De acuerdo con el World Economic Forum, el missing middle o brecha de financiamiento, se refiere al reto que enfrentan las pequeñas empresas en crecimiento, muchas de ellas lideradas por mujeres, que son “invisibles” al ser demasiado grandes para productos micro financieros y muy pequeñas para bancos y firmas de capital privado.
Entre agosto y diciembre del 2021 se llevó a cabo un proyecto de investigación con una importante colaboración entre Women Forward International, Pro Mujer, así como alumnas y profesoras de Zona Shero y el Centro FAIR del Tecnológico de Monterrey. En dicha investigación se logró un entendimiento profundo de las brechas y las necesidades de las emprendedoras cuyas empresas se encuentran dentro del missing middle. El estudio contó con una metodología mixta a través de 10 entrevistas de profundidad y 280 encuestas a lo largo de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Perú y México.
Las mujeres en su rol como emprendedoras enfrentan mayores desafíos y menores expectativas al momento de solicitar financiamiento para sus empresas. Además de la brecha en la inclusión financiera que se ha comentado en otras ocasiones, la desigualdad en el trabajo remunerado, que afecta su capacidad de pago, opciones de “crowdfunding” y capital privado escasos para negocios que no buscan generar un impacto social explícito, también se encuentra la limitante de no poder dejar una propiedad en garantía para solicitar un crédito, si ésta se encuentra a nombre del esposo.
El principal financiamiento que las mujeres están utilizando en sus emprendimientos son los recursos propios (63% nunca ha solicitado un crédito y a un 17% se lo han denegado). Entre las razones por las que no han tenido un crédito se encuentran: no cumplir con los requisitos, altas tasas de interés, miedo o simplemente desconocimiento de los productos financieros. En cerca del 57% de los casos no manejan una cuenta bancaria o tarjeta de crédito específica para el negocio, mezclando los recursos personales con los del emprendimiento.
Un resultado que llama la atención es que el 70% de las entrevistadas concuerdan en que han llegado a sentir discriminación en al menos un momento de su proceso hacia el emprendimiento. Por ejemplo, al estar en industrias dominadas por hombres; rechazo por alguna condición física, color de piel u orientación sexual; o simplemente no ser tomadas en serio sólo porque “se va a embarazar”, “va a ser mamá” y por lo tanto se piensa que “no va a poder dedicarle el tiempo suficiente” al negocio.
Existe un potencial importante en este nicho de mercado de mujeres emprendedoras que se enfrentan a esta brecha de financiamiento. Se requiere romper las barreras de género, crear grupos de apoyo entre mujeres, programas de aceleración y mentoría para los proyectos femeninos, así como empoderar y visibilizar el trabajo hecho por mujeres. Es claro entonces, que el ecosistema financiero debe fomentar la educación y la promoción de las alternativas de creditos bancarios, productos microfinancieros que puedan atender las necesidades de este segmento, así como fondos de capital privado y productos Fintech. Las mujeres emprendedoras en situación de “missing middle” buscan capital inteligente: no solo préstamos con tasas flexibles, sino una experiencia de servicios financieros en donde se sientan valoradas y comprendidas.
Las mujeres se caracterizan por ser visionarias, resilientes, proactivas y creativas, que ponen todo su esfuerzo y perseverancia en salir adelante y hacer crecer su negocio aún a costa de sacrificar estudios o tiempo familiar para dedicarle tiempo a sus proyectos y hacerlos crecer. Cierro con una frase de una nuestras orgullosas emprendedoras entrevistadas: “Ser emprendedora es como ser mamá, nunca estás lista. Nunca hay un momento correcto para emprender, si te la pasas planeando, pensando, o preparando y haciendo todo por tener tu emprendimiento perfecto… nunca va a llegar el momento… prueben, intenten… lo peor que puedes hacer es no hacer nada.”
La autora es profesora de EGADE Business School.
Artículo originalmente publicado en El Financiero.