El consumo

¿Cómo está México con respecto a otros países?

Este viernes 5 de marzo, INEGI publicó las cifras del Indicador mensual del consumo privado en el mercado interior. Este indicador mide “el comportamiento del gasto realizado por los hogares en bienes y servicios de consumo”. Nos indica que registró una caída en términos reales anuales de -6.5%. El gasto en Bienes y Servicios nacionales retrocedieron un -7.4%; en Servicios cayeron un -13.4% respecto del mismo mes del 2019. Cifras preocupantes, particularmente en el tema de Servicios porque las economías que han avanzado transitan de exportar materias primas a manufacturas y finalmente a servicios.

Pero ¿cómo está México con respecto a otros países? De acuerdo con la OECD, “El gasto de los hogares es el monto de los gastos de consumo final realizados por los hogares para satisfacer sus necesidades cotidianas, como alimentos, ropa, renta de vivienda, energía, transporte, bienes duraderos (en particular automóviles), costos de salud, ocio y servicios varios. Por lo general, representa alrededor del 60% del producto interno bruto (PIB) y, por lo tanto, es una variable esencial para el análisis económico de la demanda”.

Esta cuenta, es parte del Sistema de Cuentas Nacionales que la ONU aprobó recién terminada la segunda guerra mundial. Vale la pena aclararlo porque aún sin saber que hacen (normalmente así es) se descalifica a los organismos internacionales.

Veamos algunos montos, para comparar y contrastar los datos más que actualizados de INEGI con lo que se reporta en la OECD. Para el año 2019, Argentina tuvo un monto (cifras en millones de dólares) de $672,830; España $1,119,369 (aunque bajó a $981,953 para el 2020); Canadá $1,070,897 y México $1,660,387. La zona Euro, en su agregado, fue de $12,828,545 y China fue de $9,161,247. Hay que sumar bastantes países para igualar al consumo en Estados Unidos: $14,105,444.

Esta la otra cara de la moneda: la desigualdad. La desigualdad se puede medir por el Coeficiente de Gini, en donde mientras más bajo el coeficiente es mejor. México llegó a un índice de 36.8 para el 2018 proveniente de 48.3 del año 2008. Hubo mejoría, pero no es suficiente. En contraste, los más bajos de los países desarrollados serían Noruega con 27 e Islandia con 26.8.

¿A qué conclusiones podemos llegar con estos datos? Primero. El componente que manda en el crecimiento económico de un país es preponderantemente el consumo. La inversión privada debería ser el segundo y en un tercer lugar el gasto de gobierno. Sin embargo, el gasto de gobierno puede funcionar como catalizador para detonar crecimiento económico (no funciona si es solo para una región en particular y que al resto solo nos toque pagar).

Segundo. México sí tiene todo para ser una de las economías mas fuertes del mundo. Todo es cosa que queramos y que no nos estemos empantanando con tonteras ideológicas que solo le dan gusto a quienes quisieron tomar el poder en un juego de quítate tú para ponerme yo … y eternizarse en el poder haciendo exactamente lo mismo de que se quejaban de los anteriores.

Tercero. Los dos últimos componentes del PIB son las exportaciones menos las importaciones. Somos socios, -con un tratado comercial que ya quisiera el resto del mundo- de la economía más grande del mundo con un consumo equivalente al de muchos países. ¿Qué más queremos? O lo que es lo mismo: no nos va bien económicamente porque simplemente no queremos.

Cuarto y lo hemos comentado mucho en esta columna. ¿Qué le pasó a la “famosa” hermandad y solidaridad de los mexicanos”? A crear empleo productivo y bien remunerado para que haya consumo. Por el bien de México.

Publicado originalmente en El Financiero.

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