El aterrizaje de inversiones procedentes del nearshoring puede acelerar el desarrollo industrial de México. Sin embargo, nuestro país sigue enfrentando retos en la cadena de suministro que deberán abordarse para dejar la pista libre para a este crecimiento. Estos retos se dividen, principalmente, en nivel de servicio y logística de entregas, abastecimiento, transporte y costos de la logística, como señala el Primer Estudio Nacional de Indicadores Logísticos, realizado por la asociación #SoyLogístico en conjunto con Logística de México y EGADE Business School.
La publicación de este estudio es muy relevante porque hasta el momento no existían en México criterios unificados para el análisis de indicadores logísticos. El estudio, que es el resultado de una encuesta en línea a más de 150 directivos y expertos del área logística, mide los puntos clave para la evaluación y mejora de las cadenas de suministro en nuestro país.
En la pandemia por Covid-19, las empresas se vieron obligadas a evolucionar en sus operaciones para responder a una crisis inesperada que dislocó las cadenas de suministro. Pese a los desafíos que esto supuso, en 2022 el nivel de servicio al cliente volvía a estándares altos, con un indicador de fill rate –que mide la proporción de entregas completas al cliente— elevado para casi todos los sectores. Esto demuestra el énfasis de la industria logística en la agilidad, la flexibilidad, la mitigación de riesgos y la mejora continua, siendo una gran aliada de las empresas del resto de industrias, especialmente del e-commerce.
No obstante, según el estudio, el indicador de entrega de órdenes perfectas no fue tan alto, mostrando la ralentización de la producción debido a la escasez de chips semiconductores. Otro reto desde 2022 ha sido la rotación de personal en el sector: comparada con una rotación del 8% en manufactura, la industria logística mantiene el indicador elevado en 27%. Esto se puede explicar por las oportunidades del nearshoring, que incrementan la competencia por el talento.
A la contingencia sanitaria por el Covid-19 se sumó la crisis por la guerra en Ucrania. La cadena de suministro se ha ido recuperando progresivamente, revelando la importancia de centrar la estrategia en los proveedores y el abastecimiento. Ser flexibles con las condiciones de pago o requisitos contractuales, apoyar el monitoreo y trazabilidad de la cadena de suministro, responder con acciones correctivas en tiempo real y eliminar la excesiva burocracia en los puntos de control son algunas medidas que han contribuido a lograr un crecimiento rentable.
En los indicadores de abastecimiento, sectores como retail y manufactura se desempeñaron con altos porcentajes de fill rate, así como variaciones en los tiempos de entrega y días de entrega según su facturación anual. Las empresas mostraron niveles sanos de rotación anual de inventario, es decir, su capacidad de generar ventas a partir de su inventario es ágil y eficiente. Asimismo, es necesario optimizar la ocupación de almacenes, por lo que tendencias como el amacenaje cúbico continúan en expansión en México.
Después de la pandemia se ha experimentado un auge del transporte terciarizado. Entre las principales razones está el mayor control de costos, la optimización de las unidades de transporte y el aumento de la eficiencia de las entregas. Esta tendencia de aliarse con proveedores de transporte seguirá al alza, considerando especialmente puntos como la zona y frecuencia de recolección y entrega, los tiempos de traslado, la disponibilidad de vehículos y la capacidad de carga, entre otros.
Dada la importancia de la entrega a tiempo, se debe mantener el enfoque de la inversión en transporte, la agilidad de las rutas y los tiempos de entrega, ya sea mediante transporte propio o tercierizado.
La distribución y el transporte están detrás del mayor incremento en costos logísticos. Si bien cada vez un mayor número de empresas desarrollan estrategias para tener un mayor control del costo del transporte, el reto es encontrar un equilibrio entre la inversión en infraestructura y el desempeño esperado. En este sentido, se recomienda considerar alianzas con proveedores especializados que estén un paso adelante innovando en la consolidación de entregas. La tercerización y diversificación de medios de transporte continuará siendo una tendencia para reducir los tiempos y costos del transporte en el nearshoring, con un gran acento en la industria automotriz.
Operaciones derivadas de la distribución, como la demanda de parques industriales, el almacenamiento y la inspección también requerirán una mayor inversión con el nearshoring, así como la demanda de servicios de seguridad privada y ciberseguridad.
Los retos del futuro
Sin duda, el mayor reto para la logística en México es la optimización de la cadena de suministro. Se deben continuar anticipando los eventos que interrumpan su óptimo desempeño y respondiendo inmediatamente a los cuellos de botella. La competitividad que genera el nearshoring requerirá la mejora continua de las rutas, la flexibilidad y seguimiento en tiempo real de las entregas, y el incremento de la lectura e integración de datos para la toma de decisiones. Asimismo, se deben mejorar las condiciones de la infraestructura y servicios para garantizar costos logísticos más competitivos, aunado al uso de tecnologías emergentes para mejorar el desempeño de toda la cadena
México es la gran puerta de entrada al mayor mercado del mundo y la tendencia del nearshoring y el alza en la demanda seguirán subrayando las ventajas geopolíticas de nuestro país. En los próximos años, la logística continuará tomando un mayor protagonismo y ganando relevancia para la competitividad de todas las industrias, motivo por el cual monitorear los indicadores de la cadena de suministro será vital como punto de referencia para su mejora continua.
El autor es director nacional de Programas MBA de EGADE Business School.