Mervyn King (MK) es un prestigiado economista inglés que fue Gobernador del Banco de Inglaterra (BoE) de 2003 a 2013. El BoE es una institución con una larga historia. Se fundó en 1694. Curiosamente, fue sólo hasta 1998 que se le dio libertad para determinar la tasa de interés y que se le asignó la tarea de controlar la inflación. Con razón, se acredita a MK cierta influencia en la adopción de esas políticas clave.
He leído algunos artículos de MK y un libro voluminoso de su autoría, con un título llamativo: The End of Alchemy. Aquí, alquimia se refiere a la creación de dinero. Esperaba más de su contenido, pero creo justa su crítica de los modelos macroeconómicos convencionales.
Fuere como haya sido entonces, hace unos cuantos días se publicó un resumen de lo declarado por MK en una entrevista. En lo que sigue presento mi recuento de algunos de sus dichos más relevantes. Sólo lo entrecomillado corresponde a citas literales. Mis apuntes aclaratorios o críticos van en cursivas.
La globalización de los noventa produjo beneficios indudables para la población en general, pero también generó perdedores que no fueron debidamente apoyados. Eso creó una reacción adversa, que se ha traducido en una distorsión deliberada del comercio internacional, por razones políticas. El Covid y la invasión de Ucrania son factores adicionales, que indican que la globalización no va a avanzar más. De ahí el calificativo de "limitada" que usa MK. La gente seguirá comerciando entre naciones, pero el proceso estará acotado por el riesgo de sanciones económicas y de pandemias. Los planes de negocio se ajustarán en consecuencia.
El banco central, dijo MK, tiene sólo dos papeles que desempeñar: asegurar la estabilidad de los precios y proveer de liquidez al sistema financiero en casos de crisis. Hasta ese punto, no hay nada nuevo en su postura, en relación con lo convencional. Sin embargo, MK agrega una afirmación tajante: "fuera de eso, los bancos centrales no deben involucrarse en otros asuntos... no están ahí para combatir el cambio climático, promover la igualdad o la diversidad. Esas son cosas para el gobierno, no para los bancos centrales". Tal postura es, sin duda, políticamente incorrecta en la actualidad, pero no es ilógica.
MK no mencionó, púdicamente, que, durante su gestión, Northern Rock Bank colapsó, después de enfrentar una "corrida" que no fue frenada a tiempo por las autoridades. Algo similar ocurrió con Lehman Brothers en Estados Unidos. El impacto sobre la confianza del público fue muy significativo. El BoE, el clásico prestamista de última instancia, a la W. Bagehot, estuvo ausente.
Según MK, como en los setenta, la inflación actual se diagnosticó en forma equivocada. Durante la pandemia, los estímulos fiscales y monetarios fueron demasiados. El resultado fue la inflación. Habiendo cometido un error, llevar la inflación de regreso al 2% "será lento y doloroso". La inflación general bajará porque los precios de la energía y de los alimentos no subirán de nuevo. Pero la inflación tiene ahora un componente interno, que refleja la estrechez del mercado laboral, el alza de los salarios y el aumento de precios de los servicios. De paso, MK critica, sin mencionarla por su nombre, la famosa Curva de Phillips, según la cual, si se permite un poco más de inflación, se puede logar un menor desempleo permanentemente. "De hecho, eso no es posible", dijo MK.
Y, hablando de estímulos monetarios excesivos, MK no se refirió al hecho, sin precedente histórico, de haber bajado de sopetón la tasa de interés a 0.5% en 2009. Esa fue la reacción del BoE frente a la Gran Recesión Mundial.
-¿Los "criptoactivos"? "Francamente, no tienen valor subyacente". Es llevar la alquimia demasiado lejos. El colapso de ese mercado es bienvenido.
-El Fondo Monetario Internacional ha cometido un gran error durante las últimas dos décadas, dando públicamente consejos a los gobiernos. Debió hacerlo en privado.
-La deuda es excesiva, tanto de gobiernos como de empresas. Habrá muchas reestructuras en los próximos años.
La pre-visión de King es inquietante y debatible. Ojalá resulte equivocada.
El autor es profesor de Economía de EGADE Business School.
Artículo publicado originalmente en Reforma.