Las adquisiciones empresariales son una estrategia común utilizada por los inversionistas líderes para expandir su presencia en el mercado, obtener nuevas capacidades o diversificar su cartera de negocios. Sin embargo, la adquisición de una empresa puede ser un proceso complejo que requiere mucha atención para asegurar el éxito. A continuación se presentan diez recomendaciones aprendidas y utilizadas a lo largo de los años.
- Realizar una debida diligencia. Antes de adquirir una empresa, es fundamental realizar una diligencia detallada. Esto implica investigar y analizar minuciosamente la empresa objetivo, incluyendo sus finanzas, operaciones, activos, pasivos, contratos, empleados, clientes, proveedores y competidores. Una debida diligencia ayudará a comprender mejor la salud financiera y la viabilidad de la empresa, permitiendo tomar decisiones informadas.
- Definir los objetivos y estrategias. Para que la adquisición de una empresa resulte valiosa, es importante tener claridad sobre los objetivos y estrategias. ¿Qué se espera lograr con la adquisición? ¿Cuál es el plan para hacer crecer la empresa después de la adquisición? Hay que definir una estrategia sólida y asegurarse de que esté alineada con los objetivos a largo plazo.
- Evaluar el mercado y la competencia. Hay que analizar el mercado en el que opera la empresa objetivo y valorar su posición competitiva. ¿Cuál es el potencial de crecimiento del mercado? ¿Cómo se compara la empresa objetivo con sus competidores? Comprender el mercado y la competencia ayudará a saber si la adquisición es una oportunidad sólida y a identificar posibles riesgos comerciales.
- Identificar las megatendencias asociadas. Una empresa puede estar teniendo éxito en el momento presente, pero un elemento fundamental para proyectar ese éxito al futuro es conocer la directriz de las megatendencias sociales y tecnológicas asociadas al negocio, dado que la desaceleración o sustitución de las megatendencias de soporte traerán como consecuencia el declive de la empresa objetivo.
- Analizar las sinergias. Es muy importante considerar las posibles sinergias que pueden obtenerse al adquirir una empresa. ¿Cómo se pueden aprovechar las fortalezas de la o las empresas anteriores con las de la nueva empresa para crear más valor? Es preciso identificar áreas donde puedas obtener beneficios operativos, financieros o estratégicos a través de la adquisición.
- Evaluar los riesgos. Toda adquisición conlleva riesgos que deben ser claramente identificados, por ejemplo, pasivos ocultos, litigios pendientes, problemas regulatorios, riesgos operativos, etcétera. Conocer los riesgos es fundamental para tomar decisiones informadas y, en su caso, prever acciones para mitigar sus posibles impactos negativos.
- Conservar al talento clave. Algo de lo más relevante al adquirir una empresa es el conocimiento y la valoración de su capital humano. Si bien la estructura y la estrategia pueden estar perfectamente diseñadas y la operación de la empresa objetivo puede ser correcta, por lo general el elemento fundamental de ese acertado funcionamiento es el recurso humano, particularmente el equipo de liderazgo, que debe ser evaluado para mantener a los individuos clave.
- Planear la integración post-adquisición. La integración exitosa de la nueva empresa es esencial para aprovechar al máximo los beneficios de la adquisición. Esta planeación debe incluir el manejo de la cultura corporativa, la gestión del cambio, la integración de sistemas y procesos, y la retención del talento clave.
- Negociar de manera justa. Durante el proceso de adquisición, es importante negociar de manera equitativa, estando seguros de que los términos y las condiciones de la adquisición son favorables y se ajusten a los objetivos y estrategias. Hay que evitar tomar decisiones impulsivas y buscar un equilibrio adecuado entre el precio, los términos y los riesgos.
- Buscar asesoría profesional. La adquisición de una empresa es un asunto desafiante en muchos aspectos, por lo que la asesoría profesional, como abogados, contadores y asesores financieros, es indispensable para identificar la viabilidad y el valor de la empresa objetivo, así como para estructurar la transacción de una manera adecuada.
En resumen, adquirir una empresa es un proceso complejo y estratégico que requiere mucha atención y cuidado, más si se toman en cuenta estas recomendaciones, los líderes inversionistas tendrán mayores probabilidades de éxito en sus adquisiciones empresariales. ¡Ánimo y ACCIÓN!
El autor es profesor de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey adscrito al Centro de Innovación y Emprendimiento de EGADE Business School.
Publicado originalmente en El Financiero.