Esta semana el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó la cifra de la inversión fija bruta para el mes de enero la cual creció 8.4 por ciento anual con cifras ajustadas por estacionalidad. Al interior del indicador, el sector de la construcción registró un crecimiento de 9.6 por ciento mientras que la inversión en maquinaria y equipo se expandió 5.9 por ciento. Si bien, se observa una recuperación de la inversión en el país, se mantiene en niveles muy bajos, de hecho, similares a los registrados en 2013.
La realidad es que la inversión dista mucho de tener un nivel que tenga un impacto favorable para detonar el crecimiento potencial del país. Pero los resultados varían dependiendo de la estructura económica de la región. Los últimos datos disponibles de la producción industrial para las entidades federativas son muy claros, disponibles de noviembre de 2021. Mientras que la mayoría de los estados sufrieron caídas importantes, los que están más integrados con el sector económico de EUA están creciendo, ejemplo Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas. Una excepción de la tendencia negativa de la industria nacional es el estado de Tabasco que está acaparando gran parte de la inversión gubernamental de la construcción del país.
Así, estamos observando un dualismo importante en el crecimiento económico del país. El sector externo está impulsando a las economías fronterizas, gracias al buen dinamismo de la industria estadounidense, mientras que las economías del centro y sur del país se encuentran en un estancamiento. Estas economías dependen más del sector servicios para su desarrollo. El TMEC y los problemas comerciales entre EUA y China, están beneficiando al crecimiento del sector manufacturero en las regiones del norte del país. El efecto nearshoring o reposicionamiento de las proveedurías asiáticas en el país son una consecuencia de estos factores.
Sin embargo, las políticas económicas federales están mermando a la inversión privada. La propuesta de reforma eléctrica y otras medidas anti-mercado están ahuyentando a la inversión productiva. De materializarse, por ejemplo, la reforma eléctrica se podría observar una pérdida importante de la productividad de la industria nacional por el encarecimiento de la electricidad. Además, estaría en riesgo una parte importante de la inversión en energías renovables.
El TMEC es la única fortaleza para la economía del norte del país y se debe aprovechar al máximo. Está muy claro que las políticas económicas nacionales estarán frenando el crecimiento de la industria, pero el TMEC es un blindaje importante. Es importante que se comiencen a integrar más empresas, sobre todo Pymes, a los procesos productivos del vecino país. La fuerte inversión en infraestructura aunado al multiplicador del sector tecnológico implica que veremos tasas de crecimiento mucho más elevadas en EUA que en México en el futuro. Este año EUA crecerá más de dos veces que México.
El autor es profesor de Economía y Finanzas de EGADE Business School.
Publicado originalmente en El Financiero.