Por razones académicas, a lo largo de casi dos años me he ocupado de revisar ciertos escritos que presentan tesis y experiencias de algunas de las mentes más ilustres de la Economía, pero también de las ciencias cercanas a ella. Así, he repasado textos de filosofía moral y de psicología social leídos hace tiempo, y luego simplemente archivados. En lo que sigue, me atrevo a comentar varios de ellos, porque los considero de relevancia para quizás entender mejor la situación política y económica del (emproblemado) México de hoy. El lector juzgará si tengo razón.
Harry Frankfurt es un profesor emérito de Filosofía Moral en la Universidad de Princeton. Hace quince años publicó un librito de menos de 70 páginas, que resultó un éxito editorial. Su título, On Bullshit, admite varias traducciones, pero una, quizás aceptable por pudorosa, es Sobre las Vaciedades (o las sandeces).
Frankfurt define bullshit (BS) como un intento de engaño, cercano a la mentira, pero no igual. El que miente conoce la verdad; al emisor de BS la verdad simplemente no le importa; su propósito es salirse con la suya, usando palabrería vana. Referido a las expresiones verbales, BS es sólo aire: un discurso carente de sustancia, de contenido, de valor informativo. Su característica, agrega Frankfurt, es la falta de conexión con las cosas como son en la realidad; la indiferencia con respecto a ellas.
¿Por qué abunda el BS?, se preguntaba el autor, allá por 2005. BS es frecuente en la vida pública --decía-- donde las circunstancias requieren que alguien hable (con descaro) sobre lo que ignora. Una fuente más profunda de BS, y más preocupante, es la falta de confianza, por parte de la gente, en la posibilidad de saber algo con certeza. El ciudadano abandona entonces el ideal trabajoso de conocer lo correcto, y se contenta con la postura alternativa, más cómoda, de aceptar lo (que cree) sincero. Frankfurt se refería obviamente a Estados Unidos. Empero, sus juicios cubrían, y cubren, una geografía más amplia --digamos, la global--.
Un segundo libro de Frankfurt, Sobre la Verdad, data de 2006. Es una forma de apéndice del anterior, y es breve y valioso. Entiendo, sin sorpresa, que no igualó al otro en popularidad.
En 2005, Philip Tetlock, profesor de Psicología y Ciencias Políticas en la Universidad de Pennsylvania, publicó un libro excepcional: Expert Political Judgment: How Good Is It? How Can We Know? Su conclusión central --basada en un análisis estadístico masivo-- es que los expertos, en promedio, no son mejores augures que la mayoría de las personas. Sin embargo, cuando los gurús se equivocan (por ejemplo, sobre el curso de una pandemia) rara vez lo admiten. ¿Qué hacen en lugar de ello? Recurren a una forma sofisticada de BS. Por tanto, evitan rendir cuentas. Veamos.
Publicado originalmente en Reforma.