La economía global ha superado las expectativas este año destacando la resiliencia de la economía de los Estados Unidos (EE. UU.) que ha crecido más de 2 por ciento anual en los primeros dos trimestres del año. Asimismo, las economías emergentes han mostrado un buen dinamismo.
En el caso de México el último dato de una expansión de 3.6 por ciento anual en el segundo trimestre sugiere que la economía crecerá por encima de 3 por ciento anual en 2023. Si bien, las estadísticas son favorables se percibe una desaceleración de la actividad económica hacia adelante.
En EE. UU., así como en la mayoría de los países en el mundo, se ha observado incrementos en la tasa de interés de mercado como respuesta a una inflación elevada. Aún así, desde el comienzo del ciclo de alza de tasas en ese país, la economía ha continuado con un crecimiento favorable reflejado con la persistente creación de empleos.
Muchos de ellos relacionados con el efecto del reshoring, o la resignación de inversiones asiáticas hacia EE. UU. Sin embargo, existen indicadores que sugieren que la economía se ralentizará en el futuro. El índice de gerente de compras manufacturero (PMI, por sus siglas en inglés) se ubica en contracción para el mes de agosto. Además, la cartera vencida de los bancos en EE. UU. se ha elevado de manera importante lo que provocó la reducción de la calificación crediticia de algunos bancos.
A nivel global, la tendencia es similar. Esta semana la economía china entró en deflación y se espera que la actividad económica comience a desacelerarse. En Europa, la inflación persiste en niveles elevados y el dinamismo económico no ha sido el esperado. Alemania oficialmente se encuentra en recesión económica y la continuación del aumento de tasas en el Banco Central Europeo sustentan la ralentización de la actividad económica a futuro.
En México, los últimos datos de consumo privado para el mes de mayo indican una desaceleración importante. Asimismo, se observa una caída importante en el envío de remesas de EE. UU., lo que perjudicará al consumo de los estratos con ingresos más bajos en el país.
Por último, se observa cierta desaceleración en el turismo extranjero debido al fortalecimiento del peso. Es decir, una economía global que afecte al sector exportador nacional aunado a un menor consumo doméstico deben mermar el crecimiento económico en la segunda mitad de 2023.
El autor es profesor de Economía y Finanzas de EGADE Business School.
Publicado originalmente en El Financiero.