Tres notas (quizás) aclaratorias

El INEGI publicó la semana pasada el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), una estadística que pretende medir... lo que dice su nombre, aunque "Global" no significa el mundo sino sólo México. (El IGAE se interpreta como una aproximación temprana al cálculo del Producto Interno Bruto). La cifra la que me refiero corresponde febrero 2024 resultó por encima de lo esperado. Eso motivó algunos festejos, un tanto apresurados. Sin embargo, una ojeada a los diez años más recientes impone cierta sobriedad.

(Véase Gráfica 1).

En el periodo examinado pueden distinguirse varias fases:

1. Un crecimiento moderado durante los primeros cuatro años de la serie.
2. Luego, un estancamiento que persistió hasta los primeros meses de 2020.
3. Después, una caída abrupta causada por la pandemia.
4. Y finalmente, una etapa de aumento relativamente "rápido", que nos trajo a la "recuperación" actual.

La línea punteada sugiere el nivel que hubiera alcanzado el IGAE de haberse mantenido la tasa de crecimiento observada antes de 2019.

El problema consiste en que la tasa media anual de crecimiento del IGAE en toda la década fue apenas 1.4%, y sólo 0.8% en el quinquenio más cercano.

Conclusión: No hay mucho que festejar en los números citados.

Aclaración sugerida Uno de mis lectores me recomendó (respetuosamente) que, lo descrito la semana pasada sobre las finanzas públicas del sector público federal, añadiera una nota clara (!) sobre la trayectoria tanto de los gastos como de los ingresos.

Aquí va, con la ayuda de la Gráfica con unos apuntes reiterativos al respecto: 1.- Partiendo del 2019, en el renglón de gastos (las columnas rojas en la ilustración) se inició una tendencia al aumento (como porciento del PIB), que se estima que se acentuará este año.

En contraste, los ingresos (las columnas negras) crecieron sólo al principio y se estabilizaron después.

3.- La consecuencia lógica ha sido la ampliación del déficit (la diferencia entre los dos rubros).

Conclusión: políticamente hablando, gastar es fácil recaudar es difícil. Ya veremos qué hará el próximo régimen para enfrentar el problema.

Autosuficiencia e ineficiencia Robinson Crusoe es un personaje de novela, creado por Daniel Defoe, allá por 1719. La obra trata de un náufrago que sobrevive durante muchos años en una isla deshabitada.

En economía, Crusoe ha sido el prototipo de una persona obligada por las circunstancias la autosuficiencia. Una situación así es anormal y es ineficiente, porque impide el logro de los beneficios del intercambio y de la especialización -que se traducen en un aumento de la productividad-, Lo lógico es usar los recursos disponibles para producir aquello en donde se tienen ventajas relativas y cambiarlo por aquello donde otros tienen ventajas. Tal es la base del trueque del comercio, sea interno sea internacional Conclusión: muchos gobernantes desestiman la lección elemental reseñada, en aras de nociones como "la seguridad nacional" frente a riesgos externos sin un análisis de sto/beneficio, imponen a sus ciudadanos cargas innecesarias.

El autor es profesor de Economía en EGADE Business School.

Artículo publicado originalmente en Reforma.