Muchas empresas que temían mover su información a la nube encontraron en la pandemia por COVID-19 la motivación para hacerlo, ya sea porque el espacio físico de oficina dejó de existir, porque su modelo de negocio cambió a digital 100% o porque sus sistemas lo requerían para operar e interactuar con proveedores y clientes. Tres aspectos que pesaron en esta decisión fueron la posibilidad de escalar capacidad rápidamente si el negocio lo precisa, la flexibilidad de pagar lo que utilizas (on demand) y la seguridad de poner su información más relevante en manos de empresas como AWS, Microsoft Azure o Google Cloud. Estas empresas seguramente sabrán reaccionar mejor que ellos a los cambios en tecnologías y las amenazas de seguridad de información actuales.
Aunque la adquisición de tecnología no es comparable con la adquisición de talento, hay principios que empiezan a ser cada vez más comunes en ambos procesos. Tener talento es definitivamente una forma concreta de ganar en el mercado hoy; la rapidez en hallar el perfil adecuado, la flexibilidad en su modo de contratación y el acceso a plataformas que atraen talento global y especializado son factores críticos para empresas pequeñas y grandes.
Actualmente no es difícil pensar en reclutar bajo demanda talento específico de diseño, programación u otras actividades. No obstante, son muchas las empresas en el mundo que están considerando contratar talento para funciones más estratégicas y buscando candidatos globalmente.
Harvard Business Review publicó un artículo en diciembre de 2020 que resalta la nueva generación de plataformas de talento como Catalant, InnoCentive, Kaggle, Toptal y Upwork. A diferencia de Uber o TaskRabbit, estas plataformas permiten acceso a talento muy calificado, como el que requieren hoy la mayoría de las empresas de Fortune 500 : gerentes de proyecto, líderes de procesos de cambio, especialistas en marketing digital, etc.
Contratar a alguien de manera permanente suena tan fuerte hoy como el “hasta que la muerte nos separe”. Muchas empresas se preguntan si precisan tener el 100% del talento interno y si tienen la capacidad para atraerlo y gestionarlo con la versatilidad que el mercado requiere. El miedo de antaño era que estos empleados no dieran el 100%, pero en un mundo tan cambiante, y habiéndose demostrado con la COVID-19 que gestionarse con metas y objetivos claros es totalmente posible, ese miedo puede convertirse en oportunidad.
Por otro lado, las nuevas generaciones están menos dispuestas a verse trabajando para una empresa de manera exclusiva y permanente. Tampoco es un secreto que este talento busca flexibilidad y diversidad en cada cosa que hace.
En su libro The Start-up of You, Reid Hoffman cambia la perspectiva de ser un empleado de una empresa a ser una empresa llamada Mi Carrera S. A., que ofrece sus servicios a más de una empresa. Cuando termina su relación laboral con una empresa está terminando una relación con un cliente y deberá buscar otro. Mi Carrera S. A. podría dar servicios a más de una empresa sin que eso signifique un conflicto de interés, siempre y cuando las expectativas hayan sido definidas claramente y se den los resultados.
Esta evolución de las empresas y el talento contrasta con el avance en las leyes. La decisión del gobierno del Reino Unido de obligar a Uber a contratar formalmente a los conductores afiliados a la app y ofrecerles un sueldo mínimo es un ejemplo de ello. Lo mismo ocurrió en España con la empresa de delivery Glovo. Estas decisiones son tomadas cuando los gobiernos tratan de calzar un modelo nuevo en las leyes y regulaciones careciendo de especialistas en las entidades de gobierno
La escuela de negocios de Harvard revela que más del 50% de directivos está contemplando aumentar el número de contrataciones procedentes de plataformas como Kaggle y Upwork. Estos modelos serán cada vez más frecuentes en todas las economías y los gobiernos tendrán que adaptarse, no porque quieran favorecer a estas plataformas, sino porque gran parte de la economía estará en plataformas similares y los trabajadores dentro de estos modelos necesitarán esquemas de pago, seguros y préstamos que son críticos para el crecimiento de las economías.
Tanto por el lado de las empresas como por el lado del talento, la exclusividad tendrá cada vez más retos en una economía que requiere diversidad y versatilidad. Empresas y gobiernos tendrán que estar cada vez más abiertos a nuevos modelos de trabajo, pero el cambio de mentalidad será también imperativo para el talento en todas partes del mundo.
Finalmente, sabemos que la creatividad tan demandada para generar innovación y crecimiento en las empresas no es una luz cegadora que llega a algunos iluminados, sino el fruto de unir ideas y conocimientos diferentes. Tener talento expuesto a diferentes industrias, geografías proyectos y hasta jefes será clave para tener negocios dinámicos, pero sobre todo para pensar y operar fuera de la caja.
Publicado originalmente en Alto Nivel.