otras.
La estrategia de inversión tiene cuatro tareas principales: la asignación de activos, la selección de instrumentos, la cobertura de riesgos y la temporalidad de todo esto. La primera de estas suele ser la clave, y las decisiones que se derivan de ella son cinco a su vez: en qué clase de activo invertir, en qué países, en qué sectores, en qué monedas y a qué estilo de gestión dirigir el portafolio.
Hace cerca de 20 años, un investigador (Bill Sharpe), hoy Premio Nobel, demostró en un artículo que más del 80% de la eficacia en retornos se debe a las decisiones relacionadas con la asignación de activos mencionada arriba, y en un ámbito como el nuestro parece lo más prudente rebalancear nuestro portafolio con las siguientes recomendaciones: 1) Debe reducirse la posición en bolsa, más no eliminarla, dejando acciones de alta calidad y alto dividendo, defensivas en su estilo y sanas en sus finanzas, y añadiendo bonos de corto y medio plazo y bonos a tasas flotantes de buen riesgo crediticio; 2) tener activos que ganan con inflación como energéticos, bienes durables y de capital, transporte y hardware.
Si México es un destino atractivo en la actualidad, ¿qué instrumentos pueden ser ganadores los próximos 18 meses? Un estudio reciente de la Sociedad CFA de México y el Think Tank Financiero de la Escuela de Negocios del Tec de Monterrey, titulado “Diversifying Risk and Beating the Market through ESG Evidence from Latin-America”, revela que las estrategias de inversión basadas en ESG son efectivamente alternativas de inversión viable y con un perfil atractivo de retorno ajustado al riesgo para renta variable en Estados Unidos y algunos países de América Latina.
El estudio encuentra que los mercados sí otorgan valor por el tema de ASG (factores ambientales, sociales, y de gobernanza, o “ESG”, por sus siglas en inglés), pero no para todos los países latinos. En particular, encuentra que Estados Unidos, México y Colombia presentan retornos favorables para los índices ESG comparados con el mercado en general del 2015 al 2021, pero en Brasil, Chile y Perú la ganancia se da a favor del índice del benchmark. Más aún, cuando se añade el año 2022, el retorno ajustado por riesgo acumulado para todo el período ya no favorece a Colombia, sino solamente a Estados Unidos y a México.
El diferencial favorable para México (de varios puntos porcentuales al año en el período de siete años bajo estudio) parece deberse a las emisoras sensibles a los factores de riesgo que han generado retornos extraordinarios en ese periodo, factores como la inflación, el precio de los commodities y la cercanía con el mercado americano, y quizás a una mayor eficiencia operativa capturada por el elemento ESG. Está por comprobarse en años venideros si la manifestación de los principios de sostenibilidad hace una diferencia duradera en los financieros de las compañías que los ostentan, pues hasta ahora, puede decirse que sí hay una diferencia positiva en sus retornos.
El autor es director del Think Tank Financiero de EGADE Business School y Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey, e investigador de la CFA Society Foundation.
Publicado originalmente en Hablemos de Bolsa.