Creo que fue en los cincuenta cuando el enigmático Bruno Traven publicó una obrita titulada Canasta de Cuentos Mexicanos. Plagié sin pena el nombre de la obra. Le agregué lo de económicos motivado por los relatos que circulan en estos días, que tienen la pretensión de referirse a la realidad. En lo que sigue, van tres de ellos.
Varias políticas públicas recientes se han justificado con la noción de que reestablecen la preeminencia del poder politico sobre el poder económico. ¿De veras? ¿Cuándo ha sido de otra manera en la historia de México?
Para no alargar mucho el listado, basta con considerar algunos casos clave a partir de la Revolución de 1910.
En todos los sucesos anteriores, ¿cabe la duda sobre la dominancia del poder politico? La base de lo anterior se encuentra en la Constitución, uno de cuyos artículos (el 27) dice que la propiedad de tierras y aguas corresponde a la Nación; y, que la propiedad privada resulta de una transmisión del dominio de ellas a los particulares. El articulo agrega que la Nación puede imponerle a la propiedad privada "las modalidades que dicte el interés público'. En español, esto quiere decir que la propiedad es en principio del Gobierno, y que éste puede hacer con la propiedad privada lo que le parezca. (Un refrito de la época colonial).
Los proponentes de la iniciativa para regular o eliminar las comisiones cobradas por los bancos, argumentan que se trata de una práctica rayana en la usura. La palabra es extremadamente resbalosa, aunque en su uso original se refería al cobro de interés sobre un préstamo. Allá por el siglo XIV, en Inglaterra se estableció una tasa máxima, y cualquier exceso se calificaba de usura. En la época actual, se aplica (creo) a una tasa de interés "ilegal".
Las comisiones consisten simplemente en los precios de ciertos servicios. Como tales, lo conveniente es que los determinen la oferta y la demanda, en condiciones de competencia. Si, por alguna razón, el mercado no es competitivo, lo razonable es remover las trabas que impiden que lo sea.
La "regulación" planeada no es más que un control oficial de precios. Este tipo de interferencia --una idea antiquísima-- rara vez tiene los efectos deseados, pero siempre tiene las consecuencias negativas que predice la teoría y que registra la experiencia. Se trata de una de las peores políticas económicas.
Si recuerdo bien, cuando se anunció la iniciativa, se dijo que muchos de los servicios cuestionados no tenían valor económico alguno. Un caso curioso: si un servicio no tiene valor para el usuario, ¿cómo es que lo compra voluntariamente?; por ejemplo, obtener efectivo de un cajero automático, cuando quiere y donde quiere.
El Plan Nacional de Seguridad y Paz atribuye la situación de violencia que sufre México, en parte, al "ciclo neoliberal" que --se dice-- enalteció valores negativos (el individualismo, la competencia, el consumismo, etc.) en contra de "la organización gregaria' "el bien común" y "los lazos de solidaridad'.
Para combatirla, el nuevo régimen se abocará a una "regeneración ética" que se logrará con el ejemplo del gobierno y con una Constitución Moral. Del ejemplo regenerador ya hemos tenido algunas muestras, y dicha Constitución no ha sido redactada.
En todo caso, la tesis no resiste análisis histórico: el "ciclo neoliberal" se inició allá por la mitad de los ochenta, mientras que la violencia estalló veinte anos después, en el sexenio de Felipe Calderón. Al parecer, la causa señalada es de efecto lento.
Publicado originalmente en Reforma.