El mito del estado empresarial (bis)

Artículo publicado en la sección Glosas Marginales del periódico Reforma

Nota: En abril 2023 publiqué en estas páginas un artículo sobre las ideas de Mariana Mazzucato (MM). En lo que sigue, lo reproduzco editado, porque MM estuvo hace poco en México y, al parecer, sus opiniones fueron bien recibidas tanto en el sector público como en el privado.

MM, una economista del University College London, ha publicado varios libros sobre el papel del Estado en la innovación. Quizas el más influyente de ellos data de 2013, tiene un título provocador: The Entrepreneurial State: Debunking Public vs. Private Myths.

En síntesis, MM argumenta que el papel del Estado en la innovación y, por tanto, en el crecimiento económico, ha sido subvaluado. Es apropiado decir que MM aboga, con fervor, por un Estado que no sólo corrija las imperfecciones de los mercados, sino también que guíe el flujo de la inversión y que lidere la innovación.

La tesis no parece muy novedosa: con matices, es más o menos lo que piensa la mayoría de los políticos, inspirados por las opiniones de muchos economistas.

La cuestión actual consiste en que, como resultado de varias crisis (la llamada Gran Recesión de 2008-2009; la provocada por la pandemia; la asociada al colapso de un par de bancos en Estados Unidos), ha ganado fuerza la noción de la conveniencia de una mayor intervención del Estado en la economía.

La tesis central de MM recibió en un principio tanto elogios como cuestionamientos. A pesar de las criticas, no hay duda de que ha sido asumida como relevante por muchos gobiernos.

Hace algún tiempo publiqué una nota dedicada a examinar las propuestas de MM (avaladas por una dependencia de la ONU), para transformar las economías de América Latina y del Caribe, con un enfoque "orientado por la misión" (sic). En realidad, se trata de una versión de la llamada "política industrial", dotada ahora de nombres más sonoros.

Leí luego un libro de la autoría de Deirdre N. McCloskey Alberto Mingardi (DyA, de aquí en adelante), publicado en 2020, que refuta convincentemente las ideas de MM: The Myth of the Entrepreneurial State (Adam Smith Institute, American Institute for Economic Research). Y no sólo ataca las tesis, sino también la significación de los hechos en los que MM las apoya.

Por ejemplo, MM sostiene que internet es un invento del DARPA (Defense Advanced Research Projects Agency), un ente gubernamental estadounidense. "La cuestión --dicen DyA-- es si el gobierno americano imaginó algo como internet. La respuesta es obvia: por supuesto que no. No hubo la 'direccionalidad orientada por la misión" que postula MM.

DyA agregan al respecto un comentario irreverente: las inversiones militares fueron semejantes al primer viaje de Colón, financiado por la Reina Isabel: lo que buscaba era llegar las Indias, se topó con un continente.

La historia, sostienen DyA, no avala las hipótesis de MM. La innovación se ha generado "de abajo hacia arriba", no ha sido el resultado de un sistema impuesto por burós de expertos desde la cima.

Las recomendaciones de MM, según DyA, se basan en tres supuestos:

  1. La gente actúa infantilmente, guiada por innumerables prejuicios (biases); los inversionistas privados, de acuerdo con MM, están sesgados al corto plazo y a lo circundante.
  2. Los mercados creados por los particulares son tan imperfectos que no pueden compensar los sesgos referidos.
  3. "El Estado es perfectamente sabio y competente, y puede fácilmente persuadir a los infantes/ciudadanos, corregir las ubicuas y vergonzosas imperfecciones de los mercados, tales como la inversión cautelosa en exceso y la innovación sin rumbo". En los países en desarrollo, agrego yo, el tercer supuesto es particularmente irrealista. Y ello, sin mencionar la probada propensión del Estado a la corrupción.

En total, concluyen DyA, MM "no tiene de hecho evidencia creíble de sus asertos. Ninguna, "niente" (en italiano en el original). En más de un párrafo se atreven a recomendarle que aprenda economía. Específicamente, en la p. 103 le sugieren que estudie la teoría de precios que le falta, usando un texto de Joan Robinson (de inclinación marxista), que data de 1960: Excercises in Economic Analysis.

El tema, aceptadamente muy (muy) polémico, da para mucho más.


El autor es profesor de Economía de EGADE Business School.

Artículo publicado originalmente en Reforma.

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