¿Y los aranceles?

Artículo publicado originalmente en la sección Glosas Marginales del periódico Reforma

El contexto histórico

Allá por los primeros días de diciembre del año pasado, me ocupé en estas páginas de examinar algunos aspectos de los aranceles que Donald Trump había planteado establecer sobre las exportaciones de México y de Canadá Estados Unidos. Titulé la sección correspondiente "Los aranceles de la ira", plagiando sin pena a John Steinbeck (The Grapes of Wrath). En realidad, en el texto referido argumenté que, a mi juicio, se trataba de una postura de negociación, para provocar un cambio en "dos fallidas políticas públicas de México: la migratoria y la de seguridad".

Hace una semana Trump tomó posesión de la presidencia de su país y, contra lo que se esperaba, los aranceles en cuestión no aparecieron entre el alud de acciones que decretó de inmediato. Es cierto que dijo que los impondrá en febrero, después de estudiar el asunto.

Así pues, la incertidumbre continuará. Pero en todo caso, en lo que toca México, está claro que su prioridad es controlar la inmigración ilegal y radicalizar la lucha contra los cárteles de la droga, como ya se manifiesta en los hechos. Un día después, The Wall Street Journal publicó una nota, según la cual, la amenaza de los aranceles es sólo una forma de presionar a México y Canadá para adelantar la revisión del T-MEC, prevista para 2026. Suponiendo que así fuere, se trataría de una buena noticia relativa. Hay que recordar que la renegociación, promovida por D. Trump en 2018, resultó en efecto en una modernización del NAFTA --y en un inocuo cambio de nombre a USMCA-. Un vistazo a los datos de una parte de las cuentas externas de Estados Unidos, a lo largo del cuarto de siglo más reciente, quizá sirva para tratar de entender la situación.


La gráfica muestra la trayectoria de la diferencia entre las exportaciones (ventas) de mercancías y servicios de Estados Unidos, y sus correspondientes importaciones (compras), tres países: China, México y Canadá. La ilustración sugiere al menos tres observaciones de relevancia:

  1. El déficit (el saldo negativo) que tanto parece preocupar a D. Trump ha ocurrido en realidad con China. Por cierto, llegó su máximo en 2018, pero se redujo en forma significativa en los años siguientes debido a las medidas restrictivas decididas por D Trump.. y continuadas por J. Biden.
  2. En cuanto México, el déficit fluctuó alrededor de los 60,000 millones de dólares entre 2006 y 2013, ha tendido a crecer desde entonces, triplicando en 2023 la cifra mencionada.
  3. En lo referente Canadá, por comparación con los dos casos anteriores, el asunto es, sin duda, de menor importancia relativa. (Too much ado about nothing).

Así pues, según creo, la "revisión completa" (overhaul) del sistema comercial de Estados Unidos, prometida por D. Trump, se refiere en lo sustantivo su relación con China.

Dos notas (más menos) técnicas

A juzgar por uno de los párrafos de su discurso inaugural, D. Trump cree que un arancel lo paga sin remedio exportador, es decir, el vendedor extranjero, en beneficio del fisco estadounidense. Para esto último, creó una dependencia recaudatoria específica. Pero la realidad es bastante más compleja que eso. Depende de la situación específica del mercado de cada producto. Por ejemplo, si el artículo en cuestión no tiene sustitutos, lo más probable es que el impuesto lo absorba el consumidor nacional.

Una reiteración final: el establecimiento de impuestos a la importación aumenta los precios de los productos gravados. Entre más amplia sea su cobertura, más grande puede ser el efecto de una sola vez en el cómputo de un índice de precios. Sin embargo, la inflación es otra cosa: es un alza de precios repetida, generalizada y significativa. Su ocurrencia depende, fin de cuentas, de una política monetaria permisiva.


El autor es profesor de Economía en la EGADE Business School.

Artículo publicado originalmente por Reforma.

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