¿Qué tienen en común empresas como Uber, Airb&b, Wize o WeWork? Todas ellas recaudaron capital de riesgo (VC - venture capital) al comienzo de sus operaciones, un tipo de financiamiento que les permitió crecer cuando nadie más estaba dispuesto a invertir en ellas.
El VC se refiere a un intermediario importante en los mercados financieros que proporciona capital a proyectos o empresas nuevas y pequeñas con un gran potencial de crecimiento. Las firmas de capital de riesgo otorgan financiamiento de alto rendimiento y alto riesgo mediante la compra de una participación en empresas a través de acciones o valores vinculados a acciones. Los participantes incluyen fondos de capital de riesgo independiente (IVC) y fondos de capital de riesgo corporativo (CVC).
Los IVC están formadas por socios generales (GP) que administran el fondo y recaudan capital de terceros para invertir, mientras que los fondos CVC, son vehículos constituidos por una corporación con el propósito de invertir (principalmente en startups, aunque también pueden invertir en IVC) una cantidad definida de capital, generar retornos financieros y, por encima de todo, beneficios estratégicos para la organización.
El concepto de financiamiento de CVC se remonta a la década de 1960, pero en los últimos años ha ganado importancia. Según CBInsights, los acuerdos de inversión y fondeo respaldados por CVC alcanzaron un récord en 2019, creciendo 8% año tras año por un valor total de $57.1 mil millones de dólares.
Si bien los fondos IVC y CVC se centran en la creación de valor, difieren en varios aspectos:
El objetivo de los IVC es maximizar el rendimiento de las inversiones financieras a través de un portafolio y retribuirlo a sus inversionistas (principalmente socios limitados externos – Limited Partners -LP-) en un período comúnmente de 10 años. Por tanto, buscan optimizar y hacer crecer las empresas en las que invierten con el fin de lograr una salida de la inversión (por ejemplo una Oferta Pública Inicial o una venta) maximizando su valor.
El objetivo de los fondos CVC es invertir y crear retornos estratégicos para la organización como conocimiento, innovación, nuevas tecnologías y desarrollo de capacidades, entre otros. Algunas corporaciones tradicionales crean con dinero propio un CVC generando innovación y potencializando su relevancia en el mercado.
Los GP están bajo presión para generar retornos financieros, rendimientos atractivos aseguran la continuidad a través del levantamiento de fondos subsecuentes. El valor agregado de un fondo IVC implica la diferenciación frente a la competencia en el historial de inversiones, experiencia en la industria, red, ejecución oportuna y reputación.
En el CVC, los rendimientos financieros no son el único indicador del desempeño. Para medir el impacto estratégico de los CVC, se recurre a otros indicadores: impacto que tienen las startups como proveedores, en programas piloto o pruebas de concepto, entre otros. En cuanto al valor agregado, se contempla la experiencia del CVC en la industria, su impacto geográfico, sus redes y el reconocimiento de la marca.
En la originación de oportunidades de inversión, los fondos de IVC y CVC difieren ampliamente. Mientras los CVC pueden acceder a oportunidades a través de sus extensas redes comerciales y asociaciones estratégicas, los IVC se basan generalmente en las redes personales como principal fuente de oportunidades.
Al realizar la debida diligencia (due dilligence) en una oportunidad de inversión, los programas CVC suelen involucrar a las unidades de negocios y socios. Si bien los fondos IVC la realizan internamente, a veces externalizan ciertos elementos, como la parte legal o tecnológica. Los fondos de CVC disfrutan de ventajas significativas en este proceso debido a su capacidad para aprovechar el conocimiento corporativo y de la industria, la experiencia técnica y las amplias redes.
Los gerentes de IVC suelen recibir mayores incentivos financieros. Un GP recibe una comisión de gestión anual y una participación en los beneficios si el fondo cumple con los rendimientos financieros. En el caso de los CVC, la compensación generalmente se compone de un salario y una estructura de bonificación.
En suma, los fondos exitosos de IVC y CVC deben desarrollar relaciones mutuamente beneficiosas con las startups. El emprendedor debe considerar el valor agregado de cada uno de ellos, así como las futuras alternativas estratégicas y de salida.
Por lo general, un fondo IVC invertirá en una startup antes que un fondo CVC y puede agregar valor al ayudar a las startups en el proceso de levantamiento de capital, creación de equipos, operaciones, desarrollo comercial y gobierno. Un CVC, además de lo anterior, agrega el respaldo de un inversionista corporativo acreditado, asociaciones estratégicas, redes grandes y accesos a conocimiento. Como dijo William Sahlman de HBS, “de quien se obtiene capital es a menudo más importante que los términos de la transacción”.
Publicado originalmente en Infobae.