Según los expertos, la industria petrolera está enfrentando una crisis sin precedente. Dado que el tema no es de mi competencia, los comentarios a continuación son sólo extractos (quizás ineptos) de opiniones que me han parecido razonables y relevantes.
Los rasgos principales de la situación son como sigue:
Es importante señalar que los ingresos generados por la exportación de petróleo son una fuente sustancial de divisas y de recursos fiscales para muchas economías en desarrollo. La crisis está dañando, sin remedio, tanto sus cuentas externas como las finanzas de sus gobiernos. Se ha deteriorado en consecuencia la confianza de los inversionistas, motivando una salida de capitales. Si su situación era frágil en principio, los sucesos delineados la han debilitado más. Esto es de particular significación en un momento en que los sistemas de salud están en un grave aprieto, necesitados de recursos fiscales con carácter de urgencia. La secuela lógica es un alza del peligro de tensiones sociales y políticas muy graves. Esta advertencia ominosa es válida para varias geografías.
Por lógica, el abaratamiento del precio del crudo y de sus derivados reduce el atractivo relativo de las inversiones en las fuentes alternativas de energía, al menos en el corto plazo.
En 1960, los miembros de la OPEP eran cinco. Hoy día, la OPEP+ es un grupo de veintitantos países productores de petróleo, de mayor o menor significación. México incluido.
En vista del glut mundial de crudo, la OPEP+ ha negociado un acuerdo de reducción de la producción total, distribuida de alguna manera entre los "socios". La intención obvia es elevar el precio. La cuota inicial asignada a México fue de 400,000 barriles diarios (b/d). México la rechazó, y el resto de la historia ya se conoce.
El evento generó una discusión cargada de descalificaciones personales y de conceptos etéreos. Yo he escogido otro plano: apuntar dos aspectos económicos clave:
1.- La OPEP era, y es, un oligopolio cuyo propósito es ajustar la oferta de crudo de manera tal que resulte en un precio más elevado que el determinado por el mercado "libre". Se trata, pues, de un arreglo anticompetitivo (inestable), que beneficia a los productores a costa de los consumidores. México participa en el trato.
2.- Las petroleras privadas de Estados Unidos producen unos 12.4 millones de b/d, más del doble de hace diez años. A lo largo de los meses más recientes, la cifra se ha venido reduciendo rápido, presionada por las fuerzas del mercado. La vaga promesa presidencial de compensar lo rechazado por México en la OPEP+ se cumplirá, pero no por la voluntad gubernamental.
Publicado originalmente en Reforma.