El término nearshoring se refiere a la inversión que están atrayendo algunos países como resultado del conflicto comercial entre los Estados Unidos y China. Los países que se están beneficiando son, principalmente, los asiáticos y latinoamericanos. México es uno de esos países que tiene ventajas competitivas sobre el resto para atraer inversión productiva.
Primero, por su cercanía a los Estados Unidos lo que le da una ventaja geográfica sobre otras naciones. Segundo, por el Tratado de Libre Comercio (TMEC) con EE. UU. y Canadá, que le ofrece condiciones más favorables para el intercambio comercial. Tercero, por una población cada vez más educada y por un bono demográfico ideal. Cuarto, por la infraestructura con la que cuenta el país hasta el momento como carreteras, universidades, hospitales, etc.
Si bien, México en papel es mercado ideal para la atracción de inversión extranjera directa, no lo ha aprovechado al máximo. Algunos estudios apuntan a que sólo ha aprovechado el 10 por ciento del nearshoring. Esto es evidente cuando comparamos la inversión extranjera directa entre PIB con otros países de la región.
México se sitúa en niveles inferiores. Además, casi el 70 por ciento de la inversión extranjera directa observada en 2023 fue reinversión no nuevas inversiones. Es decir, México no ha hecho una labor de mercadeo adecuada.
Además de lo anterior, el país enfrenta desafíos importantes relacionados con la capacidad instalada de generación de energía eléctrica. Recientemente, hemos observado apagones y la política federal impide mayores libertades para incrementar la producción.
Los mismo sucede en el sector de la distribución del agua. Estos factores desanimarán a que muchas empresas decidan instalarse en el país. Aunado a ello, la calidad educativa en el país está en deterioro evidenciada por la prueba PISA. El país debe elevar su inversión en la calidad de la educación. Hoy en día el gobierno federal invierte más en transferencias sociales que educación y salud en conjunto.
Finalmente, las elecciones de México y EE. UU. podrían entorpecer el dinamismo económico de ambas naciones. Las crecientes ideas de proteccionismo y nacionalismo en ambos países están generando incertidumbre sobre las decisiones de inversión.
Políticas que eleven los aranceles y cuotas, y al mismo tiempo perjudiquen el intercambio comercial entre las naciones definitivamente desalentarán futuras inversiones en el país. México debe entender que tiene armas para detonar mayores inversiones y debe actuar ya o no llegarán los beneficios del nearshoring.
El autor es director general de Soluciones Financieras GAMMA y profesor de Economía y Finanzas de EGADE Business School.
Artículo publicado originalmente en El Financiero.