En medio de la discusión sobre el impacto del nuevo arancel del 25% que Estados Unidos ha impuesto a los productos mexicanos, gran parte del análisis se ha centrado en la industria y el comercio exterior. Sin embargo, un aspecto clave que no debe pasarse por alto es cómo esta medida afectará directamente a los consumidores mexicanos y su poder adquisitivo en los próximos meses.
Más allá de los efectos inmediatos, es fundamental considerar cómo prepararse si estos aranceles se mantienen, ya que podrían generar ajustes estructurales en los precios, la inflación y la economía doméstica. Por ello, anticiparse y tomar decisiones financieras estratégicas será clave para proteger el poder adquisitivo y minimizar los efectos negativos en el consumo diario.
Si bien el arancel del 25% se aplica a productos que México exporta a Estados Unidos, sus efectos no se limitan al comercio exterior. Muchas empresas mexicanas dependen del mercado estadounidense, lo que las obliga a tomar decisiones que inevitablemente afectarán el mercado interno. Algunas absorberán parte del impacto, otras trasladarán el costo a sus clientes y muchas más optarán por reducir su producción o ajustar sus costos operativos.
Esto afectará directamente a los consumidores mexicanos de varias formas: los productos manufacturados serán más caros, ya que los bienes que requieren insumos importados podrían incrementar en sus precios; habrá una menor disponibilidad de productos, debido a que las empresas reducen su producción o ajustan su estrategia de distribución; y aumentará el costo de vida, puesto que, para compensar sus pérdidas, diversas industrias podrían ajustar sus precios en el mercado interno.
Estos efectos podrían sentirse de manera progresiva en los próximos meses, por lo que es crucial que consumidores y emprendedores estén atentos a los cambios en los precios y planeen sus compras estratégicamente, teniendo en cuenta lo siguiente:
En este escenario, los consumidores enfrentan un reto importante: por un lado, los precios suben y, por otro, sus ingresos pueden estancarse o incluso disminuir. Por ello, será esencial replantear los hábitos de consumo, priorizar gastos esenciales y adoptar estrategias para mantener la estabilidad financiera. Algunas recomendaciones clave que pueden tomar los consumidores para mitigar el impacto son:
Aunque los aranceles surgen en el ámbito del comercio exterior, sus consecuencias pueden trasladarse rápidamente a la vida cotidiana de los consumidores. Por ello, es fundamental anticiparse y tomar decisiones para prevenir una pérdida del poder adquisitivo que merme los ingresos familiares.
El autor es profesor del departamento de Finanzas y Economía de Negocios de EGADE Business School.
Artículo publicado originalmente en El Universal.