Aranceles: Cómo anticiparse a los shocks del entorno económico

Las relaciones comerciales están sujetas a constantes ajustes, y las empresas que sobreviven no son las más grandes, sino las más preparadas para adaptarse

Aranceles: Cómo anticiparse a los shocks del entorno económico

La constante amenaza de nuevos aranceles por parte de Estados Unidos (EE. UU.) a productos mexicanos ha generado una ola de incertidumbre en el sector empresarial. Más allá de la reacción inmediata de los mercados y las declaraciones oficiales, este acontecimiento pone de manifiesto una realidad estructural que muchas empresas siguen ignorando: el entorno económico global es altamente volátil, y quienes no logren anticiparse a estos cambios corren el riesgo de perder competitividad. 

Cada vez que Washington decide modificar su política comercial, las empresas mexicanas que dependen de la exportación enfrentan un dilema: ¿Cómo absorber el impacto de mayores costos sin afectar sus márgenes? ¿Deben trasladar el costo a los clientes? ¿Es posible redirigir su producción a otros mercados?  Las respuestas a estas preguntas no pueden improvisarse. 

En nuestro próximo libro, Macroeconomía Estratégica para los Negocios: Anticipa, Actúa, Crece*, analizamos cómo los factores macroeconómicos afectan las decisiones empresariales y qué herramientas pueden utilizar los directivos para anticipar estos riesgos en lugar de reaccionar a ellos cuando ya es demasiado tarde. 

México y la dependencia del comercio exterior

México es una economía altamente dependiente del comercio exterior, y, en particular, de su relación con Estados Unidos, destino de más del 80% de sus exportaciones no petroleras. Si bien el T-MEC ha brindado un marco relativamente estable para el comercio bilateral, la política comercial de EE.UU. puede cambiar abruptamente según los intereses políticos y económicos del momento. 

Ya lo hemos visto antes. En 2018, el gobierno de Donald Trump impuso aranceles a las importaciones de acero y aluminio bajo el argumento de seguridad nacional. Las empresas mexicanas tuvieron que ajustar rápidamente sus estructuras de costos y buscar alternativas para no perder competitividad. Hoy, el escenario se repite con la incertidumbre de nuevos aranceles que afectan sectores clave como manufactura, autopartes y productos agrícolas. La pregunta no es si este tipo de medidas volverán a ocurrir en el futuro, sino cómo prepararse para ellas y minimizar su impacto. 

¿Cómo afectarían los aranceles a las empresas mexicanas?

Los aranceles funcionan esencialmente como un impuesto a las importaciones. Cuando EE.UU. impone un arancel a productos mexicanos, el costo de estos bienes aumenta para los importadores estadounidenses. Esto puede tener varias consecuencias para las empresas en México:

  • Reducción de la demanda: Si los clientes estadounidenses deben pagar más por los productos mexicanos, algunos podrían buscar proveedores en otros países o presionar a los exportadores mexicanos para absorber parte del costo. 
  • Menores márgenes de ganancia: Las empresas mexicanas podrían verse obligadas a bajar sus precios para seguir siendo competitivas, lo que reduce su rentabilidad. 
  • Afectaciones en la cadena de suministro: Muchos sectores dependen de insumos importados de EE.UU. Si las represalias comerciales generan restricciones o encarecen los costos de importación, las empresas mexicanas podrían enfrentar dificultades para operar con normalidad. 
  • Presión sobre el tipo de cambio: Los anuncios de aranceles suelen generar volatilidad en los mercados financieros, lo que puede provocar una depreciación del peso frente al dólar, encareciendo aún más los insumos importados. 

En términos simples, las empresas que dependen del comercio exterior no pueden permitirse operar sin una estrategia para enfrentar estos riesgos. 

Anticiparse al impacto: la clave para la resiliencia empresarial 

La pregunta crucial es: ¿Cómo pueden las empresas mexicanas anticiparse a estos cambios en lugar de reaccionar cuando ya es demasiado tarde?  En el capítulo 3 de nuestro libro explicamos los mecanismos de transmisión de la economía al sector empresarial, es decir, cómo las políticas gubernamentales, las tasas de interés, el tipo de cambio y las decisiones comerciales afectan directamente los costos, la demanda y las estrategias de inversión de una empresa.

Uno de los errores más comunes que cometen las empresas es monitorear estos factores solo cuando la crisis ya ha golpeado. En su lugar, proponemos tres estrategias fundamentales para adelantarse a estos riesgos: 

  1. Monitoreo constante de indicadores económicos clave: Las empresas deben desarrollar la capacidad de leer las señales económicas tempranas. Algunas preguntas clave incluyen: 
    • ¿Cuál es la postura del gobierno estadounidense respecto al comercio con México? 
    • ¿Qué sectores están bajo mayor riesgo de nuevos aranceles? 
    • ¿Cómo están evolucionando las negociaciones comerciales en el marco del T-MEC? 
    • ¿Cuál es la tendencia del tipo de cambio y las tasas de interés en ambos países? 

En nuestro libro, exploramos qué indicadores macroeconómicos pueden ayudar a prever cambios antes de que ocurran. 

  1. Diversificación de mercados y clientes: Si bien EE.UU. es el principal socio comercial de México, depender excesivamente de un solo mercado es un riesgo estratégico. Empresas de sectores clave deberían considerar: 
    • Explorar mercados alternativos en Europa, Asia y América Latina. 
    • Desarrollar alianzas estratégicas con distribuidores en otros países. 
    • Evaluar la producción local para abastecer el mercado interno en caso de restricciones al comercio exterior. 

Empresas como Grupo Bimbo y Cemex han logrado diversificarse globalmente, reduciendo su vulnerabilidad ante políticas proteccionistas en EE.UU. 

  1. Uso de coberturas financieras y contratos estratégicos: Las grandes empresas han aprendido a usar instrumentos financieros para mitigar el impacto de la volatilidad cambiaria y comercial. Algunas herramientas incluyen: 
  • Contratos de cobertura cambiaria para protegerse de la depreciación del peso. 
  • Contratos de suministro a largo plazo que garanticen estabilidad en costos y precios. 
  • Uso de derivados financieros para mitigar el impacto de incrementos arancelarios inesperados. 

Estos mecanismos pueden parecer complejos para muchas empresas medianas y pequeñas, pero su implementación puede marcar la diferencia entre sobrevivir o quedar fuera del mercado ante un golpe comercial*. 

El costo de no anticiparse

Los aranceles de EE.UU. a productos mexicanos no serán la última medida proteccionista que afecte al comercio bilateral. La historia ha demostrado que las relaciones comerciales entre ambos países están sujetas a constantes ajustes, y las empresas que sobreviven no son las más grandes, sino las más preparadas para adaptarse. 

El mensaje es claro, las empresas que no integren el análisis macroeconómico en su toma de decisiones quedarán vulnerables ante cada nuevo cambio en el panorama global. 
 

*En Macroeconomía Estratégica para los Negocios: Anticipa, Actúa, Crece, analizamos casos concretos y estrategias clave para que las empresas mexicanas puedan enfrentar con éxito estos desafíos y transformar la incertidumbre en oportunidad. 

Los autores son profesor consultor del departamento de Finanzas y Economía de Negocios de EGADE Business School (Jorge Enrique Velarde Chapa) y profesor investigador de EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey (Rolando Fuentes Bracamonte).

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