Inconsistencias económicas. Desigualdades futboleras

Artículo publicado en la sección Glosas Marginales del periódico Reforma

Murió hace poco E. C. Prescott, economista estadounidense ganador del Premio Nobel en 2004 - -compartido con F.E. Kydland- -. En la opinión de la Academia otorgante, lo obtuvieron "por sus contribuciones a la dinámica macroeconómica: la consistencia a lo largo del tiempo de la política económica y las fuerzas impulsoras de los ciclos económicos". (La traducción es mía).

Vale la pena detenerse un poco en el significado y en las implicaciones de la citada "consistencia a lo largo del tiempo de la política económica". Para el caso, quizá sea útil una ilustración sencilla.

Supongamos una economía cualquiera, plagada por la inflación y en plena época de elecciones presidenciales. En tales circunstancias, es lógico que los aspirantes ofrezcan al electorado poner en práctica un programa estabilizador. Uno de ellos gana y, en efecto, adopta el programa prometido, con buenos resultados en materia de precios, pero con una actividad económica debilucha. Al aproximarse el tiempo de la siguiente elección, el presidente cae en la tentación de estimular artificialmente la producción y el empleo, mediante un aumento del gasto público financiado con emisión de dinero. Reniega, pues, de su compromiso original. Su conducta es explicable en función de los incentivos que enfrenta. Lo que era lógico en una coyuntura previa, dejó de serlo. En el corto plazo, las medidas expansivas funcionan como estimulantes, en beneficio del presidente y de su partido, pero implican un caldo de cultivo propicio para el resurgimiento de la inflación... después de las elecciones. La política económica ha sido inconsistente, a causa de motivaciones electorales.

¿Cómo puede reducirse la probabilidad de ocurrencia de tal inconsistencia? Separando del poder ejecutivo la tarea de estabilizar los precios, asignándola a un ente autónomo, con un horizonte de planeación distinto que el electoral. ¿Suena conocido? Por supuesto. Esa es exactamente la razón de ser de los bancos centrales independiente, y de su éxito relativo... cuando menos hasta hace poco. El arreglo institucional funciona mejor si el banco central tiene un solo objetivo: controlar la inflación. Tal es el caso de Banxico, pero no del Fed.

Prescott y Kydland han sido acreditados como causantes de un cambio radical en la manera de pensar sobre el diseño y la ejecución de la política económica en general. Con razón.

Desigualdad futbolera

Yo no soy un experto en materia futbolística; soy sólo un ferviente fan de los Rayados de Monterrey (y ello es más que suficiente). En plena euforia de la sorprendente Copa Mundial que se lleva a cabo en Qatar, se me ocurrió echarles una mirada a algunas estadísticas interesantes, relativas a lo que sucedió en los veintiún torneos realizados de 1930 a 2018. Aquí van tres de ellas, muy sabidas, pero sugerentes.

1.- Sólo ocho países han ganado la Copa (Brasil, Alemania, Italia, Uruguay, Argentina, Francia, Inglaterra, España). Ninguno económicamente subdesarrollado.

2.- De esos ocho, tres (Brasil, Alemania, Italia) han sido claramente dominantes.

3.- Brasil ha acumulado el mayor número de campeonatos (cinco), y es una economía de ingreso medio.

Así pues, "la distribución" de los resultados del torneo ha sido muy desigual. Aquí vale una aclaración: "desigual" sí, pero no "injusta"; tampoco "inequitativa". Quienes participan en la competencia conocen y aceptan de antemano sus reglas, mismas que se aplican por árbitros imparciales (más o menos con eficacia). Por tanto, se satisfacen las condiciones elementales para aceptar la validez normativa de las consecuencias. Por supuesto que el proceso no es perfecto. Ninguna creación humana lo es. ¿Cómo olvidar, por ejemplo, el infame gol de Maradona, cínicamente atribuido a "la mano de Dios"?

¿Sirve lo anterior para "pronosticar" el desenlace de Qatar 2022? Desde luego que no, pero al menos es útil para prevenir desilusiones entre la mayoría de los treinta y dos participantes.

Oxford Mathematics elabora y publica un modelo cuantitativo muy laborioso. "Pronostica" que Brasil será el campeón. So, what else is new?

El autor es profesor de Economía de EGADE Business School.

Artículo publicado originalmente en Reforma.

Ir a opinión
EGADE Ideas
in your inbox