Las épocas vacacionales son probablemente los momentos más esperados por todos. Seas niño, joven o adulto, son ese momento para romper la rutina, disfrutar con la familia, así como “recargar” energía. Son tan importantes para la salud física y mental, que algunos estudios han encontrado que el no tomarlas al menos una vez al año se asocia con enfermedades o incluso muerte prematura (Gump y Matthews, 2000).
Más allá de sus beneficios, es importante reflexionar qué impactos pueden las vacaciones tener para el medio ambiente y para la sociedad. Es a raíz de esto que surge lo que llamamos el turismo sustentable.
La Organización Mundial del Turismo lo define como aquel “que tiene plenamente en cuenta las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y medioambientales para satisfacer las necesidades de los visitantes, de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas”. Dicho de otra forma, este tipo de actividad turística busca un equilibrio en el impacto que tiene la industria en las tres dimensiones: social, económica y ambiental.
Lamentablemente, en lo ambiental el impacto es tangible, aunque pocas veces percibido. Por ejemplo, tan solo un vuelo redondo Monterrey-Cancún emite alrededor de 280 kg de CO2 por persona. Para mitigar estos gases de efecto invernadero, se requieren 28 árboles capturando CO2 durante un año. En el aspecto social, la turistificación desplaza a residentes por el aumento en la actividad turística, resultando en la dilución de la cultura local, daño a lugares históricos y conflictos entre residentes y turistas (Wen, Fu, Diao, et al., 2023).
Por lo anterior, comparto algunas de estas recomendaciones para disfrutar de unas vacaciones sustentables:
México cuenta con una rica oferta turística que incluye desde playas paradisíacas hasta ciudades históricas y exuberante naturaleza. Contribuyamos a su conservación natural, cultural y social para el beneficio de todas y todos, redefiniendo nuestras vacaciones para un futuro sustentable.
El autor es director de Programas Full-Time de EGADE Business School.
Publicado originalmente en Empresas Verdes.