Recientemente el Banco Mundial publicó los estimados de decrecimiento económico para América Latina donde el Perú (-12%) aparece con uno de los estimados más bajos para el 2020, pero también aparece con uno de los estimados más altos de crecimiento para el 2021 (7%). De acuerdo con un reporte de Norman Loayza del Banco Mundial el incremento de la informalidad puede disminuir entre 1.5% y 2% el crecimiento del PBI.
La informalidad empresarial legal (no la ilegal, ni la asociada a actividades domésticas) incluye toda actividad de producción de bienes y servicios con fines comerciales que es ocultada a las autoridades públicas por diversos motivos. Entre los motivos principales se encuentran: la evasión tributaria, la evasión del pago de las contribuciones sociales y otras regulaciones laborales, evitar la sobre-regulación entendida como el incremento de licencias o permisos, reducir el tiempo en la ejecución de sus actividades al evitar los trámites engorrosos y una baja actitud de los ciudadanos a cumplir lo indicado por el Estado (aspecto cultural).
Existen muchas medidas de la informalidad empresarial o también llamada “economía oculta”, pero la gran mayoría de ellas son unidimensionales en el sentido que consideran solo un factor que la explica cuando son múltiples los factores que la impactan. Friedrich Schneider, profesor de la Universidad de Linz en Austria, desarrolló a inicios de este siglo una medida de la “economía oculta” que es multidimensional, es decir, que considera las distintas causas que la afectan (como las anteriormente indicadas) e indicadores de medición relacionados como el porcentaje de empleo, la tasa de crecimiento del PBI, entre otros.
La siguiente tabla muestra la evolución y el tamaño de la “economía oculta”, como porcentaje del PBI de cada país, para países Latinoamericanos seleccionados, Estados Unidos y los miembros del BRICS y el G5 que son los países que en el año 2000 se consideraban como las economías más prometedoras.
Como se observa existe una gran diferencia entre países, inclusive en la misma región. Asimismo, los valores tienden estar estables en el tiempo lo cual refleja la naturaleza estructural del fenómeno. Visto de esta forma, la informalidad es un fenómeno socio-económico y cultural estructural creado a partir de diversos factores como la deficiencia de los servicios públicos, notablemente en educación y salud, y una estructura económica neoliberal excluyente.
¿Qué factores afectan la informalidad? Loayza concluye que un incremento en el índice de orden público, que representa la capacidad del gobierno para hacer cumplir sus leyes, disminuye el porcentaje de informalidad. Lo mismo ocurre con un incremento en la libertad para hacer negocios, con un mayor número de años de educación y con un mayor acceso a la conectividad y tecnología.
Dado que la informalidad en America Latina posee, en promedio, el 45% de la producción y el 70% del empleo activo, es fundamental tener una agenda de largo plazo y de corto plazo para poder reducirse y aprovecharla, respectivamente. En el mediano y largo plazo se debe cambiar una percepción deslegitimada del Estado en sus poderes básicos permitiendo mecanismos virtuales de participación ciudadana; simplificar notoriamente la regulación tributaria motivando económicamente una mayor transparencia; facilitar la libertad para hacer negocios ligándola con un componente virtual que induzca a los empresarios a incrementar su conectividad y uso de la tecnología y abriendo mayores oportunidades de acceso a la educación de calidad, presencial y virtual en todos los niveles y regiones de los países.
En el corto plazo se pueden aprovechar los aspectos positivos de la informalidad (notablemente su creatividad, resiliencia y presencia en todos los territorios) para establecer redes y aplicar tecnologías que les permitan visibilizarse rápidamente, apoyarlos a través de incubadoras empresariales para que sus emprendimientos no solo sean de necesidad sino también por oportunidad, apoyarlos a establecer cadenas productivas tecnológicas en los sectores clave de los distintos países que contribuyan más al crecimiento de cada uno de ellos. Estas y muchas más iniciativas se podrían diseñar por comités en el sector académico privado en coordinación con los demás actores, ser articuladas por el sector empresarial privado y reguladas y promovidas por el sector Estatal. La mayor falla del Estado ha sido su falta de articulación de las iniciativas entre los diferentes actores de la sociedad y es el momento de hacerlo.
Artículo publicado originalmente en Caretas.