Pobres de los agentes, solo encarecen nuestro producto

Enviado por egade el Lun, 18/12/2017 - 11:42

Hace unos días, en la graduación de EGADE Business School, platiqué con el orador, Mario Vela –también director general de GNP– sobre innovación y macrotendencias. En la plática fuimos a dar a Mexicana de Aviación allá por los '90, cuando Sergio Allard era su director comercial, y decía algo como "los agentes de viaje no aportan y sólo encarecen los boletos; estamos buscando cómo eliminar su comisión de la ecuación".

Veinte años después, ya estamos ahí: Aeroméxico reportó en 2016 que "la venta de boletos a través de nuestro sitio de Internet representó el 19.4% de nuestros pasajeros y el 14.7% de nuestras ventas". En palabras llanas, uno de cada cinco pasajeros compró su boleto por internet, sin ayuda de agentes de viajes.

Y volvimos al mundo actual. Le conté mi opinión sobre ese tatuaje que tanto necesita la industria de seguros, y cómo nuestro agente de seguros nos presentó cotización de tres aseguradoras, recomendando una de ellas en particular por costo, pues la oferta de las tres "es igual"; es decir, nuestro agente vende commodities y compite por precio. Naturalmente, nos enfrascamos en una buena discusión sobre el tema, concluyendo cómo en la industria de seguros los agentes eran "el" canal, pero se han olvidado de innovar y la mayoría de ellos sigue compitiendo por precio, limitándose a poner sobre la mesa un menú de productos iguales entre sí a los ojos de su cliente.

Venden como en el siglo pasado: en igualdad de condiciones, el cliente escogerá lo más barato.

Método de innovación 1x4

Eso puede corregirse con espíritu innovador y un buen método. Porque innovar requiere método, similar al estilo de mi abuela al cocinar: se preguntaba, probaba, desechaba, mejoraba, y llegaba a platillos sublimes, como una tinga de cerdo servida sobre tortilla de maíz, maravillosa… Perdón, me desvié.

Decía que innovar requiere método, y yo propongo uno en particular, el1x4. Se refiere alanzar esfuerzos trimestrales de innovación, de tal modo que al fin de cada año se haya innovado en hasta cuatro áreas del negocio; nada malo para mantener a una empresa viva y al día.

Para hacerlo, hazte cinco preguntas:

  1. ¿Qué necesitan los clientes, qué les duele, qué cambiarían en su vida?
  2. ¿Qué pasa si..?
  3. ¿Qué propuestas le gustan al cliente?
  4. ¿Cuál de ellas es negocio?
  5. ¿Cómo podemos hacerla realidad?

La innovación no debe ser complicada; basta con animarte, y ni siquiera hacen falta recursos caros, como dice Tim Brown en su padrísimo "Change by Design". Inclusive puedes aprender sobre la marcha.

No pierdes nada. Sólo son cinco preguntas, e intentarlo es gratis.

Es más, comienza por preguntar, a ti y tus colegas ¿por qué no? Responderla les eliminará muchas barreras mentales.

#FuerzaMéxico

De pilón

Me asombra –y no en el mejor sentido– lo que pasa con Uber. Como ellos, muchos emprendedores olvidan que no crean apps, sino empresas para entregar repetidamente productos y bienes de calidad, con ganancia para ellas y su mercado.

De repilón

Siempre es bueno hablar de innovación, pelotear ideas, conceptos, y hacer analogías entre industrias. ¿Qué tan seguido lo haces? Búscate alguien de confianza para hacerlo, y sigue una regla: no hay límites a las ideas.

De requetepilón

¿Ves a México como un país donde lo nuestro es crear? Espera noticias el 31 de enero. Te van a gustar.

Image
Pobres de los agentes, solo encarecen nuestro producto
Abstract
El mercado nos pide innovar, e innovar se hace como cocinaba mi abuela: preguntándose, probando, desechando los fracasos. Yo propongo el método 1x4: contestar cinco preguntas, avanzar al responderlas… y hacerlo cuatro veces al año.
Custom Authors
Idea Type

¿Qué le falta al emprendedor mexicano para despegar?

Enviado por egade el Mar, 12/09/2017 - 15:43

El emprendimiento es un fenómeno relativamente nuevo en la mayoría de países de América Latina, pero hoy los emprendedores latinoamericanos ya no surgen únicamente de ambientes económicamente pudientes. La región se ha convertido en un caldo de cultivo para nuevos negocios liderados por jóvenes y ya es la segunda región más emprendedora del mundo. Según el Global Entrepreneurship Monitor (GEM), casi dos de cada tres emprendedores latinoamericanos que empiezan un negocio no lo hacen por necesidad, sino por oportunidad.

Mientras el emprendimiento está en pleno auge, la innovación continúa siendo la gran desconocida para los nuevos propietarios de empresas tanto en México como en el resto de América Latina. Se sabe que las empresas innovadoras juegan un papel vital a la hora de determinar qué tan dinámica será la innovación de un país. Sin embargo, las tendencias muestran que nuestra falta de innovación está afectando directamente al crecimiento económico[1].

Los miembros de la OCDE dedican una media de 2.4% de su PIB en investigación y desarrollo, mientras que en Chile y México – los únicos dos países latinoamericanos que forman parte de la OCDE- la tasa es de tan solo 0.4%. En otros países de la región, todavía es menor. Esto resulta en un importante rezago en innovación. La región concentra 8% de la población mundial, y, sin embargo, en 2010, solo 2.6% de las solicitudes para patentes en el mundo provenían de América Latina y el Caribe.

La falta de innovación limita el papel de las nuevas empresas en el mercado global. Solo 7.8% de las microempresas latinoamericanas están presentes en el mercado global, siendo EUA el segmento de mercado más importante, destino del 60% del total de exportaciones[2].

Otro rasgo distintivo de América Latina es la divergencia entre sus culturas emprendedoras. Según una encuesta del GEM, las variables culturales, junto con la tasa de actividad emprendedora, distinguen claramente a los países en desarrollo de los desarrollados. En América Latina, los resultados revelan la existencia de dos grupos de países:

  • En primer lugar, Bolivia, Perú y Venezuela tienen tasas más altas de emprendimiento y, al mismo tiempo, una mayor prevalencia de algunos valores culturales (en particular, el llamado ‘embeddedness’, que refiere al grado en que la economía se ve limitada por instituciones no económicas, pero también la jerarquía).
  • Por el contrario, el grupo formado por Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica y México se caracteriza por la presencia de valores culturales opuestos (autonomía e igualitarismo, la creencia en la igualdad humana, especialmente en los asuntos sociales, políticos y económicos), más en línea con los países desarrollados.

La brecha de productividad en México

En el caso particular de México, en 2014, 97,6% de las empresas eran microempresas. Dado que representan 75,4% del total de empleados, son un factor importante y relevante de la dinámica económica del país, contribuyen al desarrollo económico y social de México y desempeñan un papel fundamental en el aumento de la productividad y el empleo, así como en la reducción de la pobreza. A pesar de su importancia económica y social, las microempresas mexicanas presentan problemas de baja productividad.

De acuerdo con los resultados de Enaproce, entre los muchos factores que explican la baja productividad de las microempresasse encuentran:

  • Limitaciones al acceso al capital físico y financiero (incluido el capital de riesgo)
  • Escasez de capital humano
  • Limitaciones en la implementación de técnicas y tecnologías para procesos productivos, servicios y comercialización
  • Condiciones macroeconómicas y entornos empresariales desfavorables
  • Falta de capacidad de innovación y desarrollo tecnológico
  • Falta de infraestructura y servicios para facilitar la producción.

La mejora de la productividad de las micro, pequeñas y medianas empresas ha sido uno de los mayores esfuerzos realizados por el Gobierno de México. En 2013, el Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem) fue creado para "constituir el corazón de la actividad económica de la nación y convertirse en uno de sus mayores activos". En 2016, la OCDE reconoció a México como el país que más ha progresado en la promoción de nuevas empresas entre 2012 y 2016. Además de los programas de Inadem, México también ha mejorado la inclusión financiera de las nuevas empresas, y el capital de riesgo ha despegado en el país, que ahora tiene la segunda industria más activa en América Latina, detrás de Brasil.

México asimismo ha reformado la normativa para facilitar la creación de empresas, siendo la Ley de Sociedades que contempla la creación de sociedades express, un ejemplo notable. También ha modernizado los servicios para emprendedores mediante el lanzamiento de redes de tutoría y espacios de trabajo colectivos. Por último, el país ha invertido en promover una cultura empresarial en el país y crear una imagen de México como lugar de emprendimiento con impacto global.

Emprendimiento de alto impacto en México

Una de las iniciativas más importantes desarrolladas por el Inadem fue lanzada en 2014: el Programa Impulso a Emprendimientos de Alto Impacto, que se centra en apoyar a las mipymes innovadoras a través de un esquema de subvenciones para mejorar su desarrollo y aumentar sus capacidades para tener éxito. Su objetivo principal es promover la innovación para impulsar la productividad y el crecimiento del empleo en el sector de las micro, pequeñas y medianas empresas. El programa está dirigido a las empresas con potencial de alto impacto de crecimiento o alto impacto social y ambiental. Las empresas están obligadas a ofrecer un producto o servicio innovador, o un componente innovador en su modelo de negocio.

Según el World Bank Group, es necesario evaluar los resultados de este programa en México, ya que proporcionará más conocimiento sobre lo que funciona y lo que no funciona. Esto permitirá mejorar la innovación en las micro, pequeñas y medianas empresas del sector de ingresos medios, y puede proporcionar una visión para mejorar otros programas dirigidos a emprendedores de alto impacto, así como muchos programas de subvenciones en otros mercados emergentes.

El auge de las emprendedoras mexicanas

Según el Inadem, solo 19% de las startups del país son fundadas por mujeres. Una historia de éxito es la empresa social Epic Queen, fundada por Daniela González y Ana Karen Ramírez, que crea boot camps y talleres dirigidos a empresas, escuelas y organizaciones para atraer a más chicas al campo las ciencias, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM). Epic Queen busca fortalecer el liderazgo de las mujeres en México y América Latina con el objetivo de crear una generación convencida de sus capacidades tecnológicas y liderazgo. Por ello, se enfoca en la capacitación de mujeres para crear iniciativas y desarrollar su capacidad de asumir riesgos, salir de su zona de confort, y, sobre todo, encontrar el apoyo para entrar en el mundo digital.

Otra historia de éxito es Kichink, ganadora del premio Google Game Changer en el Demo Day for Entrepreneurs Women’s Edition, en 2015 en San Diego (California), en reconocimiento por su destacada innovación. La firma creada por Claudia de Heredia es una tienda online para todo tipo de productos. Kichink ya ha procesado más de 7,000 transacciones y registró un total de 5,000 usuarios finales. Su sistema automatizado permite una enorme escalabilidad a medida que los clientes se unen desde México, Colombia, Panamá y Costa Rica. Es un equipo de emprendedores jóvenes y ambiciosos comprometido con la democratización de las herramientas del comercio electrónico para emprendedores en México y el resto de América Latina.

La empresa considerada como la "Uber de servicios de limpieza", Aliada, también es mexicana. Aliada, cofundada por Ana Isabel Orvañanos, es una plataforma a través de la cual los residentes de la Ciudad de México pueden encontrar al profesional de la limpieza ideal para ellos y viceversa. Desde que inició en septiembre de 2014, Aliada ha crecido y ahora tiene 150 limpiadores profesionales, contribuyendo a la formalización de esta industria mexicana, en gran medida no regulada e informal. Aliada permite a las limpiadoras profesionales recibir los beneficios del trabajo formal, convirtiéndolas en aliadas de confianza. Aliada actualmente despacha a más de 150 limpiadores profesionales y ha proporcionado más de 30,000 servicios en tan sólo trece meses de operación.

El desarrollo de políticas públicas encaminadas a la creación de nuevas empresas es un factor clave para el desarrollo del emprendimiento en México y en la región de América Latina y el Caribe. La OCDE establece que las políticas públicas relacionadas con la ciencia, la tecnología y la innovación, la educación, el desarrollo de la producción y la infraestructura física y digital son necesarias para mejorar el ecosistema empresarial innovador en la región. Dichas políticas directas de apoyo a las nuevas empresas reducen las principales barreras que obstaculizan la creación y el crecimiento de nuevas empresas. Estas políticas también benefician a las instituciones intermediarias, las universidades y las partes interesadas en el sistema financiero.

[1] Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)

[2] CERALE (Centre d’Etudes et de Recherche Amérique Latine Europe) - ESCP Europe Business School

Image
¿Qué le falta al emprendedor mexicano para despegar?
Abstract
La falta de innovación limita el papel de los emprendedores mexicanos en el mercado global. Aunque México ha sido reconocido como uno de los países que más ha avanzado en la promoción del emprendimiento, mejorando su inclusión financiera y la industria de capital de riesgo, su baja productividad sigue siendo un obstáculo importante.
Idea Type

Economía de la Colaboración: Una forma de innovar en tiempos de incertidumbre

Enviado por egade el Mar, 22/08/2017 - 16:31

Mantener una posición hegemónica en el mercado es más que nunca un espejismo. De la lista de las 500 empresas más valoradas de la revista Fortune en 1955, 88% ya desaparecieron. Este dato nos dice que una empresa para sobrevivir, necesita innovar, reinventarse continuamente, adaptarse a los nuevos mercados globales en los que ya no se sabe de dónde viene la competencia y las fronteras entre los sectores se desvanecen.

Un ejemplo claro de la importancia de ser una organización ágil, responsable y creativa es la expedición espacial Apolo XIII que, como saben, no consiguió alunizar a causa de una explosión en un tanque de oxígeno que podía haber sido fatal para sus tres tripulantes. Debido al accidente de pronto los planes cambiaron radicalmente, la misión ahora era rescatar, con lo que tenían mano a nave maltrecha y regresar a la Tierra sanos y salvos.

La explosión cambió las reglas del juego, igual que la globalización ha cambiado las reglas del mercado. Las empresas han de volverse más ágiles, ser responsivas y responsables, y comenzar a hacer innovación dentro de los diferentes departamentos o estructuras de la organización, lo que se conoce hoy como intraemprendimiento. En el caso expuesto, la misión era llegar a la luna, el accidente (los mercados, la competencia) cambiaron los planes y se volvió una carrera de supervivencia donde el trabajo en equipo, más ágil, responsable y creativo logra sobrevivir: “Todas las versiones necesarias para crear productos y servicios que atiendan las necesidades actuales de los consumidores.”

Lecciones aprendidas

De acuerdo a Rita McGrath, de la Universidad de Columbia en Nueva York, hoy las compañías tienen que cambiar su forma de pensar en varios aspectos:

  • Tradicionalmente las compañías se centraban en tener ventajas competitivas monolíticas, ahora las ventajas están sujetas a una gran presión.
  • Antes mantenían las perspectivas existentes, ahora las empresas constantemente se cuestionan el statu quo.
  • Empresas que antes tenían perfiles similares definían cuál era el proceso y la estrategia, hoy deben considerar a otros actores para que participen en la estrategia.
  • De procesos que eran lentos pero precisos (estados financieros, previsiones), ahora las empresas deben ser ágiles, rápidas, buscando ser certeras, aunque no tan precisas.
  • Las empresas estaban orientadas a las predicciones, ahora están motivadas al descubrimiento de nuevos mercados y nuevos clientes, enfocadas en entender mejor al cliente.
  • Antes sólo buscaban el valor presente neto (VPN), ahora iteran antes de ganar dinero. Hoy las empresas tienen que practicar, moldear el producto, gastar en prototipos, aunque no ganen hasta llegar al mejor producto.
  • Las empresas del pasado buscaban la confirmación, las empresas de hoy buscan la “desconfirmación”: “Demuéstrame dónde estoy equivocado, que este no es el mercado”, dándose la oportunidad de cuestionarse todo el tiempo.
  • Antes estaban enfocadas en una autorización interna, ahora buscan enfocarse de manera agresiva al mundo.
  • Si un producto no funcionaba en el mercado, las empresas se quedaban en el fracaso. Hoy, se deben levantar rápidamente y seguir adelante.
  • En vez de reestructurarse las empresas hoy tienen una morfología que va adecuando su talento y sus áreas funcionales, su ejecución debe cambiar.
  • Las empresas antes necesitaban constatar hechos, hoy responden a advertencias tempranas, deben tener otro tipo de ojos, otra sensibilidad.
  • Antes la innovación se daba por episodios y por silos, hoy debe ser constante y oblicua, debe estar inscrita en los genes de las empresas.
  • Antes no se discutía el fracaso, en las empresas de hoy el fracaso es parte de la cultura, tiene que haber un cuestionamiento constante y una cultura pro-fracasos.
  • Las empresas en la actualidad deben tener un significado y los empleados deben reflejarse en ese significado, ayudando a generar pensamiento, a crear constantemente, a actuar con rapidez y a responder ante las necesidades del mercado.
  • Las empresas hoy deben tener "accountability" en el sentido de identificarse con algo, ser dueñas del valor, adueñarse del problema o de la solución. Es justamente con empresas disruptivas, que están cambiando el mercado.

Economía de colaboración, la nueva forma de hacer negocios

¿Qué significa economía de la colaboración? De acuerdo a Jeremiah Owyang, el mercado ya no pertenece solo a algunas empresas, el mercado somos todos y participamos como consumidores, pero también como proveedores de productos y servicios. La colaboración se está volviendo más fuerte que las propias compañías. ¿Qué va a pasar cuando la comunidad ya no necesite comprarle a las compañías? Muchas empresas hacen oídos sordos y creen que siempre se van a mantener, pero la hegemonía de las compañías está cambiando radicalmente.

Para mantenerse rentables, las compañías deben involucrarse con la economía de la colaboración. En la tercera era de internet, podemos compartir nuestros gustos en las redes sociales, pero también usar estas plataformas para hacer negocios. Usamos las redes sociales para conseguir productos y servicios de nuestros amigos, ya no necesitamos comprar exclusivamente a las compañías.

Ante este cambio, la primera reacción de las grandes empresas fue hacer un marketing agresivo, intentar influir para cambiar políticas públicas, regulación, seguridad, sindicatos, control de calidad etc. Otras compañías vieron la oportunidad de compartir la propiedad y el acceso con otras corporaciones, empresas nuevas y la comunidad a través de la colaboración. Esto no era nuevo, pero con el uso de la tecnología cambiaron las reglas del juego. Ahora ya puedes viajar con Uber o Lyft, hospedarte en Airbnb o GuestToGuest, solicitar un préstamo en comunidades online como Kiva, compartir espacios de oficina en Liquid Space, etc.

Los fundamentos de la economía de la colaboración

Mark Zuckerberg entendió la nueva economía de la colaboración (nuevas industrias-nuevos mercados-nuevos consumidores); no en vano el crecimiento de Facebook ha sido espectacular en los últimos años.

El impacto de compartir puede ser muy fuerte: ¿Qué pasaría si todas las personas pudieran compartir un solo coche en lugar de tener uno cada uno? Las grandes automovilísticas temblarían... Los cambios generacionales apuntan a una generación que prioriza vivir experiencias, no tener posesiones, no endeudarse, y tener acceso a bienes más que poseerlos.

También hay factores económicos: existen activos ociosos que son oportunidades de negocio. Mientras la población crece, los recursos de la tierra se mantienen fijos, y existe potencial en la reutilización o reventa de productos que ya se hicieron para otros. De hecho, los inversionistas de capitales están invirtiendo en la economía de la colaboración (solo en 2015 se invirtieron 2 billones de dólares en startups).

¿Cómo participar en este nuevo mercado?

El secreto es cambiar la forma en la que estamos pensando: los productos se vuelven servicios, los servicios se vuelven nuevos mercados, y los nuevos mercados construyen nuevos productos.

En la actualidad, debes generar plataformas no solo para vender tus productos sino para que le puedas dar valor agregado a quien consume tus productos. Así, tu producto ya no se vuelve una necesidad, se vuelve una necesidad la plataforma que creas para que se consuma tu producto junto con otros productos. Por tanto, tu producto se convierte en un servicio, generando así un círculo virtuoso. Compañías como Netflix o SalesForce, por ejemplo, además de suscripciones a sus servicios, crean eventos u ofrecen premios y otras experiencias. Por su lado, Toyota y Audi ya están poniendo a rentar sus carros y solo se paga por el uso del auto.

Michael Dubin, creador de Dollar Shave Club, plataforma que ofrece un rastrillo de afeitar de calidad con la suscripción de un dólar al mes, cambió el modelo de negocio de las navajas de afeitar. En 2012, generó 250 millones de dólares en ventas y hace un año fue adquirida por Unilever. Lo que ideó no es algo disruptivo, sino que pensó en que ésta es una economía de colaboración.

La economía de la colaboración contribuye a generar nuevos mercados, motiva a los directivos a usar su compañía como un servicio, a acompañar a los usuarios en su camino para que ellos mismos desarrollen el mercado. Por ejemplo, los consumidores les van a decir cómo cambiar su producto. Pero, ¿cómo se motiva al mercado?

Owyang nos pone un ejemplo muy interesante: “Nacho“, joven de 35 años, tenía una casa y descubrió una nueva oportunidad de mercado utilizando su cuarto de huéspedes que tenía anunciado en AirBnB. ¿Qué pasaría si además de rentar el cuarto de huéspedes hubiese otra oportunidad de negocio dando un servicio adicional? Para ello pensó en asociarse con una cadena hotelera internacional para adicionalmente ofrecer una experiencia de primera.

Compañías como plataformas

Hay que extender nuestras fronteras de colaboración a la innovación: cofinanciar, coidear, cocrear, codiseñar, coconstruir, covender, coingresos, comercadear, etc. Tu plataforma es un negocio que se está dando en todos los niveles, pero para que no solo tú hagas negocios.

Un ejemplo es #Wikispeed Car, una comunidad en la que cada experto en autopartes va mandando sus productos a un centro de ensamblado y logran producir un coche que solo cuesta 25,000 dólares. Carrot 3D, innovadores en el negocio de las impresoras 3D, en menos de dos años han impulsado mucho sus ventas porque producen a mucha velocidad. Es un tema de cocreación.

Steven Holtzman, de Inifity Pharmaceuticals, usó la economía de colaboración para empoderar a los trabajadores de su compañía en clave de “citizen ownership”. Todos los empleados son responsables del trabajo, pero si lo hacen bien, tienen acceso a toda la compañía. Son dueños de parte de la compañía y están más motivados (eso también es economía colaborativa).

El reto es cómo hacer una plataforma para la colaboración, cómo colaborar con otras personas y empresas. Las compañías ágiles deben tener conocimiento y habilidades para detectar nuevas oportunidades, la velocidad para responder ante la incertidumbre y la volatilidad, pero hoy más que nunca deben tener la capacidad de confiar el uno en el otro.

Qué puedes hacer diferente, en qué áreas, qué nuevas habilidades debes desarrollar, qué te motiva. La compañía es una plataforma para nuevos mercados, para resolver, detectar problemas y oportunidades, para hacernos dueños de ellos y resolverlos. Innovar para seguir siendo relevantes.

Las empresas se preguntan qué sigue, cómo se adaptan a los nuevos mercados, retos y tendencias. Pues bien, este es el camino.

Image
Economía de la Colaboración: Una forma de innovar en tiempos de incertidumbre
Abstract
¿Qué pasará cuando la comunidad ya no necesite comprarles a las compañías? En la era de la colaboración, la hegemonía de las compañías está cambiando radicalmente. Para mantenerse rentables, las empresas deben cambiar su forma de pensar y compartir la propiedad y el acceso con otras corporaciones, empresas nuevas y con la comunidad.
Idea Type

La innovación como nueva prioridad del gobierno corporativo

Enviado por egade el Dom, 02/07/2017 - 11:01

La primera mitad de 2017 ha presentado un panorama complejo en términos de planeación estratégica, marco operativo e inversiones para mantener y capturar oportunidades de negocio. El bajo crecimiento de la economía mundial, aunado a la incertidumbre política proveniente de Estados Unidos y Europa, son algunos factores que preocupan a los consejos de administración de las empresas mexicanas. Muchas empresas se han encontrado ante la disyuntiva de pararlo todo o continuar con sus programas de desarrollo empresarial en términos de inversión productiva, programas de innovación y desarrollo de mercados.

Esta incertidumbre ha ido ligada tradicionalmente a variables como la volatilidad económica, los cambios en las tasas de interés o la paridad cambiaria, entre otras. Sin embargo, la ecuación se complica con la aparición de variables adicionales como la geopolítica internacional, el marco electoral de corto y mediano plazo, las presiones de la negociación del TLCAN y los factores del gobierno de la nueva administración en EE UU, el efecto del Brexit en la Unión Europea, China y su marco de desarrollo, y, finalmente, la sucesión presidencial de México en 2018.

A pesar de la incertidumbre, México continúa siendo una economía competitiva con respecto a otros países emergentes, como revelan los últimos avances de la paridad cambiaria, el índice de precios y cotizaciones (IPC) y la solidez de las reservas del Banco de México. Además, México se convirtió recientemente en el segundo mayor exportador a Estados Unidos después de China, desplazando a Canadá.

No obstante, la preocupación en el medio empresarial se centra en las finanzas públicas, ya que el saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público (SHRFSP), la medida más amplia para calcular la deuda pública, ascendió nuevamente. El mayor ritmo de endeudamiento podría afectar a la calificación crediticia soberana con su consecuente impacto en el costo total de la deuda pública, impactando en diversos programas de inversión estratégica del Gobierno de México.

Todo lo anterior apunta a un año muy retador. De hecho, la gran mayoría de los empresarios de primer nivel esperan que éste sea un año más complicado que 2016 y con crecimientos débiles de apenas un dígito.

Innovación centrada en el cliente

Ante este panorama, el consejo y la dirección ejecutiva necesitan recordar cuáles son los principales objetivos de sus empresas: aumentar la rentabilidad de las unidades de negocio, asegurar el cumplimiento regulatorio y permanecer en el tiempo.

Para su consecución, es crítico modificar o encontrar nuevos modelos de negocio y enfocarse a nuevas y más diversas oportunidades, lo cual implica convertir la empresa en una entidad ambidiestra que con una mano mantenga y maximice el negocio actual y, con la otra, aplique factores críticos de innovación con la ayuda de tecnologías disruptivas que impacten en:

  • La productividad y la eficiencia (en operaciones, finanzas y recursos humanos)
  • La mejora de la integración con clientes (con mensajes dirigidos y redes sociales)
  • El aumento de la oferta de productos y servicios

Además, las empresas se deben apoyar en metodologías orientadas al cliente, como elDesign Thinkingde IDEO, y propiciar un marco general de acción como el que se presenta a continuación:

La innovación como nueva prioridad del gobierno corporativo

La incursión en nuevas arenas de negocio permitirá incorporar nuevas y más importantes oportunidades en otras áreas de mercado que complementen las que ya son atendidas.

La experiencia nos enseña que este marco de acción es más vigente y adecuado cuando las condiciones de operación son limitadas en mercados tradicionales, integrando áreas de crecimiento adicionales en un mercado en donde los competidores tradicionales están muy ocupados en manejar condiciones de crisis como las anteriormente descritas.

Este no es el momento de tratar de aplicar los modelos económicos o de negocio de antaño, que suelen estar limitados por condiciones de ambiente, sino de abrir nuevas áreas de oportunidad que serían poco atractivas a corto plazo en condiciones normales de operación del negocio.

Es momento de aplicar una verdadera estrategia de innovación disruptiva que favorezca la búsqueda de nuevas oportunidades de negocio y a la vez mantenga siempre un ojo crítico. El momento es hoy… cuando muchos de los competidores están ocupados en sortear la crisis. Es un momento histórico, debemos tener confianza en nuestras capacidades para emprender e ir siempre un paso por delante. Suerte y adelante.

Image
La innovación como nueva prioridad del gobierno corporativo
Abstract
Mientras muchos de sus competidores están ocupados en sortear las crisis, es momento de aplicar una verdadera estrategia de innovación disruptiva que favorezca la búsqueda de nuevas oportunidades de negocio y que a la vez mantenga un ojo crítico.
Idea Type

El reto de la inclusión financiera disruptiva

Enviado por egade el Mar, 06/06/2017 - 08:28

En la actualidad, los servicios financieros que ofrecen los bancos se benefician de las nuevas tendencias en aplicaciones móviles. Estas aplicaciones impulsan a su vez la aparición de nuevos operadores en la cadena de valor. Desde mecanismos para simplificar el pago de ventas en línea al crowdfunding o la obtención de capital, las apps promueven mayores niveles de adaptación de los servicios financieros, favoreciendo la inclusión financiera con fines sociales o de mercado.

Los avances tecnológicos permiten a las instituciones financieras aumentar su flexibilidad y decidir en qué medida sus servicios bancarios pueden ser realizados por un tercero. De esta forma, pueden centrarse en lo que consideran esencial, imprescindible o estratégico, y confiar actividades como el diseño, la administración o las ventas a empresas que no forman parte del sistema financiero mexicano. Estos cambios se han convertido en un catalizador de los niveles de acceso bancario y no bancario, y han posibilitado la participación de nuevos intermediarios tecnológicos.

Considerar esta nueva realidad será fundamental para la Política Nacional de Inclusión Financiera de México, que busca un sistema financiero integrado basado en seis puntos clave: desarrollo de conocimiento para el uso efectivo y responsable del sistema financiero; uso de innovaciones tecnológicas para la inclusión financiera; desarrollo de la infraestructura financiera en áreas no cubiertas; mayor acceso y uso de los servicios financieros formales entre la población excluida; mayor confianza en el sistema financiero a través de mecanismos de protección del consumidor; y generación de datos y mediciones para evaluar los esfuerzos de inclusión financiera.

Inclusión financiera, ¿qué tan grande es el desafío?

Si bien de 2012 a 2015 la población que tenía acceso a algún tipo de crédito, ahorro o producto de seguro aumentó de 56% a 68% en México, según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (2015), 42,6 millones de adultos no tienen cuenta en el sistema financiero nacional, 11 millones decidieron dejar de ser parte del sistema y ​​31,6 millones nunca lo usaron.

De los 11 millones de antiguos usuarios, 50% canceló sus cuentas porque dejaron de trabajar y no las necesitaron para recibir su salario; 10% tenía una mala experiencia con instituciones financieras; 10% no usaba sus cuentas y 5% no pudo alcanzar el saldo mínimo requerido. Los datos son inequívocos: más de 24 millones de adultos no tienen un producto financiero, aunque en 2012, la cifra era de más de 30 millones.

Según la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, la educación financiera y la inclusión sustentan el desarrollo social del país y ayudan a incluir a las personas con menos recursos en los beneficios de la economía de mercado. Por ello, es necesario consolidar los objetivos de la reforma financiera para lograr un sistema inclusivo con mayor capacidad de penetración, para ofrecer mejores productos y servicios a toda la población.

La tecnología, un factor disruptivo

La simplificación de los servicios bancarios entraña varios desafíos para el sector tecnofinanciero (fintech). Esta industria se basa en la oferta digital de servicios al cliente mientras que las instituciones financieras producen servicios bancarios, lo que representa una innovación sin precedentes. Un tercero trata con el cliente a través de una tarjeta de débito o de crédito, sin obtener, prestar o proteger necesariamente los valores, ya que solo proporciona la tecnología para la interacción entre los clientes y el banco. Los clientes no tienen por qué identificar la compañía, únicamente reconocen la marca que responde a las solicitudes a través de sus dispositivos móviles.

Como beneficio, los usuarios reciben la conveniencia de múltiples productos financieros consolidados a través de un solo operador, que tratará de ser más transparente y menos costoso, ofreciendo una combinación de productos que pueden provenir de diferentes instituciones financieras, bancarias o no bancarias.

Desde un punto de vista regulatorio, para los nuevos jugadores es más fácil operar porque los costos de implementación de una estructura bancaria son absorbidos por las instituciones financieras bancarias. También es más fácil crear estas nuevas empresas porque no tienen que cumplir con los requisitos legales ni tener la solidez de su experiencia, ni siquiera los niveles legales de capitalización obligatoria para abordar la liquidez de las instituciones. Es así como los nuevos proveedores entran en la cadena de valor de los servicios bancarios sin constituirse como banco, y la cooperación entre ambas instituciones es beneficiosa para la experiencia del cliente.

Además de la tecnología y la penetración bancaria, otro factor de cambio es la creciente interconectividad entre las industrias, que permite mejorar la comunicación entre los proveedores de servicios bancarios y los clientes, que no tienen que visitar una sucursal bancaria. Además, pueden generarse enormes cantidades de datos que contribuyen a la comprensión de las actividades de los consumidores, reduciendo los obstáculos de acceso al crédito.

Por ejemplo, la alianza entre líneas aéreas y grupos financieros permite a los clientes de sus compañías solicitar durante un vuelo una tarjeta de crédito o un producto financiero diseñado exclusivamente para ellos. A través de estos productos, promueven paquetes personalizados, combinando beneficios y gratificaciones a través de compras y viajes con el propósito de otorgar membresías. Los asistentes de vuelo entregan la solicitud de crédito a los clientes y los bancos reciben la información sin un costo de adquisición adicional, ya que la aerolínea ofrece acceso directo a sus consumidores mientras viajan. Los consumidores no se comprometen con dos o más instituciones diferentes para tener acceso a sus servicios, solo tienen contacto con uno de ellos.

Es importante destacar que los servicios son todavía lentos y presentan ciertos inconvenientes para los usuarios. Además, la falta de visitas de los clientes a las sucursales bancarias ha obligado a las instituciones a buscar nuevas formas de generar un compromiso. Asimismo, existe una brecha normativa para actividades muy específicas, como llamadas telefónicas a los usuarios para que autoricen productos bancarios sin un acuerdo verbal específico, lo que les causa molestia y provoca confusión que podría desencadenar cargos adicionales.

Mayor uso de tecnología, menores costos operativos

Junto con el desarrollo de aplicaciones móviles, una mayor competencia en el sector está obligando a los bancos a innovar para seguir ofreciendo servicios atractivos para los clientes y a la vez mantener sus niveles de rentabilidad y continuar brindando los mismos valores diferenciadores. Esto es posible gracias a la mayor capacidad de las instituciones que, a través de herramientas tecnológicas, modifican la cadena de valor para responder a las necesidades de innovación de los servicios bancarios, adaptándose al estilo de vida digital de los clientes.

Los procesos y flujos de trabajo que antes realizaban físicamente los empleados de la sucursal bancaria están siendo reemplazados por interfaces digitales que simplifican el posicionamiento de un producto bancario, ya que la operación digital proporciona información sobre el comportamiento de los clientes esencial para mejorar e innovar productos y experiencias de los clientes.

Como resultado, tienden a reducirse las visitas a sucursales bancarias al tiempo que se proporciona a los usuarios herramientas que les permiten ser autosuficientes en sus operaciones personales desde sus dispositivos móviles, con transacciones automatizadas, pagos programados basados en criterios de los clientes, como la facturación directa, sin requerir una acción frecuente por parte de los usuarios.

Más allá del proceso administrativo, la conciencia generada en los consumidores les permite administrar mejor sus activos al comprender sus tendencias de consumo, categorías y ratios, de acuerdo con sus prioridades, y conocer sus propios límites financieros a través de aplicaciones que registran sus gastos y comportamientos de consumo.

En este contexto, la mayoría de las innovaciones son propuestas por nuevos actores, mientras los bancos se centran en sus actividades estratégicas y transfieren la responsabilidad de las nuevas propuestas tecnológicas a las fintechs. Considerando que forman parte de la cadena de valor, los bancos han comenzado a invertir más recursos humanos y económicos en la apertura y ajuste de procesos para mejorar su oferta de valor. Por ejemplo, algunos grupos financieros han optado por tener entornos destinados al testeo de código de bases de datos para que programadores independientes propongan cambios a plataformas digitales sin ser contratados, propiciando un ambiente de cooperación internacional ilimitado.

Dado que los bancos y las nuevas empresas se interrelacionan dentro del ecosistema financiero, ambos asumen los desafíos como promover la penetración bancaria y la inclusión financiera dentro de un marco regulatorio adecuado, reconocido y aceptado por los bancos centrales.

Limitaciones en México

Como país en desarrollo, México presenta un contexto restringido para los bancos desde el punto de vista cultural y social. El estilo de vida mexicano limita la implementación de ciertas actividades bancarias debido a los obstáculos externos como la falta de acceso a internet, las capacidades limitadas de los dispositivos móviles y la informalidad económica, entre otros.

México se ubica en el puesto 82 de 143 países en factores como conectividad y acceso a dispositivos, aumento de contrataciones de internet de banda ancha móvil e importancia de las TIC en la visión gubernamental, según el estudio "Global Information Technology Report 2015: ICTs for Inclusive Growth", del World Economic Forum. Regionalmente, Chile lidera en América Latina, Colombia se sitúa en el puesto 38 y Brasil, en el 69.

Debido a su estrecha relación con la tecnología, el alcance de los servicios bancarios depende del progreso social; Por lo tanto, los ciudadanos mexicanos podrán aprovechar las herramientas que ofrecen las instituciones bancarias y lograr la inclusión financiera a medida que obtengan mejores dispositivos móviles con acceso a Internet.


Un nuevo escenario: factores conectados

Sin duda, la tecnología se ha convertido en el mayor factor disruptor del sector financiero en general, y del sector bancario, en particular. No se puede ignorar a los nuevos operadores, deben ser considerados pronto. Veinte de los bancos más grandes del mundo han perdido un cuarto de su valor de mercado lo que, combinado, suma un total de aproximadamente 465,000 millones de dólares, según datos de FactSet.

¿Cómo afecta este escenario a México? Cinco de los siete bancos más grandes de México son extranjeros y forman parte de algunas de las principales franquicias mundiales, contribuyendo significativamente a sus ganancias.

Todo se relaciona con el análisis de la pérdida de valor de mercado de los bancos, ya que la devaluación de sus acciones preocupa cada vez más a sus empleados, y sus paquetes de compensación, incluyendo opciones de acciones o valores restringidos, se tornan menos atractivos, afectando su estructura y desempeño. En el caso específico de México, la Política Nacional de Inclusión Financiera debe ser llevada buen puerto, ya que su propósito es lograr un sistema financiero inclusivo capaz de ofrecer oportunidades a la gente y de luchar contra la informalidad y la ilegalidad (en 2014, cifras preliminares del INEGI mostraron que la participación de la economía informal representaba 23,7% del PIB).

Esto exige un esfuerzo considerable, ya que el conjunto de factores que actualmente determina la pérdida del valor bancario -como la economía china, los tipos de interés en Estados Unidos, los precios del petróleo y el brexit- continuará aumentando la presión en el mercado, y dada la participación de los bancos extranjeros en México, podrían verse afectados los objetivos nacionales a largo plazo.

Image
El reto de la inclusión financiera disruptiva
Abstract
La tecnología se ha convertido en el primer factor disruptor del sector bancario, que ya no puede ignorar a los nuevos operadores procedentes del sector tecnofinanciero (fintech).
Idea Type

Desarrollo ejecutivo bajo la óptica de India

Enviado por egade el Mié, 17/05/2017 - 16:16

En el año 2000, 95% de las organizaciones más grandes a nivel internacional se ubicaban en economías desarrolladas. Para el año 2025, cerca de la mitad estarán ubicadas en economías emergentes. Más aún, cerca de la mitad del crecimiento en el PIB mundial entre el 2010 y 2025 vendrá de cuatrocientas cuarenta ciudades ubicadas en mercados emergentes. Es por esto que, si se quiere ser exitoso en el nuevo entorno mundial, los ejecutivos y organizaciones deberán considerar y destacar en este tipo de economías, características de la nueva normalidad internacional. Tener éxito en economías emergentes será estratégico para cualquier organización y multinacional en el futuro cercano.

De manera particular, India es la democracia más grande del mundo y un gigante económico en pleno crecimiento. Es una nación que se mueve con gran velocidad hacia el tercer milenio, sin dejar de estar en contacto con su pasado y cultura milenaria. En un par de décadas, se convertirá en la nación más poblada y en una de las economías más grandes con nuevos polos de desarrollo como Ahmedabad, Bhopal, Vadodara, Jaipur, Aurangabad y Nagpur, adicionales a los que ubicamos tradicionalmente como Mumbai o Nueva Delhi. Para el año 2030, será el país con la mayor población de clase media y con el porcentaje de consumo mundial más alto dentro de este sector. Pero es además un mercado complejo y con grandes retos asociados a corrupción, empleabilidad, incertidumbre y burocracia extrema, como desafortunadamente ocurre también en otras economías emergentes como las de América Latina y África. Este tamaño, dinamismo y características, la posicionan como un referente para comprender los nuevos modelos de gestión y liderazgo que se requieren en ejecutivos y organizaciones.

India ha sido recientemente origen de nuevos desarrollos como la empresa de telecomunicaciones Jio. Mientras que a Facebook le tomó cerca de un año alcanzar cincuenta millones de usuarios, esta organización inició operaciones en septiembre del año pasado y logró tener esa misma cantidad en tan solo tres meses. Al día de hoy - y con apenas medio año de haberse puesto en marcha - cuenta ya con más de cien millones de personas que utilizan sus servicios. Otros desarrollos y emprendimientos similares han surgido en este país recientemente.

Adopciones aceleradas de tecnologías obligan a realizar innovaciones rápidas en nuestras organizaciones. Y esa será una característica fundamental de las economías emergentes en el futuro inmediato. Dichas innovaciones crecerán en forma exponencial y por encima de nuestra capacidad para anticiparlas.

Además, crecerán a pesar de la alta incertidumbre, nacionalismos y cambios como los que hemos observado recientemente a nivel mundial. Esto presenta un enorme reto si es que pretendemos extrapolar nuestros estilos anteriores de liderazgo, así como nuestras formas y estilos tradicionales de análisis y toma de decisiones. Muchos de los supuestos, tendencias y hábitos que demostraron ser estables durante décadas en la gestión directiva, están ahora cambiando en forma rápida y radical.

Al igual que la India se ha adaptado y sobrevivido como civilización desde sus orígenes en la prehistoria tras diversas invasiones y conquistas, la capacidad de cambiar, innovar rápidamente y adaptarse sin perder la esencia, serán clave para el éxito de individuos y organizaciones. Moverse con gran velocidad hacia el futuro - aprovechando sólo lo mejor de nuestro pasado y esencia - será uno de los mayores retos a afrontar.

Y estos cambios se darán en nuevos entornos en donde la tecnología y uso de datos e información serán fundamentales para poder competir y destacar. El gobierno de la India, por ejemplo, ha decidido integrar la información de toda su población en un sistema central (Aadhaar) que provee un identificador único a cada ciudadano con base en sus datos biométricos y demográficos. De igual forma, ha incentivado en forma activa que cada ciudadano tenga una cuenta bancaria y se vuelva parte de la economía formal, desarrollando además plataformas innovadoras como Paytm (Pay through mobile) para contribuir a este objetivo. Esto permitirá que el gobierno pueda identificar, medir y entender las actividades de sus ciudadanos, para poder servirles mejor. Al igual que las organizaciones lo están haciendo con sus clientes y mercados, integrar datos e información es el primer paso para desarrollar políticas públicas que en verdad apoyen y desarrollen a individuos y organizaciones en esta nueva dinámica mundial.

A pesar de su enorme tamaño y complejidad, India está cambiando, y lo está haciendo en forma rápida. Esto nos muestra que el reto más grande para triunfar en mercados emergentes y en la nueva dinámica mundial estará asociado con cambios oportunos y adecuados en el liderazgo, cultura y modelos de gestión en nuestras organizaciones. Debemos cuestionarnos nuestros principios y reinventarnos; especialmente en aquellas empresas que han gozado de grandes éxitos hasta el día de hoy. Los líderes y organizaciones debemos observar y aprender para ajustarnos a esta nueva realidad, aunque no comprendamos totalmente su magnitud y efectos de segundo y tercer orden. Y esto es de fundamental importancia en economías emergentes como las de México y América Latina. O lo hacemos en forma rápida y efectiva, o alguien más lo hará en forma más acelerada y mejor que nosotros.

Image
Desarrollo ejecutivo bajo la óptica de India
Abstract
Hace algunos días se llevó a cabo una reunión de líderes en formación ejecutiva a nivel internacional en Mumbai, India.
Custom Authors
Idea Type

La innovación de los sistemas de capitales

Enviado por egade el Mié, 22/04/2015 - 11:15

Si el alcalde de una ciudad de América Latina nos preguntara qué hacer para que la suya sea una ciudad innovadora, ¿qué le responderíamos?. Él ha oído que las empresas e individuos que innovan son muy exitosos, los productos innovadores son los que más venden, regiones innovadoras como Silicon Valley son conocidas en todo el mundo. La pregunta correcta no es por qué no innovar, sino en qué se debe innovar.

La ciudad como un sistema colectivo, requiere medios para lograr un impacto social significativo, así como crear los espacios adecuados para democratizar la innovación y diseñar las conexiones necesarias para generar ecosistemas regionales suficientemente articulados, para que se puedan transferir ideas de los individuos a productos y estos a sistemas de capitales con alcance regional.

De la invención a la democratización

El desarrollo de la mayoría de los productos, servicios, modelos de negocio y ciudades del siglo pasado fueron impulsados por inventos y tecnologías innovadoras, así como capitales económicos significativos. Estos tuvieron una influencia determinante en la vida cotidiana de la ciudadanía y en el crecimiento de las naciones. Hoy todos ellos son reevaluados, y se les mide por el impacto social que ejercen, el daño ambiental que genera su manufactura, el origen de las materias primas y la energía que consumen en su producción, de la misma forma que por el beneficio económico que generan a unos pocos.

Se trata de convertir la innovación tradicional en la innovación de un sistema de capitales.

Veamos algunos ejemplos de la evolución de este concepto:

  • La impresora 3D se desarrolló en 1984 como un proceso de manufactura aditiva a unos precios exorbitantes. Sólo en los últimos cinco años se ha diseñado un producto accesible en precio y en funcionalidad a millones de personas. Personalización de la manufactura.
  • El foco pasó de ser una excelente invención cuando formó parte del sistema de iluminación urbana de millones de personas. De producto a sistema.
  • El principio físico de flujo de Bernoulli –para sostener el ala de un avión en vuelo –se convirtió en un sistema de transporte aéreo que hoy es la base de la movilidad de bienes y personas en todo el mundo. De proceso a sistema.
  • La monstruosa computadora de los años 50 alcanzó un tamaño personal, gracias a los avances de la microelectrónica. Personalización de la computación.

El enfoque sistémico de la innovación

La innovación ha sufrido grandes transformaciones. Ha pasado de los modelos clásicos de innovación radical a incremental, hasta converger en dos conceptos aparentemente divergentes: la innovación disruptiva y el diseño de sistemas innovadores.

El concepto de innovación disruptiva fue creado por C. Christensen en los años 80 para describir la disrupción en la industria ejercida por grandes productos. ¿Qué tienen en común Uber, Amazon, las impresoras 3D, iTunes o RyanAir? Que más que ser productos o servicios novedosos, han roto con los paradigmas convencionales de hacer negocio y han logrado un impacto notable en los sistemas sociales.

Las grandes economías están empleando sus recursos científicos, tecnológicos y naturales –en muchos casos explotando también los de aquellas economías en desarrollo –para innovar y llegar a generar sistemas que impacten a más personas, de una forma más eficiente. El diseño de un sistema obliga a romper principios clásicos de la innovación, como los del siglo pasado.

Por ejemplo, Apple iTunes rompió los estándares de la industria de la industria; Amazon rompió con las prácticas convencionales de las editoriales y de las librerías típicas; Uber rompió con las prácticas de negocio tradicionales de los servicios de transporte de personas, RyanAir lo hizo con las estructuras convencionales de la industria del aerotransporte; y las impresoras 3D revolucionarán el diseño y la manufactura de manera impactante en los próximos años, otorgando al usuario final la capacidad de construir modelos tridimensionales.

Cada uno de estos casos ha tenido un efecto económico y social mucho más amplio que la sola innovación de un producto o servicio. Se han transformado en sistemas globales de innovación de gran valor, haciendo que millones de personas se beneficien con ellos al hacerlos accesibles a más usuarios, los han vuelto más democráticos. Son casos de innovación disruptiva. No es que hayan inventado algo muy nuevo o importante, sino que usaron las tecnologías adecuadas y el momento oportuno para insertarlas y convertirlas en notables sistemas sociales. Por ello, el impacto de la innovación debe medirse por la influencia que tiene en la sociedad, y por su evolución desde una iniciativa novedosa hacia un enfoque democrático y abierto.

De esta manera, la innovación con un enfoque sistémico se integra mediante el diseño de mecanismos que rompen paradigmas y la inserción de estos en sistemas de capital más sofisticados. Cuando se transfiere la invención de un producto novedoso hacia un sistema de capitales podemos hablar de innovación con un enfoque sistémico, que consiste en diseñar una disrupción notable y planear alrededor de ella un sistema de gran impacto.

Innovación para la sustentabilidad y el bien común

Como lo ha expresado el chef Gastón Acurio, personaje notable de la industria gastronómica peruana: “La diferencia de nuestro éxito es que nosotros no abrimos un restaurante, sino que generamos un movimiento… En un movimiento uno es parte de una actividad que genera un mayor insumo económico” en este caso, para todo un país.

Esta es la visión de innovación que debe alcanzar el político o el gobierno en turno que desea impulsar una ciudad. Hay que usar la innovación para generar riqueza sustentable, que mejore la calidad de vida de sus habitantes, para que en el futuro ésta se torne atractiva para el capital foráneo, socios tecnológicos y organizaciones; y pueda reducir la injusticia social, la contaminación ambiental, el gasto de agua, y en general los niveles de pobreza extrema. Es diseñar un futuro agradable, viable y de grandes expectativas.

Este es el gran salto que debemos impulsar en la educación de quienes construirán el futuro del planeta. Se deben formar líderes que sepan diseñar sistemas y administrarlos. Los nuevos innovadores serán los que hagan converger la innovación tecnológica, social, cultural y ecológica. Deberán romper con las convenciones de la administración pública y las estrategias de desarrollo industrial. En la innovación del siglo XXI confluyen la creatividad, la tecnología, la organización, el emprendimiento y la gobernanza para formar sistemas de capitales de gran impacto en la forma de vida de la mayoría de los habitantes de una ciudad y del medio ambiente que los rodea.

Image
La innovación de los sistemas de capitales
Abstract
Un enfoque sistémico de la innovación contribuye al desarrollo de ciudades sostenibles, logrando un impacto social, económico y medioambiental positivo y ofreciendo medios y espacios para la democratización de la innovación.
Idea Type
Professors